A contrarreloj: después de 107 exposiciones, la Comisión de Reglamento debe ahora redactarlo
Si el Pleno no extiende el plazo, la instancia contará con solo 10 días para elaborar el texto que regirá al órgano constituyente.
Diez días. Ese es el tiempo en el que la Comisión de Reglamento tendrá que redactar y evacuar la propuesta de reglamento con las normas que regirán al Pleno de la Convención Constitucional por el próximo año.
Originalmente tenía 30 días para hacerlo, pero luego de aprobar una serie de reglas básicas de funcionamiento, el 29 de julio la Comisión partió con las audiencias públicas obligatorias a las que ya han dedicado ocho sesiones hasta este jueves 5 de agosto y que recién concluirán durante este viernes 6.
En la nómina había más de 100 expositores, entre nombres como la Fundación Jaime Guzmán; el dirigente sindical Luis Mesina; el centro de estudios Espacio Público y el Club de Patinaje Quetzal de La Pintana. Todavía no hay, en concreto, quien sistematice todo lo que se dijo en las presentaciones y genere el informe final de estas. Y el tiempo restante preocupa a varios de sus integrantes. La única salida: tener más plazo.
Desde abogados hasta organizaciones
A partir del lunes 9 de agosto, la Comisión de Reglamento se separará en tres subcomisiones: una de vinculación con las otras comisiones, otra de estructura orgánica y funcionamiento, y una tercera de procedimiento de generación de las normas constitucionales.
Recién a partir de ese momento trabajarán en la redacción del cuerpo del reglamento que deben entregar al Pleno el 19 de agosto como máximo, a pesar de que la Comisión se constituyó formalmente el 20 de julio. Entre esta semana y esa primera sesión, la instancia se reguló a sí misma el uso de las abstenciones, el cuórum para sesionar y los tiempos de intervenciones, entre otras cosas. Pero lo que ocupó el resto del tiempo fue el centenar de audiencias públicas que, por acuerdo del Pleno, todas las comisiones deben realizar antes de tomar el lápiz y papel de constituyentes.
La razón de tal número y tal extensión: no limitaron la cantidad de expositores, no filtraron más que por “pertinencia” y decidieron escuchar a todos con el mismo tiempo: diez minutos para presentaciones y diez para preguntas y respuestas.
“Se hizo un filtro muy sencillo, que era en relación a la pertinencia de lo que querían exponer. Si querían exponer en torno al reglamento y entregaron su formulario en tiempo y forma, están incluidas. Solo alrededor de cuatro fueron excluidas porque su exposición decía relación con el contenido de la nueva Constitución y no con el reglamento, y obviamente las que quedaron fuera de plazo, que son alrededor de 28 o 29”, explica a PAUTA uno de los coordinadores de la instancia, Daniel Bravo (LLDP-Movimiento Territorial Constituyente).
Otro punto: fueron de los primeros en abrir el formulario para inscripciones, razón que señalan algunos constituyentes como causa del inmenso caudal de solicitantes.
Entre las exposiciones estuvieron Tomás Jordán, del Observatorio de la Nueva Constitución, quien expuso sobre cómo construir un acuerdo deliberativo; el secretario de la Cámara de Diputados, Miguel Landeros, que habló acerca de reglas de uso de la palabra, en nombre de la Sociedad de Derecho Parlamentario; y el constitucionalista Sebastián Soto fue uno de los que planteó la necesidad de una Comisión de Armonización que diera coherencia al texto final.
Y varios más: la Coordinadora por la Renacionalización del Cobre expuso sobre las cifras de los impuestos a la gran minería y pidieron la creación de una comisión de bienes comunes estratégicos; mientras que el Club de Patinaje Quetzal de La Pintana solicitó la incorporación del deporte como un derecho en la nueva Constitución.
A sistematizar
La forma en que estarán integradas las propuestas de los más de 100 expositores aún no es clara. Lo que la Comisión aprobó en sus primeros días de funcionamiento fue que deberán “analizar y valorar las propuestas orales y escritas que se incorporen en el período de audiencias públicas”.
Para eso, cuando termine el plazo establecido para el funcionamiento de la instancia, tendrán que emitir un informe final aprobado por la mayoría de los presentes que tendrá que contener “una relación de todas las audiencias, textos completos de documentos y propuestas recibidas, y la valoración congruente y razonada que de ellos hizo la Comisión, indicando las razones para aceptar o rechazar su incorporación en el texto del Proyecto de Reglamento Definitivo, de forma tal de construir su historia fidedigna y la incidencia que en él tuvo la participación de la sociedad civil y de los pueblos originarios”.
Hasta el momento, la coordinación integrada por Bravo y Amaya Alvez (RD) se está apoyando en algunos constituyentes que voluntariamente se ofrecieron a colaborar, de manera informal, con ese proceso. Con ese fin, están haciendo resúmenes de los puntos más relevantes de cada presentación.
“Cada uno de los constituyente toma nota, yo no concibo estar sentado en una audiencia pública sin un cuaderno, aunque sea un cuaderno escolar, donde tomo nota de lo que considero más interesante”, explica Agustín Squella, uno de los integrantes de la comisión.
No obstante, Bravo agrega que están buscando el apoyo de universidades o académicos que puedan colaborar con algún software al que se le alimente de las minutas entregadas por cada expositor.
¿Y los plazos?
Este sábado 7 de agosto, cerca de 15 constituyentes harán presentaciones a la Comisión para socializar sus propias propuestas de reglamento, entre las que ya existen alternativas entregadas por la UDI, por RN y Evópoli y el Colectivo Socialista.
Aquello no necesariamente reduce el trabajo, pues aún se debe debatir punto por punto el texto. El tiempo restante para redactar el reglamento es motivo de preocupación para algunos constituyentes de la instancia. Esta semana, la presidenta de la Convención, Elisa Loncon, respondió sobre ese punto. “Tenemos tiempos fijos, tenemos nueve meses y podemos ampliar por tres más. Estamos trabajando en el marco del tiempo que tenemos […] En el tiempo que tenemos, tenemos que ser capaces de instalar las bases y hacer lo que nos han mandatado, que es darle a Chile una nueva Constitución”.
Pero en efecto, la Comisión de Reglamento tiene un problema de tiempos. Una de sus subcomisiones, la de vinculación con otras comisiones, debe precisamente recibir el material que le entreguen las otras siete instancias que también deben generar propuestas en materia reglamentaria, según sus temas específicos. El conflicto con eso es que, si bien Ética y Presupuesto partieron a la par, hay otras cinco que se constituyeron recién una semana después, por lo que finalizarían cerca del 26 de agosto sus mandatos.
En ese sentido, desde la Mesa transmiten que han existido hasta el momento solo conversaciones informales para reparar ese punto. Existen dos alternativas, de acuerdo con lo que barajan desde las directiva del órgano constituyente: solicitar derechamente más plazo o extender la duración de la de Reglamento hasta al menos la misma fecha de fin de las otras cinco comisiones. Cualquiera de las dos alternativas debe ser resuelta por el Pleno.