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La desconocida presencia de dos chilenos en una misión española en Afganistán

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Agencia Uno
POR Ana María |

Aunque Chile nunca envió tropas a Afganistán, en 2004 dos uniformados del país viajaron a Kabul.

Si bien ni Chile ni su Ejército nunca ha tenido presencia en Afganistán, en 2004 sí dos de sus integrantes participaron como observadores en Kabul: el entonces capitán Patricio García Torres y el suboficial Pedro Hernández.

Se trata de una desconocida tarea de la que fueron parte a raíz de un convenio entre el Ejército chileno y el Ejército de Tierra en España. Los militares españoles se desplegaban en Afganistán en la Fuerza Internacional para la Asistencia y Seguridad de Afganistán (ISAF) de la OTAN, que tuvo presencia durante 13 años, entre 2001 y 2014.

El viaje de los militares se produjo durante el gobierno de Ricardo Lagos

En el caso de los chilenos, viajaron a Afganistán como representantes del Ejército español y su misión duró cinco meses. En Kabul formaron parte de la Unidad de Ingenieros y entre los roles que cumplieron hubo desde ayuda humanitaria, construcción y mantenimiento.

Fue una misión durante un período convulsionado, tres años después de los atentados a las Torres Gemelas del 11 de septiembre de 2001 y cuando Estados Unidos ya había iniciado la ocupación a ese país. Washington terminó su intervención militar el pasado 31 de agosto, en una cuestionada salida marcada por el regreso de los talibanes al poder en Afganistán.

Su rol en Kabul

La misión en la que participaron los militares chilenos está relatada en un artículo que publicó en 2004 la Revista Española de Defensa y que se titula “Tres años en Afganistán”.

En el texto se da cuenta de que en ese entonces Afganistán era “la misión de paz más lejana de las Fuerzas Armadas españolas” y que se hacía para apoyar al gobierno provisional afgano. La ISAF, a su vez, era dirigida por el general canadiense Joselyn Lacroix y se alojaba en la base Camp Warehouse, la que era descrita de un tamaño equivalente “a unos 20 campos de fútbol”.

Sobre la agrupación española, la revista cuenta que en 2004 viajaron a Kabul “100 militares del Ejército de Tierra, dos observadores del Ejército de Chile y tres intérpretes”. Entre los militares había 17 mujeres.

El artículo además lleva un subtítulo destacado sobre García y Hernández, los dos observadores chilenos y que en la misión del Arma de Ingenieros. Y relata que ambos llegaron a España el 27 de diciembre de 2004, cuando se incorporaron durante un mes a las tropas españolas en Zaragoza para la fase de preparación.

En ese artículo fue entrevistado el entonces capitán chileno Patricio García, quien dijo que ser parte del contingente español en Afganistán era “una profunda satisfacción y orgullo personal, además de un gran desafío y una oportunidad desde el punto de vista profesional”.

Y añadió que “me ha llamado la atención, junto al nivel de eficiencia con el que las unidades de la fuerza española cumplen todas sus misiones, el grado de profesionalidad de cada uno de sus componentes, incluso frente a la adversidad que supuso el reciente atentado terrorista que ha afectado a España y cuyo dolor compartimos profundamente”. Agregó que “existe un ambiente de camaradería y lealtad, virtudes militares que permitirán, que al término de estos cuatro meses de misión, no sólo hayamos crecido profesionalmente sino también en el ámbito personal”.

Haití sí, Afganistán no

A inicios del siglo, en medio de la “Guerra contra el Terrorismo” impulsada por el Estados Unidos de George Bush, que incluyó las invasiones a Afganistán e Irak, países como Chile tenían sus propias prioridades estratégicas. Se trataba de los mismos años de la presidencia de Lula da Silva en Brasil, un político de izquierda que buscó convertir a Brasilia en un jugador global.

Fue precisamente parte de esa dimensión internacionalista de Lula y el relativo desinterés de Bush por América Latina los que impulsaron iniciativas militares de paz en esta latitud. Así, en vez de concentrar esfuerzos en otros continentes, líderes como Lula y Lagos consideraron más importante privilegiar una presencia en Haití, todo un caso de Estado fallido.

Según relata a PAUTA un exintegrante del gobierno de Lagos, se priorizaba entonces en dos temas: que ese apoyo fuera a través de la ONU y que fuera a un país de la región. El 3 de marzo de 2004 partió el primer envío de tropas a Haití, que se prolongó por 13 años.

Por ese motivo, Afganistán nunca entró a un mapa de posibles envíos de militares. Y es el motivo por el cual no puede decirse que la presencia de los militares chilenos Patricio García Pedro Hernández en Kabul represente oficial y ni siquiera simbólicamente que Chile haya estado en Afganistán. Fuentes dentro del mismo Ejército de Chile confirman que, en rigor, García y Hernández fueron parte de la misión española de ISAF.