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Cuál fue la línea argumental de los senadores que impidieron la destitución del Presidente Piñera

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Agencia Uno
POR Carlos Agurto |

Quince de 19 senadores oficialistas explicaron por qué rechazaron la acusación constitucional contra el Jefe de Estado, que terminó desestimada por la Cámara Alta este martes.

“La acusación constitucional ya es parte del pasado”, se escuchó en público en el Palacio de La Moneda. Dos veces. De manera textual, pero con un par de horas de diferencias: primero el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, y luego el propio Presidente de la República, Sebastián Piñera.

En el Gobierno buscan encapsular de esa forma la fallida destitución del Mandatario. El objetivo es dar vuelta la página y entregar señales de estabilidad y gobernabilidad. Lo de largo plazo que más interesa al Jefe de Estado: trabajar ahora en “el legado”. Ese fue uno de los encargos del Presidente a sus ministros luego de reunirse con ellos la mañana de este miércoles.

Sin embargo, la votación fue en bloque –tal como adelantó PAUTA-, con la oposición unida por un lado y el oficialismo en contra por el otro. La abstención del senador Manuel José Ossandón (RN), en lo relevante, fue un “no respaldo” al libelo.

Pero hubo algo más al ver los argumentos sobre la acusación. Hubo señales sobre lo que podría estar ocurriendo entre los senadores y la figura del Mandatario, sobre todo en el oficialismo. Y todo, claro, estaba cruzado con la cuenta regresiva a las elecciones de este 21 de noviembre.

Las votaciones directas y sin fundamentos

De los 19 senadores del oficialismo, cinco tomaron la opción de solo manifestar su voto, sin fundamentarlos. Es algo que se les está permitido, pero se trata de una decisión política.

Esta alternativa fue utilizada por Jacqueline van Rysselberghe (UDI), Alejandro García-Huidobro (UDI), Juan Castro (RN), Carmen Gloria Aravena (IND) y Kenneth Pugh (IND).

A este listado se agrega la senadora UDI Ena von Baer. Si bien tomó la opción de manifestar solo su voto, tuvo una breve declaración y la única -de todos los parlamentarios oficialistas- que en su declaración apoyó directamente al Presidente Sebastián Piñera, más allá de la institucionalidad del cargo.

“Convencida de la inocencia del Presidente de la República voto en contra de ambos capítulos”, dijo la senadora. La parlamentaria va a la reelección por la Región de Los Ríos y ha manifestado su apoyo a la candidatura de José Antonio Kast.

La institucionalidad y el descrédito al libelo

El primer senador oficialista en tomar la palabra fue Iván Moreira (UDI). Su alocución giró en desacreditar los argumentos de los diputados acusadores, defender las instituciones y relacionar la instancia con un provecho electoral de parte de sus impulsores.

“Detrás de todo esto hay un acomodo político-electoral para una acusación constitucional que pretende darle créditos, réditos a la oposición y a la izquierda, con un Presidente que hoy día no goza de la popularidad”, señaló el senador que va a la reelección por la Región de Los Lagos.

Felipe Kast (Evópoli) defendió la institucionalidad, aseguró que la acusación es inadmisible y agregó que “los supuestos hechos, en caso de haber existido, ocurrieron varios años antes de cuando ocurre esta acusación”.

José García Ruminot (RN) criticó los fundamentos de la acusación. Resaltó los argumentos de la defensa y respaldó las acciones del Presidente y la imagen que se proyecta hacia el exterior: “El Presidente Piñera es hoy reconocido por el mundo entero, el mundo habla bien de Chile, no mal de Chile. En el mundo hay un reconocimiento a la gestión del Gobierno”.

David Sandoval (UDI) criticó a la oposición por “abusar” de la herramienta de la acusación constitucional a lo largo del actual Gobierno y aseguró que detrás de la AC habría “intereses políticos que desgraciadamente ponen en riesgo la institucionalidad de todo el país”.

Jorge Durana (UDI) dijo que “la coherencia no importa, el objetivo es claro: destituir al Presidente de la República”.

En una línea similar, Claudio Alvarado (UDI) apuntó a los impulsores de la AC de presentar “una acusación constitucional que da cuenta de hechos sin acreditarlos”.

Junto con buscar desacreditar a los acusadores y decir que la AC no cumplía con los requisitos básicos, Rodrigo Galilea (RN) dijo que “no tiene nada que ver con la operación de venta de los hijos del Presidente el año 2010 y 2011”.

Marcela Sabat (RN) ligó la acusación con las elecciones y justificó su votación en contra “principalmente por mi defensa del Estado democrático y las instituciones”.

Mientras que Luz Ebensperger (UDI) se sumó a la defensa institucional y alegó en base a la norma: “Están pervirtiendo una herramienta fundamental de control […], buscando los acusadores efectos políticos electorales en su propio beneficio”.

Francisco Chahuán (RN) dijo que la AC “se basa en hechos que son absolutamente falsos”, se sumó a las acusación de una intención electoral de sus impulsores y la defensa a la institucionalidad.

Algo similar expresó Juan Antonio Coloma (UDI), quien agregó que la acción “está mañosamente redactada, llena de imprecisiones”.

Rafael Prohens (RN) cerró las intervenciones oficialistas. A su juicio, el libelo queda desacreditado al señalar que “solo se rebaja a meras conjeturas que no pueden comprobar“.

Las excepción en el senador Ossandón

Manuel José Ossandón fue el quinto senador oficialista en tomar la palabra. No había mayores certezas de cómo iba a votar, aunque en el oficialismo se apostaba porque no aprobaría. Tampoco se sabía bien la fundamentación que haría y cuánta distancia iba a tomar del Presidente, considerando sus históricas diferencias.

Justamente ese fue el punto de partida en su discurso: “Esta acusación no es un juicio al Gobierno. […] Tampoco es un juicio político y moral a la historia del Presidente Sebastián Piñera. […] Yo he dicho siempre que no comparto la manera en que él ha mezclado la política y los negocios”.

Sin embargo, apuntó a desacreditar los argumentos del libelo al decir que “no hay nada, solo presunción, la sospecha, la intuición de que no se declaró zona de protección para favorecer el pago”.

De todas maneras y casi en el epílogo del fundamento a su voto por la abstención dijo: “Tengo una sensación amarga de la existencia de muchas zonas grises con que la información que existe en la mano no logró aclarar”.

Salvo este considerado descuelgue predecible del senador Ossandón, un integrante del Gobierno no le dio mayor importancia al fondo de los argumentos de los demás parlamentarios de Chile Vamos que, a su juicio, a pesar de ser diversos fueron en bloque.