¿Existe algún “Consejo Territorial” en otros países con un régimen político como el de Chile?
La propuesta de un grupo de convencionales de crear un Consejo Territorial, que implica la eliminación del Senado, difiere de los órganos de España, Bélgica o Alemania.
De prosperar la indicación de un grupo de convencionales de izquierda de crear un Consejo Territorial -que implica la desaparición de la Cámara Alta-, el modelo chileno sería totalmente distinto al de varios países en los que el Senado se considera como una cámara territorial.
“No existe ejemplo en el mundo de bicameralismo asimétrico en presidencialismo. La mayor parte, si no todos, son en sistemas parlamentarios o semipresidenciales” dice a PAUTA Sergio Toro, doctor en ciencia política, académico de la Universidad de Concepción (UdeC) e investigador asociado del Instituto Milenio de Fundamento de Datos. Menciona como ejemplos a Bélgica, Alemania y España.
Coincide Julieta Suárez-Cao, profesora del Instituto de Ciencia Política de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) y coordinadora de la Red de Politólogas: “No hay ejemplos en sistemas presidenciales. Por eso hay que ver el sistema en su conjunto. Acá hay un híbrido interesante. Creo que se puede seguir avanzando, que el camino es el correcto y se va bien en las búsquedas de acuerdo. Pero no hay que perder de vista el sistema de gobierno”.
La propuesta de los convencionales fue presentada a la Comisión de Sistema Político casi a la medianoche del lunes 21 de febrero. Surgió luego que la idea de un unicameralismo tradicional no concitaba el apoyo necesario de los dos tercios.
Fue así como se propuso, entre más de 700 indicaciones, un órgano nuevo llamado Consejo Territorial. Como toda norma, también necesita de al menos del respaldo de dos tercios del Pleno de la Convención Constitucional (CC) cuando se vea en particular. También es unicameralismo, pero como ha dicho el convencional comunista Marcos Barraza, es “corregido”.
Su creación no solo elimina al Senado, sino que también acota al mínimo las atribuciones que actualmente tiene la Cámara Alta. Si bien tramitará proyectos de ley, estos solo serán relativos a regiones. Además, podrá revisar el Presuesto anual.
Es decir, a diferencia del Congreso Plurinacional, que es la institución planteada para reemplazar a la Cámara de Diputados, el Consejo Territorial no tendría ninguna incidencia en decisiones a nivel nacional.
Sus integrantes, a su vez, serán elegidos por votación popular. Y cada región, sin importar su tamaño, tendría como mínimo tres representantes.
España, Bélgica, Alemania
Sergio Toro dice que la iniciativa de los convencionales es perfeccionable, luego que recién la próxima semana será votada al interior de la Comisión de Sistema Político.
El académico tenía una idea distinta a la planteada por el grupo de convencionales: “A mí me parecía más un bicameralismo donde la Cámara Alta tuviera capacidad y prerrogativas en todo el proceso legislativo. Y asumía un Senado como parte de una integración nacional que representara a los territorios, pero con decisiones nacionales, no para las regionales. Eso es lo que logré transmitir a los convencionales que conozco y que me preguntaron”.
Pero, agrega, “a lo que se llegó es a un bicameralismo que le llaman ‘asimétrico’. Y que implica que las prerrogativas del Senado solo se circunscriben a determinados aspectos, particularmente regionales y a algunos temas presupuestarios. Por tanto, el Senado termina siendo una cámara decisora solo en temas regionales, pero no nacionales”.
Así, tanto para Toro como para Julieta Suárez-Cao, por sus características el modelo propuesto ante la Conveción, no es comprable con el de otros países.
“Las cámaras territoriales se piensan para que determinados territorios tengan una voz nacional dentro de las decisiones de los países. Ahora, en general, esas cámaras son parte de formas de gobierno parlamentario y no presidencial”, dice Toro.
“La desventaja que veo en este Consejo Territorial es lo poco que conocemos respecto de cómo se va a integrar en las decisiones nacionales en sistemas presidenciales como el nuestro. No existe ejemplo en el mundo bicameralismo asimétrico en presidencialismo”, acota.
Según el politólogo, el único ejemplo que podría asemejarse, “pero en términos sufragio universal de una cámara territorial, es el español. En España los territorios autonómicos eligen cuatro representantes por sufragio universal, más uno que viene del parlamento regional”.
Añade que en los países con ‘bicameralismo asimétrico’, “las cámaras territoriales tienen origen en la elección indirecta o la designación por parte de los territorios de representantes en esta cámara territorial”. Esta propuesta que se discute en la Convención, por lo tanto, no parece en rigor un “bicameralismo asimétrico”.
Los casos paradigmáticos, explica, son Bélgica, Alemania y España. “Pero tienen un matiz con respecto al bicameralismo francés, donde la cámara territorial incide en casi todas las decisiones legislativas. En general, la cámara territorial más fuerte de decisiones legislativas en estos tipos de bicameralismo, es en Francia. Y también tiene decisiones nacionales”.
Pero, apunta, “en todos los demás países, las decisiones están circunscritas a términos regionales”.
Se me ha preguntado sobre la forma en que los países llenan los escaños cuando el Senado es considerado una #CámaraTerritorial. En este hilo van #siete ejemplos que pueden ayudar a esa discusión.
— Sergio Toro (@yuriflame) February 22, 2022
“El Consejo Territorial no puede ser apéndice”
Para la politóloga Julieta Suárez-Cao, la propuesta del grupo de convencionales “es un avance esta búsqueda acuerdos para zanjar una discusión muy importante sobre estructura del Legislativo, pues había posiciones fuertes, encontradas y muy similares en cantidad de apoyos para un unicameralismo y bicameralismo. Me parece muy bien que la posición unicameralista se haya abierto a pensar otras formas de estructuras, que incluye un Consejo Territorial en vez de un Senado”.
Las innvoaciones de la propuesta tampoco las considera un problema. “No veo que sea incongruente un presidencialismo con un bicameralismo asimétrico”, señala. En cambio, sí le preocupa que el Consejo Territorial “quede muy debilitado”.
“Si vamos a ser un presidencialismo, este Consejo Territorial no puede ser un apéndice con casi sin ningún tipo de poder, ni siquiera en los ámbitos que le son propios”, dice la académica de la PUCV.
Pero también ve varias fortalezas. Una de ellas es que el Consejo Territorial sea “un órgano con un espíritu más regionalista, que es algo que muchas personas coincidimos le falta el Senado actual”.
Sergio Toro agrega: “Yo creo que es posible organizar bien esto, porque que se va a llegar a un bicameralismo asimétrico que puede resultar solo si se vuelve a pensar cuáles son las competencias y atribuciones de la Cámara Baja. Pero lo que no puede existir es una Cámara como la conocemos. Tiene que volver a pensarse, porque debiese ser una de las estructuras que tenga capacidades, competencias y objetivos nacionales”.