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La confesión de Solar en el Caso Bombas: envía explosivos al exministro Hinzpeter

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Agencia Uno
POR Ana María |

El antropólogo habría hecho lo mismo con la 54° Comisaría de Huechuraba. La Fiscalía también le imputa la colocación de dos artefactos en Vitacura y sobre esos hechos omitió a su expareja.

Fue el miércoles 1 de diciembre pasado que Francisco Solar Domínguez decidió entregar su testimonio ante el persecutor de la Fiscalía Metropolitana Sur, Claudio Orellana. Fue una declaración –que publicó La Tercera– totalmente diferente, pues por primera vez desde que está detenido, el individuo admitió y entregó detalles sobre los tres atentados explosivos que se le imputan, perpetrados entre 2019 y 2020.

Se trata del envío de dos cartas con explosivos en julio de 2019. La primera -que desactivó el Gope de Carabineros- dirigida al exministro del Interior Rodrigo Hinzpeter, a su oficina en Quiñenco, en Las Condes. La segunda a la 54° Comisaría de Carabineros de Huechuraba. Ahí hubo una explosión que hirió a ocho funcionarios.

El tercer hecho por el que está imputado ocurrió en Vitacura el 27 de febrero de 2020, cuando dos artefactos explosivos estallaron en dos lugares del acceso al edificio Tánica, ubicado en avenida Santa María. Pero acá hay un detalle: es el único de los tres casos en que Solar está formalizado junto Mónica Caballero, quien fue su pareja.

Precisamente, respecto del edificio Tánica no mencionó a Caballero. Sin embargo, la investigación de la Fiscalía imputa a ambos la colocación de explosivos: uno detrás una banca y otro al interior de un basurero. 

Sobre Caballero dijo que “no estoy obligado a declarar en términos de inculparla”. Además, se atribuyó la autoría intelectual de los hechos, lo que podría, enventualmente, ser un atenuante debido a la colaboración.

Los roles

La última reformalización de Solar y Caballero fue en julio pasado, en una audiencia en el 11° Juzgado de Garantía de Santiago. Allí el fiscal Orellana precisó hechos en los tres casos.

El persecutor reconstruyó los momentos previos al atentado al edificio Tánica y señaló que, la noche del 26 de febrero de 2020, la pareja entró al Motel Tropical, ubicado en calle Chacabuco, en la comuna de Santiago. Ambos estaban “caracterizados” y “llevaban consigo, ocultos en una bolsa, dos artefactos explosivos de fabricación artesanal”.

Según la Fiscalía, Caballero llevaba “un bolso con elementos de caracterización adicionales que ambos imputados emplearon al día siguiente”.

Así -continuó- el 27 de febrero en la mañana, ambos dejaron el motel “caracterizados de manera distinta a la de su ingreso, llevando consigo, al interior de una bolsa, dos artefactos explosivos […], con los cuales se dirigieron a la comuna de Vitacura, llegando aproximadamente a 300 metros de distancia del edificio Tánica”.

Luego, Orellana detalló el rol de Caballero: “Llevaba consigo, adicionalmente, dos bolsos de caracterización que proporcionó al imputado Francisco Javier Solar Domínguez, entre los que cuentan un sombrero, un abrigo, un pañuelo para el cuello y anteojos para el sol, con los que se vistió para dirigirse al lugar de colocación de los artefactos explosivos”.

Y añadió que Solar entregó a Caballero “al menos la bolsa contenedora con los artefactos explosivos”, la que ella “recibió y guardó”. Luego, la bolsa fue cambiada por una maleta.

Mónica Caballero y Francisco Solar en 2012.

Entonces, el fiscal señaló que Solar caminó hacia el lugar de colocación de los artefactos explosivos, mientras Caballero se mantuvo “prestando cobertura y vigilancia por alrededor de diez minutos. Luego se dirigió a la zona centro poniente de Santiago, deshaciéndose en el trayecto de la casi totalidad de las especies con las que habían llegado”.

Mientras tanto, siguió el fiscal, Solar llegó al edificio. Y alrededor de las 10:25 horas “colocó y activó” los dos artefactos explosivos, los que detonaron en el sector de áreas verdes “y de libre acceso público”. El primero, instalado detrás de una banca de concreto, estalló pasado el mediodía, a las 12:08 horas. El segundo, puesto dentro de un basurero, a las 12:32 horas.

Además, Orellana enfatizó que tanto para dirigirse al motel en Santiago como para ir a Vitacura, “y para huir del sitio del suceso, ambos imputados hicieron uso conjunto, y por separado, de diversos medios de locomoción pública”. Entre ellos, taxis, colectivos, buses y metro.

Cinco meses después, el 24 de julio de 2020, pasadas las siete de la mañana, el OS-9 de Carabineros, con una orden de entrada y registro, llegó a la casa de Caballero en Santiago Centro. Allí, dijo Orellana, dentro de un clóset se encontraron 157 gramos de marihuana.

Historia de una detención

En la mañana del 24 de julio de 2020, Caballero y Solar fueron detenidos -y luego formalizados- en el contexto de la investigación que dirige el fiscal regional Metropolitano sur, Héctor Barros, quien trabaja con Orellana. Solar, quien es antropólogo, entonces vivía en Quinta Normal.

Tres años antes, en 2017, Solar y Caballero habían regresado a Chile desde España. En ese país, en 2013, fueron condenados a cuatro años y medio de cárcel por la colocación de una bomba en la Basílica del Pilar, en Zaragoza. 

Un fallo judicial les permitió regresar anticipadamente a Chile.

De vuelta en el país, relató Solar a la Fiscalía, ambos se fueron a vivir a la Región del Maule. Y fue en 2018 cuando le planteó a Caballero su idea de “volver a la acción”, consigna La Tercera. “En una extensa conversación, ella me señala que no estaba dispuesta a hacer este tipo de acciones, porque no estaba dispuesta a asumir un riesgo de esa magnitud y que su prioridad estaba en el proyecto iniciado en la parcela”, relató.

A España viajaron después de que ambos fueran parte de un grupo de anarquistas que en 2012 fueron liberados en el llamado Caso Bombas 1, luego que la Justicia no determinara su culpabilidad. Incluso, el fisco fue sentenciado a indemnizar a los imputados por el período que estuvieron en prisión preventiva.

Esa indagatoria la lideró el entonces exfiscal Metropolitano sur Alejandro Peña. Y en el equipo también trabajó Héctor Barros. 

Debido al fracaso judicial que tuvo el Caso Bombas 1, cuando en julio de 2020 nuevamente fueron detenidos Solar y Caballero, el fiscal Barros enfrentó la pregunta sobre qué diferencias había entre la investigación de una causa y otra. “Este es un caso completamente diferente. Estamos hablando de evidencia biológica, de un estándar mucho más alto del que se exige normalmente, y con evidencia fílmica”, respondió.

Delitos que se les imputan

En diciembre, el tribunal de garantía accedió a la ampliación del plazo de investigación del caso de Solar y Caballero por dos meses; es decir, a marzo.

Solar está formalizado por dos envíos de encomiendas explosivas, dos homicidios frustrados de carabineros y un homicidio calificado frustrado de carabinero, además de una lesión menor grave y cinco lesiones leves en contra de funcionarios de la 54° Comisaría de Huechuraba.

Pero también se le imputa el delito de usurpación de identidad de Sandra Mutis Tapia, luego que en 2019 las encomiendas con explosivos fueran enviadas desde una oficina de Correos con ese nombre.

Asimismo, por la detonación del edificio Tánica, a Solar y Caballero se le imputan el delito de colocación y activación de artefacto explosivo desde la vía pública y un edificio de libre acceso. Además, Caballero está formalizada por tráfico ilícito de estupefaciente en pequeñas cantidades.