Rotación de coordinadores: el debate que será clave en la redacción constituyente

Los encargados de dirigir la discusión en las comisiones tienen un papel central en cómo se abordarán los artículos.

Si bien los últimos días de la Convención han estado marcados por la elección de la Mesa Directiva, encabezada por la presidenta María Elisa Quinteros (MSC) y el vicepresidente Gaspar Domínguez (INN) y además por las vicepresidencias adjuntas, otro mundo paralelo corre en las comisiones. No son ni Quinteros ni los vicepresidentes, sino la figura de los coordinadores la que pesa -y pesará más- en las definiciones más finas de las propuestas de artículos constituyentes.

Los coordinadores son una dupla de convencionales que están a cargo de organizar y dirigir la discusión constitucional en cada comisión. “El ritmo y la calidad que se dé al interior de la comisión dependerá de estos coordinadores. Por un lado, son aquellos que manejarán la campanita cuando se esté realizando un debate constitucional, son los que otorgarán la palabra […] En las comisiones, al menos en el Congreso Nacional, es donde se ‘cocinan’ las leyes”, ilustró el abogado Gabriel Osorio en el programa Derecho a la Convención, de Radio PAUTA.

El Reglamento señala que la coordinación es la encargada de “dirigir el debate y de informar periódicamente de acuerdo a su cronograma de trabajo al Pleno sobre el avance de la comisión”. Son siete las comisiones. Las actuales duplas de coordinadores fueron elegidas el 19 de octubre. Los constituyentes del Frente Amplio quedaron mejor representados, con cinco coordinadores, seguidos del pueblo mapuche, que obtuvo dos. El Colectivo Socialista incluyó a dos de sus miembros en la dirección de las comisiones, lo mismo que Movimientos Sociales Constituyentes. INN, PC y Pueblo Constituyente lograron un cargo cada uno.

Ese mismo día, un grupo de colectivos que no incluían a Vamos por Chile ni al Colectivo del Apruebo, acordaron establecer que las coordinaciones fueran rotativas. El diseño indicaba que, después de un plazo cercano a los tres meses, la dupla renunciara para permitir el ingreso de otra. Aquello es reconocido como un acuerdo “informal”, “de compadres”, dice un convencional del Colectivo Socialista, pero en la Comisión de Sistemas de Conocimiento quedó establecido así formalmente durante la misma sesión. 

Sin embargo, ahora hay dudas respecto a qué tan efectiva puede ser esa rotación. Algunos argumentan que es necesaria para dar espacio a otras fuerzas políticas; otros no tienen contemplada una rotación, ya que consideran que el trabajo está avanzado. 

Las posturas de los coordinadores

Si bien fue algo que se conversó, no hubo un acuerdo formal sobre la rotación. Al menos, así lo explican en la mayoría de las coordinaciones. “Desde los MSC se plantea que en general es importante la rotación en la dirección de cargos políticos […] Nos parece importante que exista este principio de que no hay personas que se apernen en los cargos. Eso nos permite que los cargos constantemente estén siendo ejercidos por personas que llegan con ideas frescas, que llegan con nuevas fuerzas, con nuevos ímpetus de llevar a cabo sus funciones y que eso le da mayor dinamismo a la dirección, a la coordinación de distintas instancias políticas“, comenta Vanessa Hoppe (MSC). Ella es la coordinadora de Sistemas de Justicia, en dupla on Christian Viera (FA).

Asimismo Hoppe agrega que “estamos recién iniciando el trabajo, no hemos entrado a lo más importante, que es la sistematización de las iniciativas y el trabajo de la deliberación en particular. Entonces, me parece que es un trabajo inconcluso todavía”.

El mecanismo de rotación en las coordinaciones no está contemplado en el Reglamento y la única forma de cambiar a los coordinadores es a través de una revocación solicitada por los integrantes de la comisión. El Reglamento establece que “un tercio de los convencionales constituyentes que integran la comisión temática podrán pedir la revocación de uno o de ambos miembros de la Coordinación de la comisión, por causa grave y debidamente justificada”.

Un caso particular ocurrió en la Comisión de Medioambiente y Modelo Económico. Son la única coordinación donde los colectivos de la dupla no tienen representación en otra coordinación. Este escenario es uno de los argumentos que sostiene Camila Zárate (Pueblo Constituyente), que si bien no se cierra a una rotación, sí afirma que en su comisión no se justificaría. “La rotación en algunas comisiones se vio como la posibilidad de que una y otra fuerza estén representadas. En nuestra comisión no pasó eso, porque logramos que nuestra comisión tuviera representación de dos personas que somos las únicas representantes de nuestros respectivos colectivos, que no están en ninguna otra coordinación”, comenta. La dupla de Zárate es Juan José Martin (INN).

Zárate agrega que en su caso en particular se trata de “ecoconstituyentes” y “la gran mayoría de la comisión se siente representada. Si se hace una rotación, esperaríamos que se mantengan esas fuerzas también”.

En la Comisión de Principios Constitucionales, la postura es algo diferente. Éricka Portilla (PC), una de las coordinadoras de ese espacio, comenta que se debe respetar la rotación. “Se planteó como un acuerdo que hubiera rotación. Por lo tanto, me parece que hay que honrar la palabra en ese sentido. Me parece que una vez concluida esta etapa, o cuando la comisión en su conjunto lo plantee, hay que concretar la rotación en la coordinación”.

Donde sí hubo un acuerdo formal fue en la Comisión de Sistemas de Conocimiento, coordinada por Ignacio Achurra (FA) y Cristina Dorador (MSC). Si bien la rotación estaba contemplada para la segunda mitad de enero, el convencional Achurra explica que antes es necesario terminar el primer informe de normas constitucionales.

“Se ha levantado la discusión respecto de la pertinencia de hacerlo en este momento, entendiendo que el 10 de febrero se cumple un primer ciclo en que la comisión debe entregar un primer informe de propuestas de normas constitucionales a la Convención. Parece más lógico que, de haber rotación, se produzca en ese momento”, comenta Achurra.

Y agrega: “Fue un argumento político que surgió en varias de las comisiones para poder llegar a acuerdo con los nombres; es decir, tratar de distribuir mejor la función de las comisiones permitiendo que no solo dos fuerzas estuvieran representadas en la coordinación, sino que pudiera haber más“.