Convención Constitucional: la prueba del Pleno
El 15 de febrero el órgano redactor entra a una nueva etapa con las votaciones en el Pleno. Entre jueves 17 y viernes 18 se podrían conocer las primeras normas que quedarán en la nueva Constitución. Claro, siempre y cuando, alcancen el apoyo de los 2/3 de los convencionales.
Presentación del informe de la comisión ad hoc, deliberación, votación en general; lograr los 2/3 de la Convención Constitucional (CC); votación en particular de cada una de las propuestas, lograr nuevamente el apoyo de 2/3 de los convencionales, y quedar como norma en la nueva Constitución. Así se puede resumir, a grandes rasgos, los pasos que darán los convencionales a partir de este martes 15 de febrero cuando comience la fase de votación en el Pleno del órgano redactor.
Tras un primer paso por las comisiones temáticas, las normas que alcanzaron mayoría simple pasarán a la prueba fuego con todos los integrantes de la CC. Por lo mismo, la próxima semana se inicia una nueva etapa donde el cuorúm de 2/3 vivirá su propia travesía. Hay algunos constituyentes más optimistas que creen que entre el jueves 17 y viernes 18 de febrero se podrán tener las primeras normas definitivas en los temas que han aprobado la Comisión sobre Sistemas de Justicia o la Comisión de Forma de Estado -las que inaugurarán el debate-; mientras otros más escépticos, advierten que es más probable que sea solo un termómetro inicial, porque en realidad la mayoría no superará el cuorúm requerido, volverán a las comisiones para tener un nuevo ajuste y no será hasta una segunda votación en el Pleno que podrán conseguir el exigente piso: al menos 103 votos de los 154 constituyentes (sin contar al convencional Rodrigo Rojas Vade).
Esto último se entiende, además, porque una norma no se descartará al primer revés ya sea en la votación general o en la particular, pues en el caso de las normas que se caigan en el paso general tendrán la posibilidad de volver a las comisiones temáticas y recibir cambios para un informe de reemplazo; mientras que en el caso de los artículos particulares, si no logra conseguir los 103 votos, pero sí consigue una mayoría absoluta (78 votos) podrá devolverse a la comisión respectiva para recibir indicaciones, elaborar una segunda propuesta y volver al Pleno.
“Hay que entender la próxima etapa como una más. No creo que todo alcance los 2/3 y en consecuencia eso va a obligar a generar un espacio de encuentro, de mirada común y de mayores esfuerzos por compartir visiones en materia de normas constitucionales. Hay que entenderlo como una etapa dentro de un flujo más largo”, dice a PAUTA el convencional del PC, Marcos Barraza.
De hecho, algunos de sus colegas califican a las primeras votaciones del plenario como una “fotografía”, pero que ayudará a poner paños fríos y también una cuota de “realidad” a las otras comisiones que estarán votando en paralelo las distintas iniciativas. “En esta etapa la discusión se cierra en el plenario y no en las comisiones y, en consecuencia, por el momento, no hay ninguna discusión cerrada. Todas las discusiones están abiertas”, dijo el convencional de INN y vicepresidente de la CC, Gaspar Domínguez.
Su frase hace alusión a varias normas que se han presentado y que han levantado más de una polémica. Por ejemplo, el cambio del Poder Judicial a un Sistema Nacional de Justicia, que incluye reducir la edad de jubilación y el fuero de los jueces, y que fue aprobada en la comisión ad hoc o la idea de la convencional María Rivera (ex – Lista del Pueblo), quien propuso -sin éxito y con mucha crítica- una norma para disolver los tres poderes del Estado. Rivera no logró ningún apoyo en la Comisión de Sistema Político, pero sí generó mucho ruido adentro y afuera de la Convención.
“Los convencionales llegaron acá después de haber asumido compromisos con el electorado y esas iniciativas reflejan, en parte, su ánimo de mostrarse como coherentes con las posiciones que defendieron. Esas iniciativas no necesariamente representan el reflejo su convicción de que llegarán a la Constitución, porque es probable que no conseguirán los 2/3”, explica a este medio el convencional del FA, Fernando Atria.
La vocación de los 2/3 puesta a prueba
En la previa al debut del Pleno hay visiones divididas de lo que se logrará en la instancia, pues si las normas no cuentan con un alto apoyo desde las comisiones será difícil que el texto logre los 103 votos de buenas a primeras. Hay que hacer el esfuerzo en las comisiones para que no reboten los 2/3, dicen en los pasillos de la Convención. “El Pleno no es un espacio para debatir y deliberar los detalles, es un espacio para barras bravas y es lo que pasa en todos lados. Aquí donde se pueden corregir las cosas es en las comisiones”, advierte fuera de micrófono un convencional de Vamos Chile.
De hecho, en la última semana la Mesa Directiva, que encabeza María Elisa Quinteros (MSC) y Gaspar Domínguez (INN), pidió a los convencionales de los distintos colectivos tramitar indicaciones que tengan “vocación de 2/3”, porque el tiempo es corto. A las comisiones temáticas les quedan cerca de ocho semanas de funcionamiento y el último Pleno está fijado, en esta primera etapa, para el 22 de abril.
Como resume una constituyente, el ejercicio que deberían hacer todas las fuerzas es “elegir las batallas”: definir cuáles son los asuntos centrales, por los cuales se van a “desvivir” para obtener los 2/3 y cuáles son las que van a soltar.
“Por primera vez vamos a votar por 2/3 y va a ser una instancia de análisis. Sin perjuicio de eso, hay que entenderla en su conjunto en las votaciones de cada uno de los informes de las comisiones y entendiendo que cada uno de esos informes son distintos. Es un antecedente importante, pero no es definitivo. Funciona más como una fotografía de un momento”, señala a PAUTA el convencional del Colectivo Socialista y coordinador de la Comisión de Sistema Políticos, Ricardo Montero.
En una repasada rápida por las distintas comisiones, no todas han avanzado con rapidez a la “vocación de los 2/3”. Salvo lo que está pasando con Derechos Fundamentales, donde en el primer bloque sí se notaron amplias mayorías, el resto de las normas han pasado la barrera general y particular en un panorama más peleado. Ahí uno de los casos insignes es la discusión en la Comisión de Sistema Políticos, donde fue desestimada la iniciativa popular que buscaba apoyar un poder Legislativo con dos Cámaras. Con 13 votos en contra y 12 a favor del total de 25 integrantes de la comisión, el bicameralismo fue rechazado en su votación general. Con esto sigue en pie la idea de un Congreso unicameral que fue aprobada por estrecho margen a fines de enero, aunque desde distintos sectores, entre ellos, el Colectivo Socialista, ya advirtieron que repondrán en la discusión en particular la idea de un Parlamento bicameral con apellido: asimétrico. Ahí la gran duda es qué pasará cuando el articulado llegue al plenario, pues ni el unicameralismo ni el bicameralismo contarían hoy con los 103 votos.
“Esperemos que desde la comisión salga una propuesta y ojalá, y sería el sueño del pibe, con más de 2/3. Pero vamos a insistir en esa fórmula de consenso al interior de la comisión que es donde precisamente hay mayor espacio para la deliberación y para escuchar a los expertos más allá que en el Pleno”, señaló el convencional de RN, Cristián Monckeberg.
Las responsabilidades y el balde del FA
“Hay que poner ciertos paños fríos a la discusión, porque hay cosas que salen y que seguramente no van a alcanzar los 2/3 del Pleno o van a llegar definitivamente a la Constitución de manera distinta con un diálogo mucho más amplio entre diversos sectores”, asegura a PAUTA la constituyente del Frente Amplio y excandidata presidencial de ese sector, Beatriz Sánchez.
A raíz del ruido que se ha generado en los últimos días por la aprobación de normas en temas económicos, políticos y medioambientales, tildadas de maximalistas o refundacionales, incluso llevó a que el Presidente electo Gabriel Boric diera su opinión a través de redes sociales, apoyando las reflexiones de convencionales del Frente Amplio como Constanza Schonhout o Jaime Bassa, quienes “llamaron a no sembrar el pánico”.
Lectura similar dio el futuro ministro de la Segpres, Giorgio Jackson, quien aseguró en entrevista con La Diaria de Uruguay que si bien “hay cosas que me parecen loquísimas y caricaturizables, de un lado y del otro, y hay cosas que parecen muy razonables. Algunos medios han puesto foco solo en las cosas extravagantes y polémicas, pero eso no significa que esas vayan a ser las que consigan 2/3 en el Pleno, porque falta todavía para esa etapa”.
Los ojos se han vuelto hacia Apruebo Dignidad y en especial hacia el Frente Amplio para que articulen las mayorías necesarias, ya no solo con los suyos, también con el resto de los colectivos y en especial con los de centroizquierda, quienes, salvo la DC, también se sumaron al gobierno de Boric. “Es inevitable”, dicen en el bloque que desde el 11 de marzo será gobierno, aunque aseguran que delegar la responsabilidad de todos en el FA “es tramposo, si nadie se mueve de sus posiciones”. “Es traspasar un costo que no es correcto”, señalan en el futuro oficialismo.
Sin embargo, las mismas fuentes advierten que en medida que se den las discusiones en el Pleno “irá cuajando más” lo que pasa con la Convención y eso servirá para bajar las críticas. “La emocionalidad de la ciudadanía es algo que atender, lidiar y es fundamental para darle luz al proceso constituyente”, advierte otra convencional frenteamplista.
Para Beatriz Sánchez, el FA sí está ejerciendo un rol articulador, pero lo que pasa en la CC es una política que se hace de manera distinta. “No podemos pensar en un solo líder o lideresa que pueda guiar todos los rumbos en el órgano redactor. Mucha gente que nos pone el balde de la responsabilidad en la Convención, lo que quiere es apuntar al Presidente electo. Los FA somos 16 de un total de 154. Marquemos las cosas: una es el gobierno y otra, la que estamos haciendo en la CC”, agrega.
¿La derecha piensa en una tercera vía?
Pero las alarmas que se encendieron la última semana también llevaron a otros caminos. Por ejemplo, en un sector de la derecha ha surgido la reflexión de que hay que pensar en una “tercera vía” en caso de que el rechazo al texto final aumente. Como son minoría en la CC, dicen que es una conversación de pasillo aún, pero lo cierto es que sí ha llegado a los oídos de los constituyentes de distintos colectivos.
“La izquierda tiene los votos para escribir sola la Constitución y al parecer, lo vemos cada día, están decididos a hacerlo. No hemos visto una posición para escribir un texto transversal que incorpore a todos los sectores que están en la CC”, advirtió en los últimos días la convencional Marcela Cubillos.
De hecho, en sectores de Vamos por Chile han comentado que la preocupación por la aprobación y redacción de ciertas normas no es solo de ellos y que lo que pase en el Pleno será clave. “El riesgo que corremos si es que el proceso continúa así, es terminar en un callejón sin salida donde nuestras alternativas sean aprobar un mal texto de carácter refundacional, o volver atrás y quedarnos con la Constitución de 1980 que ya fue derrotada en el plebiscito de entrada. Por lo tanto, es necesario pensar en terceras vías que nos permitan poder sortear esa eventual situación”, comenta a PAUTA el convencional de la UDI, Eduardo Cretton.
¿Qué sería la tercera vía? En un sector de la derecha explican que puede ser desde negociar una tercera opción o pregunta en el plebiscito de salida como lo planteó el exsenador (UDI) Pablo Longueira, en una carta en el diario El Mercurio, que ante la posibilidad del rechazo se convoque a una nueva elección de convencionales para hacer una nueva Carta Magna. Otra idea que ronda es pensar en una opción para que el nuevo Congreso que asume en marzo pueda echar mano al proyecto de nueva Constitución que ingresó en los últimos días de su mandato la expresidenta Michelle Bachelet y que hoy está en el Senado.
“Siempre han estado en una posición de ‘lo de ayer nos gustaría’, pero nunca lo que está discutiéndose hoy nos gusta. Aquí no hay plan B. Hay una crisis política profunda que tiene un camino de salida. Y si ese camino de salida demuestra ser un callejón sin salida, vamos a estar en una crisis política profunda sin salida y eso, supongo, que nadie lo quiere para Chile”, agrego Atria, ante la idea que ronda en algunos sectores del actual oficialismo.
De hecho, las dudas a una idea así no solo vienen de la izquierda. En algunos sectores de RN y Evópoli advierten que pensar en una “tercera vía” sin pasar antes por el Pleno es un sinsentido. Además, recuerdan que fue su propio sector el que dejó en el congelador la propuesta de la exmandataria en su minuto. “Si en algún minuto te niegas a todo, te va a pasar la marea por encima. Nos pasó en el binominal, con las reformas de pensiones y hoy en la Convención. Se deben quemar las naves acá. Pensar en una tercera vía es irracional”, reflexiona otro constituyente de Vamos por Chile.