La huella de las votaciones: la posición ideológica de los candidatos a presidir la Convención
Un estudio de Unholster ubicó en un eje izquierda-derecha a todos los convencionales, entre ellos los ocho que están en carrera. Y PAUTA analizó cuál ha sido su variación en los últimos meses.
En menos de una semana la presidenta de la Convención Constitucional, Elisa Loncon (Mapuche), deberá dejar la testera para dar paso a una nueva directiva del órgano. En la carrera por la presidencia ya hay al menos ocho constituyentes que han manifestado su intención de ocupar el cargo que asumió Loncon el pasado 4 de julio de 2021.
Hasta el cierre de esta edición, los candidatos eran seis mujeres y dos hombre: Ramona Reyes (Col. Socialista), Beatriz Sánchez (FA), Patricia Politzer (INN), Cristina Dorador (MSC), Bárbara Sepúlveda (PC), Daniel Bravo (Pueblo Constituyente), Eric Chinga (Diaguita) y Loreto Vidal (Indep.)
El trabajo de la primera etapa de la Convención estuvo enfocado en la instalación de la entidad, la elección de las primeras autoridades y la definición de las reglas del juego, a través de la votación de los reglamentos. En PAUTA recogimos algunas de las principales votaciones que hubo en la primera etapa y comparamos cómo votaron las candidaturas actuales a la presidencia. Además, comparamos los datos de la empresa Unholster sobre las posiciones ideológicas de cada candidatura.
La línea ideológica de las candidaturas
La metodología de Unholster utiliza un algoritmo llamado Nominate Score para clasificar la posición ideológica de los convencionales. Cristóbal Huneeus, socio y director de Data Science de Unholster, fundador de Decide Chile, explica que esta es una forma de ordenar los convencionales sobre la base de sus votaciones en una dimensión, que se interpreta como izquierda-derecha. Una puntuación de 1 significa estar más a la derecha, y una puntuación de -1 estar más a la izquierda, siendo el cero el punto más al centro.
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Huneeus comenta que, en la práctica, si un convencional tiene una puntuación más cercana al -1 significa que sus votaciones “se parecen más a la de convencionales que están a la izquierda que los convencionales que están más al centro. Se basa solo en las votaciones”.
Si se ordenan las candidaturas actuales sobre la base de los últimos datos de Unholster, que agrupan las votaciones de los reglamentos, se obtiene que Ramona Reyes es la candidatura que está más posicionada en el centro, con un nominate score de -0.18. En el otro extremo está Chinga, quien alcanza una puntuación de -0.95, que lo ubica en el lugar más a la izquierda de la Convención, solo superado por Isabel Godoy (Colla).
Luego de Reyes, la puntuación más al centro es de la candidata de INN, Patricia Politzer, que tiene un score de -0.22, seguido de Beatriz Sánchez, que alcanza -0.33.
El resto de las candidaturas se ubica en el grupo más a la izquierda de la Convención, como es el caso de Dorador, la primera convencional en confirmar su disposición para ocupar el cargo de presidenta del órgano. Según los datos de Unholster, la científica obtuvo una puntuación de -0.68, seguido por Daniel Bravo, que alcanzó -0.78 y Sepúlveda, la carta de Chile Digno, que obtuvo -0.80.
Si se comparan los datos de la primera medición realizada en agosto con esta última, realizada en octubre, se obtiene que solo Chinga mantuvo su puntuación, mientras que el resto tuvo algunas variaciones. Las más importantes fueron de la candidata del FA, que se movió hacia la izquierda desde un -0.26 en agosto hasta un -0.33 en octubre, seguido por Bravo, que aumentó -0.06 puntos hacia la izquierda, y Politzer, que aumentó -0.05 hacia el mismo sector.
Dos bloques de votaciones en los reglamentos
En la votación de los reglamentos hubo algunos artículos en particular que despertaron mayor atención. Por ejemplo, la votación del cuórum de dos tercios para la aprobación de normas constitucionales o la definición de negacionismo en el reglamento de Ética.
En general, se puede observar que en algunos de esos artículos hubo un comportamiento que se podría dividir en dos grupos: por un lado, las candidatas del “bloque bisagra”, Sánchez, Reyes y Politzer, más Vidal; y por otro, Dorador, Sepúlveda, Bravo y Chinga.
Un reflejo de esto ocurrió en la votación del reglamento general, cuando se propuso que las vicepresidencias adjuntas fueran votadas a través de un sistema papal, lo cual complicaba significativamente la llegada de la derecha a la Mesa Directiva, ya que eran la fuerza minoritaria de la Convención. Al respecto, se manifestaron en contra Sánchez, Reyes, Politzer y Vidal, el resto votó a favor del sistema papal.
Dicho comportamiento se repitió, cuando un grupo de convencionales propuso que el cuórum de aprobación de normas constitucionales cambiara de dos tercios a tres quintos, lo cual fue rechazado en el Pleno. En consecuencia, se votó el artículo original, que mantenía el cuórum de dos tercios para aprobación de normas, Sánchez, Reyes, Politzer, Vidal y Dorador votaron a favor, mientras que el resto de las candidaturas rechazó el artículo
Otra votación en esa línea ocurrió cuando se deliberó sobre la definición de negacionismo en el reglamento de Ética, que se entendía como toda acción u omisión que justifique, niegue, minimice o haga apología o glorifique los delitos de lesa humanidad, ocurridos en Chile entre el 11 de septiembre de 1973 y el 10 de marzo de 1990 y aquellas “violaciones a los derechos humanos ocurridas durante el estallido social”. En esa oportunidad, Dorador, Sepúlveda, Bravo, Vidal y Chinga votaron a favor del artículo, mientras que el resto de las candidaturas votó en contra.
En el mismo reglamento, se votó una indicación que buscaba eliminar la suspensión del derecho a voz, como una de las sanciones aplicables a los convencionales en el reglamento de ética. En aquella ocasión, las tres candidatas de la centroizquierda votaron a favor de la indicación, además de Vidal y Chinga, mientras que el resto de las candidaturas optaron por mantenerla.