¿El fin de un ciclo? La Lista del Pueblo entra “en reflexión”
La salida de una decena de convencionales y el supuesto fraude de firmas por Diego Ancalao asestaron un golpe crítico al movimiento. Ahora preparan un “congreso refundacional” para darle otro objetivo al bloque.
“Hoy empiezo a dar un paso al costado, del proceso de la Convención al menos, porque hay momentos en la vida en que las decepciones de las personas te obligan a que tengas que tomar una pausa necesaria. ¿Qué dejaron de lado por esta causa? Yo, todo”.
Así cierra su última publicación en Instagram uno de los voceros y gestores de La Lista del Pueblo (LLDP), Rafael Montecinos Ferrada. En ella reflexiona sobre su rol en ese movimiento y expresa sentir dolor por la pérdida de los constituyentes que se desvincularon de la lista en las últimas semanas, muchos de quienes incluso “se van sin despedirse”.
El escándalo que protagonizó el excandidato presidencial Diego Ancalao, que presentó ante el Servel 23 mil patrocinios que sin embargo se vinculaban con una notaría ya inexistente, terminó por asestar un golpe crítico al movimiento.
En ese escenario, en la lista no se atreven a hablar de un “fin”. Sí hay, como dicen internamente, una “reflexión profunda” sobre hacia dónde ir y con quiénes llegar. De hecho, en la asamblea de la noche de este martes, la intención es definir la fecha para un “congreso refundacional” que entregue otro propósito a La Lista del Pueblo, una vez que el objetivo de llegar al Congreso y a La Moneda no se alcanzó; y el de entrar a la Convención Constitucional ya está acabado.
La partida de los convencionales
Montecinos es parte del trío de fundadores que logró involucrar en LLDP a conocidos manifestantes de Plaza Italia y que consiguieron abrir el espacio a movimientos de todo el país. Ese esquema electoral, que aprovechó una nueva legislación que permitió la conformación de listas entre no militantes, consiguió la llegada de 27 representantes a la Convención. De esos, en la práctica quedan menos de 10 ligados a la orgánica nacional.
A través de redes sociales, los constituyentes Loreto Vallejos, Camila Zárate, Natalia Henríquez, Giovanna Grandón, Francisco Caamaño, Loreto Vidal, Helmuth Martínez, Elisa Giustinianovich, Ivanna Olivares, Daniel Bravo, Francisca Arauna, Fernando Salinas, Lisette Vergara, Ingrid Villena y María Magdalena Rivera han oficializado su distanciamiento de la lista nacional.
Villena, Salinas y Vergara fueron los últimos, posterior a los hechos con Ancalao. Y a pesar de que hay 12 otros convencionales que aún no lo han aseverado públicamente, hay al menos cuatro que tampoco participan activamente de las asambleas nacionales y que solo quedaron bajo el paraguas de la lista, como es el caso de Dayyana González (D3) y Adriana Ampuero (D26).
“Ya no participamos como organización ni como candidatura electa del nacional. Nuestra máxima vinculación y compromiso ahora está con el trabajo conjunto con los y las constituyentes electos, con quienes sí realizamos trabajo político”, asegura González a PAUTA.
Así, los convencionales mantienen las coordinaciones entre sí dentro del órgano constituyente, a excepción de Loreto Vidal. La clave, entonces: LLDP debería volcar sus energías de nuevo en la Convención, según plantean internamente.
En conversación con este medio, el constituyente Cristóbal Andrade, uno de los representantes más involucrados en la orgánica nacional, asegura que la lista sobrevivirá “volviendo a los orígenes. Ayudas sociales y rodeando la Convención Constituyente con el poder popular, ya que hay razones para que la gente se manifieste, pidiendo más participación y presionando a la Convención en temas que le parecen importantes”.
Una “operación” de los partidos políticos fue una de las primeras respuestas que entregaron para explicar el desorden interno, pero con el paso de los días surgió otra lectura: realizar una carrera presidencial y parlamentaria apurada, sin experiencia política, fue determinante en la serie de sucesos que terminó con el mal momento de La Lista.
“Teníamos una orgánica no consolidada. Pasaron solo tres meses desde las elecciones. La principal autocrítica es el espíritu sobreoptimista y triunfalista que tuvimos, el no saber administrar el millón de votos que recibimos”, contesta Verónica Guzmán, excandidata a diputada.
¿Se terminó el bloque?
Si bien Montecinos habla de un distanciamiento con lo relacionado a la Convención, desde su entorno dicen que no abandonaría el bloque y continuaría trabajando por el proyecto. La definición de cómo continuarlo se daría recién en las próximas semanas, pues La Lista “entrará en reflexión”, como lo declararon en el último comunicado público. Hay por delante un congreso cuyo objetivo es “refundar” el espacio, pero no terminarlo.
“La Lista no tiene ninguna culpa. No somos una institución que llevó a un candidato, Ancalao es quien tiene que hacerse responsable de esas firmas […]. Los partidos políticos han sido financiados por empresas, recordemos Soquimich, y siguen ahí. Es muy curioso que a nosotros se nos exija autodestruirnos, cuando ni siquiera hemos cometido ningún delito. Nos llama la atención, y como no hemos cometido ningún delito, no nos vamos a ocultar ni a esconder”, agrega Guzmán.
Lo que sí hay, a juicio de otras voces de la lista, es el “fin de un proceso”.
“Ahora existe un gran desafío y solo depende del grado de compromiso y objetivo político que tenga hoy LLDP. En este sentido, esta crisis permite ver la necesidad de construcción de proyecto político a largo plazo. De hecho, la carencia de proyecto es un elemento que condujo a la crisis”, responde Carlos Astudillo, excandidato a diputado que dejó la orgánica después del aparente fraude en torno a las firmas de patrocinio a Ancalao.
Lo que aseguran en la dinámica interna es que La Lista no desaparecerá, pues el objetivo central era alcanzar la “dignidad para el pueblo” y eso aún no se ha conseguido. Pero el control de daños continúa: todavía no saben si se sumarán más bajas durante los próximos días, pues la última asamblea -en la que participaron “entre 50 y 75 personas”, dicen- fue antes de conocer la situación de los patrocinios falsificados y la siguiente recién sería este martes 31 de agosto.
“Creo más bien que es un cierre de un ciclo. La gente que está en la asamblea quiere seguir. Finalmente será decisión de la misma asamblea”, responde a este medio Evelyn Godoy, otra de las fundadoras del bloque.
Desde fuera, la lectura que hacen quienes fueron expulsados por el movimiento a propósito del impasse con Cristian Cuevas tiene relación con la responsabilidad de quienes actuaban como la “cúpula” de la lista.
En diversos comunicados públicos de las últimas semanas, un subgrupo integrado por la exprecandidata presidencial Luz Alca; Claudia Pérez, exasesora de la convencional Giovanna Grandón; más Ángel Spotorno y Leonardo Ponce denunciaba “prácticas fascistas”, falta de democracia interna, y solicitaban precisamente la refundación del bloque. Otros integrantes no reconocen a este subgrupo como parte de LLDP.
“Creo que lo que llega a su fin son ciertos liderazgos, pero LLDP es solo un referente de una gran energía política y social que sigue estando presente. Esa energía política y social buscará un cauce para estar presente en el escenario actual. Serán otros movimientos, no lo sé, pero la energía existe, está y buscará cómo encauzarse para estar presente”, señala Claudia Pérez.