Dos coaliciones y un Presidente: la división de poder que deberá administrar Boric
Apruebo Dignidad y el Socialismo Democrático compartirán un gabinete en el que podrían darse tensiones por los temores cruzados de “moderación” y “maximalismo”, respectivamente.
Luego de cada nombramiento de un primer gabinete, siempre se abre la interrogante de cuál va a ser el peso efectivo que tendrán cada uno de los partidos que llegan a La Moneda. El problema es que con la instalación del nuevo gobierno del Presidente electo Gabriel Boric, esa pregunta se duplica: a Apruebo Dignidad (AD), el buque madre de la nueva administración, se le sumó el Socialismo Democrático (PS-PPD-PR y PL) en un pacto de gobernabilidad inédito.
Y no basta solo con mirar la conformación del Comité Político del nuevo Gobierno, pues el también llamado círculo de hierro del Mandatario, en esta oportunidad, obedece más a las confianzas internas que a los cuoteos políticos.
Entonces, ¿cómo se deja contentos a todos? De alguna manera, el Frente Amplio, el PC, el FRVS y sus aliados aceptaron la fórmula propuesta por Boric, quien en un ejercicio de realismo político -e incluso de pragmatismo, comentan otros- sinceró que para que su programa pudiera avanzar y encausarse debía “ampliar la base de apoyo política y social”. Esto significaba no solo invitar a ministros y cuadros técnicos de la centroizquierda, sino también abrir las sillas y los espacios en las decisiones políticas. Como explica un miembro del nuevo gabinete, desde marzo en adelante “convivirán dos coaliciones y un Presidente”.
En ese escenario, las cuentas de poder entre AD y parte de la ex-Concertación -sin la Democracia Cristiana, eso sí- aún no son claras. Y tampoco las confianzas.
Solo con mirar a los 24 ministros la lectura queda corta: algunos se alegraron por la diversidad y la mirada de género que hubo en las designaciones, pero no tanto por la representación dura. “El equilibrio de los partidos dejó una interrogante abierta. En cómo esto va a tener incidencia en el diálogo que se va a dar en el Congreso”, confiesa una de las principales dirigentes del Frente Amplio (FA).
En las filas del FA, Convergencia Social -la tienda del Presidente electo- es la única que puede estar más tranquila. Tienen cinco ministros a su favor. Y la comparación es positiva con Revolución Democrática, que durante mucho tiempo fue el partido más grande del bloque, que hoy solo tiene dos representantes. En RD esto se resintió, comentan algunos de sus militantes fuera de micrófono. Hacia Chile Digno, las dudas se repiten, tanto por la representación como por la influencia que tendrán los partidos que están más allá de AD: el PC quedó con tres nombres y los regionalistas con uno.
En paralelo, en la izquierda más moderada sonríen ampliamente: siete nombres militantes o independientes cercanos a ellos se quedan en primera línea, siendo el PS el “ganador” del grupo. La tienda que lidera Álvaro Elizalde logró que invitaran a sus vecinos; puso a dos personeros PS y también sumó a dos cercanos en puestos importantes, en la titularidad de Cancillería y Hacienda. “Lo relevante es si las personas cuentan con las calificaciones necesarias para desempeñarse bien en sus carteras y yo creo que todo el gabinete lo cumple independiente de la militancia”, comenta a PAUTA el senador Elizalde.
Sin embargo, en Apruebo Dignidad ponen paños fríos. “El equilibrio es más grande que una primera foto”, señala un parlamentario del bloque de izquierda. Desde la coalición aseguran que las esperanzas están puestas en la nómina de subsecretarios y también de jefes de servicios, la que podría dar más luces de cómo será el nuevo mapa político en la administración de Boric.
De hecho, la futura vocera de Gobierno, Camila Vallejo (PC), explicó en sus primeras declaraciones que la lectura que se debe hacer es bajo la mirada de que los ministerios son “un cuerpo colectivo” y para ello, los nombres de la segunda línea son clave.
¿Los polos de poder en el Comité Político?
En el Comité Político de La Moneda los polos de poder también comienzan a dibujarse. Uno de esos estará en manos de uno de los principales asesores de Boric, el nuevo titular de la Segpres, Giorgio Jackson. El actual diputado de RD estará a cargo de las relaciones entre el Congreso y el Gobierno. La tarea es compleja. No solo por la composición del Legislativo, sino porque también hay que subsanar algunas tensiones que dejó Jackson en su paso como legislador.
Su desafío será negociar las reformas y ordenar al amplio arco de izquierdas a la hora de votar. Ahí, en esa tarea, hay dos incógnitas: qué papel tendrá la primera ministra del Interior, Izkia Siches, en la relación política con Apruebo Dignidad y con el resto de los bloques, y quiénes serán los partners de Jackson en el Comité Político para cumplir la misión.
Parte de la respuesta a esta segunda pregunta está en la figura de la vocera Camila Vallejo, quien puede aportar con sus redes en el Congreso. Además, para el líder de RD la sintonía es natural con la diputada PC y también con la nueva titular de la Mujer, Antonia Orellana (CS). En el caso de Siches, los lazos entre ella y Jackson “están en construcción”. Políticamente se conocen hace poco y si bien la relación fluye, no juegan de memoria.
En el caso de Mario Marcel, el único representante de la centroizquierda en este grupo, la relación es clave: Hacienda y Segpres tienen que ir de la mano. Marcel y Jackson debutarán como dupla en marzo con la reforma tributaria como primera gran apuesta. Ahí se verá cuánto de coincidencia tienen en la cancha, pues, aunque se conocen desde 2011, siempre han estado en diferentes veredas.
Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático: juntos, pero no revueltos
Más allá de las buenas intenciones de “aportar a que el gobierno le vaya bien”, aún no se despeja cómo será el trato entre AD y el Socialismo Democrático en el día a día. Y cómo se contendrá el gallito interno entre las dos almas del futuro oficialismo.
De hecho, en la coalición de Boric dicen que “las reuniones de los lunes” son el espacio donde se verá qué tan real son los deseos de ayudar para que este gobierno tenga éxito.
“En un sistema democrático siempre se puede hacer crítica. Nos hemos criticado mutuamente con los partidos de la ex-Concertación, así que no vamos a hacer caudal de ello ahora”, sinceró el presidente del PC, Guillermo Teillier.
El líder comunista agregó que aquí se entra o no se entra al gabinete, no hay medias tintas. De hecho, parte de ese análisis se dio en el Comité Central que realizó el PC este sábado 22 de enero. “No es un saludo a la bandera. Es para colaborar en el desarrollo del programa. Yo espero que así sea, de que haya una muestra de confianza del Presidente que convoca a este gabinete amplio. Espero que se actúe para responder la confianza amplia que dio el Presidente”, señaló Teillier a este medio.
En el nuevo gobierno han dejado claro que aquí se debe destacar la importancia que tiene sumar voluntades y personas de otras trayectorias, pero “que tienen el compromiso y la convicción del programa”. Esa sería la piedra angular para entender el primer gabinete de Boric.
Sin embargo, los temores a “la moderación” que tiene la izquierda más dura y al “maximalismo” que ronda por parte del Socialismo Democrático son fantasmas que se deben administrar. “Queremos colaborar y en el apoyo del gobierno somos aliados de todos los que forman Apruebo Dignidad incluyendo al PC. Esa ‘supuesta rivalidad’ entre quién influye más no la comparto y no es tal”, agrega Elizalde.
Quizás el ejemplo más claro de las diferencias que se deberán manejar es la llegada de Marcel a Hacienda y la incomodidad que provocó en algunos sectores más duros. “No voy a opinar sobre los ministros de otros partidos. Creo que no corresponde y lo quiero ver primero en su trabajo. Quiero dar todo mi apoyo a este ministerio y a todos los ministros y ministras”, dijo Teillier, esquivando entrar en detalles, pues minutos antes de entrar a la ceremonia de nombramiento de los ministros dijo incluso que “no conocía” al ahora expresidente del Banco Central.
Para el presidente del Partido Liberal, Patricio Morales, todo lo que sea sacar cálculos de quién tiene más o menos ministros e influencias “es parte de una mezquindad que no refleja el gran gesto que se hizo, que es un gesto de mayorías”.
“El Presidente ha hecho un gesto importante. Este gobierno no va a ser un gobierno de una coalición, sino que va a ser un gobierno de Chile y eso implica construir una mayoría. Recogemos ese gesto con mucha humildad. Este gabinete va a ser muestra de esto”, añadió el timonel del PL a PAUTA.