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Un recorrido por la nueva casa del Lollapalooza

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Canva/Lollapalooza
POR Fernanda Monasterio |

Un exhaustivo trabajo de cuidado medioambiental se está realizando en el Parque Bicentenario de Cerrillos, además de su preparación para recibir por primera vez al masivo festival que se realiza en la capital.

Luego de emplazarse nueve años en el Parque O’Higgins de Santiago, este 18, 19 y 20 de marzo de 2022 el festival de música Lollapalooza estrenará nueva sede, siendo el Parque Bicentenario de la Infancia -más conocido como el Parque Cerrillos- la locación escogida.

Perteneciente a la Red de Parques Urbanos del Parquemet desde el 2013, el Parque Bicentenario de Cerrillos tiene un sello muy particular: hoy en día, y con una dimensión de 50 hectáreas, se posiciona como el parque más grande de esta red.

¿Cómo se prepara el espacio para recibir uno de los festivales más grandes del país?

Un lugar familiar

Uno de los elementos más característicos del parque es su laguna. “Gracias a la laguna nosotros tenemos el riego de este parque, es supericónica y es de las más grandes que tenemos en todos nuestros parques”, cuenta en Plaza Pauta el jefe del Programa de Parques Urbanos del Parquemet, Max Correa.

Asimismo, la zona cuenta con juegos infantiles, áreas deportivas, un anfiteatro, ciclovías y sectores de picnic. “Es un parque muy familiar que su uso se concentra principalmente en los fines de semanas por las familias”, agrega Correa.

Por este mismo motivo, uno de los requerimientos que se le hizo a la organización de Lollapalooza para poder realizar el evento fue que el parque nunca estuviera completamente cerrado para la ciudadanía y sus usuarios.

De este modo, todo el montaje del evento se realizará de manera paulatina y se cerrarán solo sectores donde van los escenarios. “El día del evento también se dejará abierta la zona de la laguna para el público general, de modo que nuestros usuarios siempre puedan seguir utilizando este parque”, comenta el encargado.

Medioambiente: riego y residuos

Un aspecto relevante de este parque es su amplia cantidad de césped. Según explica Correa, esto se debe a que el parque estaba pensado con un paisajismo más propio de los años 90 o principios del 2000, cuando la escasez hídrica no era un factor al que se le tomara la importancia de hoy.

“Estamos tratando de modificar eso en las zonas en que el césped es más ornamental y no tiene un uso”, señala.

De todas maneras, las decenas de hectáreas de césped disponible en el parque deben ser cuidadas mientras se mantengan, por lo que se está trabajando en una programación de riego para poder realizar esa actividad también durante los días del Lollapalooza.

En cuanto a la gestión de residuos que se produzcan a raíz del evento, Correa explica que esta estará a cargo de la productora, pero que sí se les exigió que la basura sea manejada con sistemas de reciclaje.

Revise a continuación la entrevista con Max Correa en Plaza Pauta: