La tarea de más seguridad recae en Izkia Siches, primera mujer a cargo de Interior
Refundar Carabineros, enfrentar la violencia en la Macrozona Sur y el narcotráfico, serán algunas de las tareas de la expresidenta del Colegio Médico, que abandonó su cargo para apoyar la campaña de Boric.
¿Quién llega?
Izkia Yasvin Siches Pastén (35) nació el 4 de marzo de 1986 en Arica. Es médica cirujana especializada en medicina interna y magíster en Salud Pública de la Universidad de Chile. Desde 2014 forma parte de la Unidad de Infectología del Hospital San Juan de Dios de Quinta Normal.
Mostró desde temprano un interés por la política, vinculándose a las Juventudes Comunistas en sus inicios en la universidad, pero luego abandonó esa tienda. Se declara de izquierda y ha cultivado lazos con personas del Frente Amplio sin militar formalmente. Integró la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH) como consejera y luego como presidenta del Centro de Estudiantes de Medicina. Desde esa época cultiva una relación política y de amistad con Gabriel Boric y Giorgio Jackson.
Su carrera gremial fue meteórica: en 2014 presidió el Consejo Regional de Santiago del Colegio Médico y en 2017 fue la primera mujer en liderar ese gremio, además de ser la presidenta más joven. Tuvo un rol protagónico en la pandemia no solo en materia sanitaria: en 2020, convocó a un grupo transversal de economistas para abordar las ayudas sociales necesarias en la pandemia, esfuerzo que luego fue recogido por el Gobierno en el Fondo Covid.
Feminista, partidaria de legalizar el aborto y orgullosa de ser “morena de ojos achinados”, como ha dicho, fue reconocida por la revista TIME entre las 100 mujeres más influyentes del mundo en 2021 por su gestión en la pandemia como presidenta del Colegio Médico.
El 25 de noviembre de 2021 renunció a su cargo para unirse a la campaña de Gabriel Boric, liderando un recorrido por el país para promover su candidatura. Se le atribuye haber logrado la adhesión de la zona norte, que inicialmente se había inclinado por el abanderado del Partido de la Gente, Franco Parisi.
Principales prioridades
Durante la campaña de Segunda Vuelta, Gabriel Boric dio un giro -en los énfasis- para darle más preponderancia a la seguridad y orden público. Antes del 21 de noviembre, en su comando y en los cientos de candidaturas que se disputaron ese día habían recibido numerosos comentarios de los electores para proteger los espacios públicos, combatir lo que se percibía como un incremento de la delincuencia común y también de un alza más sensible vinculada con el crimen organizado. De ese modo, el narcotráfico, los secuestros y el descontrol del porte de armas se transformaron en una lista de preocupaciones que el entonces candidato transformó en una agenda central de sus propuestas para la Segunda Vuelta.
Por lo tanto, la principal tarea que tendrá la titular del Ministerio del Interior y de Seguridad Pública -la primera mujer en la historia en ocupar ese cargo- es coordinar a todos los cuerpos del Estado para contener una serie de presiones en distintas áreas y zonas geográficas. De partida, la relación que deberá tener con Carabineros de Chile comienza con desconfianza, dado que Apruebo Dignidad fue uno de los bloques políticos más críticos del papel de la policía uniformada especialmente durante y después del Estallido Social.
Como diputado, Boric manifestó cuestionamientos en casos que se viralizaron y sin esperar los resultados de la Justicia. Antes de la Primera Vuelta, la campaña de Boric habló de “refundar” Carabineros; después bajó a “reformar”. El Mandatario electo se reunió con el general director de la institución, Ricardo Yáñez, en Punta Arenas, y Giorgio Jackson prometió que no habría cambios en el régimen previsional de los funcionarios.
Uno de los mayores desafíos de la nueva ministra Siches será no solo mantener la relación con el general Yáñez, sino cimentar lazos con el resto del alto mando. En un sonado error cometido por las segundas administraciones de Michelle Bachelet y Sebastián Piñera. En el caso de Bachelet, nunca sacó de su puesto a Bruno Villalobos, sobre quien pesaban ya acusaciones de distinto tipo (caso Huracán y Pacogate, entre otros); con Piñera, porque al remover a Hermes Soto (caso Catrillanca) se deshizo además al alto mando, y dejó en el puesto a un general (Mario Rozas) que no tenía ascendencia sobre sus subordinados. Tampoco Rozas completó su mandato original.
De este modo, la entrante secretaria de Estado tendrá la delicada gestión de levantar confianzas desde un nivel mínimo, mientras al mismo tiempo procura que las fuerzas policiales obedezcan las instrucciones de seguridad pública sin cometer ningún tipo de represión que varios de los grupos que apoyan a Boric consideren excesivo.
En todo caso, se tramita en el Senado el proyecto de ley enviado por Piñera que crea el Ministerio de Seguridad Pública. Eso equivaldrá a devolverle el nombre corto al Ministerio del Interior. Y es esa dimensión la que más acomoda a la nueva inquilina de esta cartera.
Su papel político consiste en varios focos. Es la “jefa” del Gabinete de ministros del Presidente. Como tal, debe administrar los pesos y contrapesos de todo el elenco de primera, segunda y tercera línea de responsabilidades, y asimismo tejer las relaciones con los partidos políticos y otros actores. De su debilidad (escaso conocimiento de las redes de los partidos), Siches podría hacer una fortaleza: su carácter de independiente le permitiría cruzar a otros espacios donde Boric desea consolidarse, como los movimientos sociales.
Que Siches solo haya entrado en la recta final a la campaña puede ser un inconveniente, dado que no ha tenido una larga experiencia conociendo al Presidente (como sí ocurre con Jackson, a quien también se le mencionó para Interior). No es poco, pero tampoco es garantía. El ejemplo de Bachelet es muy útil: Bachelet I comenzó con Andrés Zaldívar (DC) en Interior asumiendo que la experiencia del exsenador sería suficiente, pero la relación falló y Zaldívar duró un semestre; en Bachelet II la lección se pensó aprendida y la entonces mandataria escogió a su delfín Rodrigo Peñailillo (PPD), solo para terminar dejándolo caer en medio del caso Caval.
Ahora, por lo tanto, la tarea de acercar posiciones con las policías y de tejer redes en el Gabinete son desafíos prioritarios y especialmente difíciles para una figura independiente. Las herramientas con que Siches consiguió administrar el Colegio Médico, interceder ante todas las fuerzas políticas para retrasar el Plebiscito Constitucional en su fecha original (26 de abril de 2020) y consolidarse como una figura popular son el capital con que liderará esta cartera. Y otro detalle: cuando el Presidente esté fuera del país, ella se convertirá en Vicepresidenta de la República (la primera en la historia también).