Tres episodios únicos de la jornada en que los diputados votaron por destituir a Piñera
La oposición logró 78 respaldos ajustados para una inédita acusación constitucional contra el Presidente de la República desde el retorno a la democracia. La decisión final la tomará el Senado.
Café, cigarrillos furtivos, galletas, pasas y alguna dormida a escondidas. Después de todo, fueron 22 horas de sesión que se cerraron pasadas las 8 de la mañana de este martes 9 de noviembre con la aprobación ajustada, mínima pero suficiente, de una acusación constitucional (AC) en contra del Presidente Sebastián Piñera por el caso de Minera Dominga tras la revelación de los Pandora Papers. Es la primera vez que se activa un proceso de destitución en contra de un Jefe de Estado desde el retorno a la democracia.
El diputado Jaime Naranjo (PS) consumió 15 de las 22 horas. Él solo. Ofició como el “acusador” en la sesión y se transformó en el legislador que más ha hablado de corrido en la Cámara. Todo a punta de agua y un puñado de frutos secos. El resto del tiempo lo consumieron la defensa del Presidente, a cargo del abogado Jorge Gálvez, y algunos minutos de representantes de los comités parlamentarios.
Su meta era clara. Sin voto telemático, tenía que hacer tiempo para que su par Giorgio Jackson (RD) -considerado el voto clave de la jornada- llegara a Valparaíso después de terminar su cuarentena por ser contacto estrecho del candidato presidencial de Apruebo Dignidad, Gabriel Boric. Naranjo lo logró. Los 78 votos se consiguieron y el texto se aprobó con lo justo.
Su extensa presentación fue criticada por el oficialismo, que la calificaron de “circo”. En la oposición, en cambio, lo aplaudieron y hablaban de “hazaña” y de toda una “épica”, y lo convirtieron en un hito para relación de la izquierda y centroizquierda. “Una señal de unidad”, en palabras del diputado PS. De hecho, Naranjo terminó como un rockstar entre sus colegas del Frente Amplio, el PC y de Nuevo Pacto Social que estuvieron despiertos durante toda la madrugada y transmitieron la larga espera como un “reality” a través de sus redes sociales. Sí: los parlamentarios se paseaban con sus celulares transmitiendo por cuanta tecnología supieran usar para llegar a sus seguidores.
Varios de sus compañeros le pidieron fotografías al diputado estrella. Un “naranjazo” del siglo XXI, otros más entusiastas a esa hora hablaban de un esfuerzo “sobrehumano” porque “ninguno habría podido hablar tanto”.
¿Dónde está Sabag?: la tensión en la DC, la maniobra distractiva y la polémica del PCR
A las 16:00 horas, los parlamentarios de la oposición comentaban que “el Excel con los votos a favor” del libelo estaba justo. Sin los votos de Pepe Auth (IND), Carlos Abel Jarpa (IND ex-PR), Pablo Lorenzini (IND ex-DC) y Pedro Velásquez (IND ex-FRVS) y de Gabriel Boric (CS), quien no pudo votar debido a su cuarentena, no había espacio para otras bajas. Había 77 diputados contabilizados a la espera del número 78 (piso necesario para aprobar), que sería Jackson. Pero las alarmas se encendieron media hora después de ese chequeo. A las 16:35 horas el diputado Jorge Sabag (DC) mandó un mensaje en el chat de la bancada para avisar de un “no me siento bien”, que estaba cansado y que por eso se había tomado un PCR preventivo en Chillán (lugar donde estaba haciendo su campaña senatorial) en un móvil de búsqueda activa. Por lo mismo, a la espera del resultado, no podía llegar al Congreso. Sus palabras se transformaron en un bomba para su partido y también para el resto de la oposición, pues si él no llegaba la AC se caía por no tener cuórum.
Entre sus camaradas hubo una reacción dividida. Algunos le desearon que se mejorara pronto, pero otros fueron menos amables y apuntaron a que Sabag no habría tenido intención de viajar a Valparaíso, en especial por lo tarde que avisaba. En la filas DC hubo de quienes, enojados, plantearon que el PCR era una herramienta de excusa de último minuto. Estaba a más de 500 kilómetros de distancia y todo se complicaba.
La noticia fue tomada con nerviosismo en las bancadas opositoras, quienes evitaron alertar a Naranjo de la situación. Los llamados de ida y vuelta comenzaron. Las palabras de grueso calibre, también.
De hecho, Gabriel Ascencio, el jefe de bancada de la DC, y su par Gabriel Silber, subjefe de bancada DC, fueron los más duros para convencer y presionar al diputado de viajar. La ausencia de Sabag y la posibilidad de perder la acusación por esa acción, se convertía en un foco de críticas no solo para DC, también para su candidata presidencial, Yasna Provoste, quien tendría que explicar en un eventual fracaso por qué los diputados de su partido se descolgaban.
En la DC, además, acusaban telefonazos del Gobierno a los diputados “indecisos” con todo tipo de compromisos. Todo era un caldero. Se pensó, por ejemplo, que hasta la propia Provoste ordenara a sus camaradas. Sin embargo, no fue necesario que la candidata de Nuevo Pacto Social llamara. A las 17:25 horas Ascencio tiró la bangala y prometió que los votos de los 12 diputados DC, incluido Sabag, estaban. Eso sí, lo que no tenía contemplado era la arremetida de las seremi de Salud de Ñuble y de Valparaíso, quienes pusieron el foco en un tema sanitario: el resultado del PCR de Sabag no estaba aún. Y esto gatilló otra de las escenas “inolvidables” de la jornada.
Ascencio, molesto por la presión de la autoridad de Salud que estaba esperando a la entrada del Congreso para notificar a Sabag del tema, hizo que su colega entrara por el costado al edificio sin que nadie se percatara. Luego se subió al automóvil de Sabag y entró en el vehículo para despistar a las funcionarias de salud y a la prensa. El jefe de los diputados DC hizo una “maniobra distractiva” con una cuota de dramatismo y amenazas cruzadas. De hecho, el parlamentario anunció “medidas judiciales por tratar de impedir que un diputado entre a la sede del Poder Legislativo”.
Seremi de Salud de Valparaíso estaba esperando a la entrada del Congreso al diputado Sabag. Resulta que Sabag entró de incógnita caminado y el diputado Ascencio (jefe de bancada DC) hizo esta performance para desviar y encarar a las funcionarias. pic.twitter.com/OGazwBxDkD
— Gladys Piérola M. (@LalyPierola) November 9, 2021
La situación enfureció a los parlamentarios de Chile Podemos Más y descolocó a los miembros de La Moneda que estaban a esa hora en Valparaíso, quienes apuntaron una y otra vez a la “irresponsabilidad” de Sabag y a la presión de la propia DC a los suyos. Desde el Gobierno, usaron artillería pesada y defendieron el oficio que dejó Georg Hübner, seremi de Salud de Valparaíso, en manos del presidente de la Cámara, Diego Paulsen, por el tema.
Sabag ingresó al Congreso, pero no al hemiciclo. Se quedó aislado en su oficina a la espera de la votación para no agitar más las aguas. Así, silencioso entró a la Sala solo minutos antes del 8:00 horas de este martes. E hizo lo justo y necesario. Marcó su voto a favor y se fue rápidamente.
Al rato recibió resultado del PCR de la discordia: negativo.
Naranjo non-stop
El texto acusatorio tenía de 99 páginas y dos capítulos acusatorios, pero el diputado Naranjo llegó preparado con más de mil páginas. Eso, según su estrategia, era suficiente para estar varias horas sin parar y lo logró. Batió récord local y se convirtió en el diputado con más labia y aguante del Congreso al hablar casi 15 horas seguidas. Tomó líquido y comió poco. Se paró dos veces al baño y estuvo flanqueado por distintos colegas que se preocuparon de apoyarlo frente al cansancio. Hubo aplausos, gritos, pancartas y fotografías. También críticas e incluso amenazas desde la derecha de pasarlo a la Comisión de Ética por aplicar lo que él mismo tituló como la “Operación Lázaro”.
En la tradición anglosajona, esa táctica del hablar sin parar se llama filibusterismo y tiene como objetivo dilatar la discusión para evitar que se tome una decisión determinada. En este caso, todo era para esperar el voto 78, de Jackson.
“Uno está dispuesto a cualquier sacrificio para que en nuestro país tenga una plena democracia y eso es lo que quiero dejar claro hoy: un testimonio de que se puede luchar hasta los más largo y profundo del ser humano para que haya justicia e Igualdad”, comentó el diputado PS.
Después de tantas horas, con voz gastada y evidente desgaste, Naranjo -de 70 años- dijo sentirse orgulloso de lo hecho y del “ayuno” obligado que mantuvo durante la jornada. Señaló que esto incluso se lo dedicaba a las víctimas de violaciones a los derechos humanos del estallido social en guiño a la primera AC contra el Presidente que se cayó por falta de votos. Además, reiteró que su gesto era una señal para la oposición.
“Nos sentimos todos orgullosos de haber construido la unidad de la oposición y obtener el objetivo de acusar al Presidente Sebastián Piñera, quien es el único Presidente que ha sido acusado en su periodo presidencial dos veces. Una por vulnerar gravemente los derechos humanos y otra por comprometer el honor de la nación. Hoy le podemos decir al país que hemos logrado nuestro objetivo”, agregó.
En el oficialismo no ocultaban su decepción con el panorama. Calificaron de “circo” la performance de Naranjo e hicieron un juego de palabras con el apellido del diputado para criticarlo. “Hace mucho que el señor Naranjo no daba tanto jugo”, comentó el diputado y presidente de la UDI, Javier Macaya.
El oficialismo: la preocupación presidencial
Pasada la medianoche, con Sabag en el Congreso y Jackson en camino, La Moneda y el oficialismo confirmaron el escenario adverso: la acusación se aprobaba con lo justo. Así que la polémica se trasladó a la siguiente fase. El Senado tendrá que revisar el texto una semana antes de las elecciones. En un hipotético -improbable- caso de que se aprobara, el Congreso destituiría a un Presidente en los mismos días en que los ciudadanos eligirían a su sucesor.
“Lo que nosotros vimos es que se aprobó por un voto una AC manifiestamente injusta con un uso electoral evidente, desde que se presentó. Y realmente, más que si nosotros nos hacemos una autocrítica, estamos tristes. Estamos tristes por lo que hemos visto, vimos un show político, un show mediático inaceptable y muy doloroso para la democracia, más que para el Gobierno, para Chile, para su futuro”, dijo el ministro de la Segpres, Juan José Ossa.
Y agregró: “Esperamos que en el Senado impere la sensatez, pero ¿si ustedes me preguntan qué sentimos? Mucha tristeza por esta herida que se le ha hecho al país”
No pocos dirigentes apuntaban a que este tipo de estrategia, además de desprestigiarlos, se transformaba en bencina para los discursos “antipolíticos” y “anti-Congreso”. De hecho, varios en ex Chile Vamos advirtieron esto era “bencina” para la campaña del republicano José Antonio Kast (Frente Social Cristiano), pues -según el oficialismo- esto dejaba en una incómoda posición tanto Gabriel Boric como Yasna Provoste, quien ahora se deberá pronunciar sobre el texto. Toda la unión de la izquierda y la centroizquierda en la Cámara podría costar en el Senado. Allá se necesita 29 votos y la oposición solo tiene 24. Y no hay certeza de que la oposición vote en bloque.
“Tengo la impresión que la izquierda hoy, con el gustito que se acaba de dar, va a perder la elección presidencial, porque no garantiza la continuidad democrática con sus acusaciones constitucionales permanentes”, señaló el diputado de la UDI Ramón Barros. De hecho, el parlamentario apuntó con sarcasmo que Naranjo se convirtió en el “jefe de campaña” de quien pase a segunda vuelta por la derecha, sea Kast o Sebastián Sichel.