La Comisión de Sistema Político diseña ahora un Congreso con una “Cámara Territorial”
En particular, el Colectivo Socialista e INN se unieron a una propuesta de la derecha que crea una cámara -no un “Consejo”- con atribuciones para conocer leyes que afecten las competencias de las regiones.
El Senado tendrá cambios, eso es seguro. La duda que existía hasta hoy era cuáles serían esos cambios o si derechamente se eliminaba. La Comisión de Sistema Político votó en particular las indicaciones al primer bloque temático, donde se establecían las nuevas características del Congreso.
Si bien las conversaciones entre unicameralistas y bicameralistas estuvieron entrampadas varias semanas, finalmente los distintos representantes de la comisión llegaron a una fórmula de acuerdo. Un Congreso Plurinacional donde se concentra la tramitación de leyes, acompañado de un “Consejo Territorial” con incidencia legislativa en materias regionales, pero sin funciones de cámara revisora. El acuerdo, que no incluyó a la derecha, implicaba “mínimos comunes”, lo que significaba que aún podrían existir diferencias, principalmente, referidas a las atribuciones del “Consejo Territorial”.
Sin embargo, lo aprobado este martes 1 de marzo por la comisión no habla de un “Consejo”, sino que de una Cámara Territorial.
En ese contexto, en las indicaciones aprobadas se lee: “El Congreso Plurinacional es el órgano deliberativo, paritario y plurinacional que representa a los pueblos reunidos y naciones que coexisten al interior del Estado. El Congreso ejerce la potestad legislativa y las demás facultades encomendadas por la Constitución y las leyes”.
Fue en este inciso donde se eliminó el concepto que se refería a un Congreso de carácter “unicameral”. La propuesta para eliminarlo fue presentada por INN, Col. Socialista y Col. Apruebo, y obtuvo los votos en contra del FA, PC, MSC y la Coord. Plurinacional.
A pesar de que no suele ocurrir, la comisión aprobó varias de las propuestas elaboradas por la derecha. Una de ellas, estableció el inciso segundo, donde se señala que “corresponderá a la Cámara Territorial, conocer los proyectos de reforma constitucional, de leyes interpretativas de la constitución, de la ley anual de presupuesto, de ley sobre la división política y administrativa del país, de ley que afecten las competencias de las regiones, de ley sobre votaciones populares y el sistema electoral […] A su vez, las materias indicadas en el artículo 29″.
Fue en este inciso donde se aprobó el nombre “Cámara Territorial” en vez de “Consejo Territorial”, lo que fue rechazado por FA, PC, MSC y la Coord. Plurinacional. También se eliminó la frase que incorporaba el concepto de “en calidad de cámara revisora”.
Es decir, la propuesta de la derecha fue apoyada el Colectivo Socialista, el mismo que fue duramente criticado por senadores del PS por haber alcanzado un acuerdo en que no solo se eliminaba el Senado, sino que además se le despojaba de atribuciones relevantes. Esa propuesta de Vamos por Chile (patrocinada por Marcela Cubillos, Constanza Hube y Arturo Zúñiga) tuvo el respaldo de los convencionales del Colectivo Socialista Ricardo Montero, Maximiliano Hurtado y Pedro Muñoz, los INN Patricia Politzer y Guillermo Namor, del DC Fuad Chahin (Col. del Apruebo) y de la representante mapuche Rosa Catrileo (PP. OO.). La indicación fue aprobada con 14 votos a favor (derecha más centroizquierda) y 11 en contra.
No solo se habla de Cámara Territorial, sino que además quedó dotada de mayores atribuciones a las que un acuerdo “transversal” había llegado hace una semana. En aquella ocasión, al “Consejo Territorial” solo le entregaban la revisión presupuestaria y leyes de incidencia regional, por ejemplo, y siempre sometido a una última palabra del Congreso Plurinacional (actual Cámara de Diputados).
Ricardo Montero, acusado por senadores de su partido de haber actuado la semana pasada sin las credenciales para representar esa sensibilidad en la idea de crear el “Consejo Territorial”, fue en extremo cauto ahora. Dijo que el concepto de “Cámara” no es necesariamente el que quedará establecido en el informe, pues aún quedan varios artículos por votar. “Esperemos la votación de todo para entender el conjunto […] cuando esté todo eso votado se pueden hacer pequeñas enmiendas de redacción si es que la comisión está de acuerdo”, planteó Montero, coordinador de la comisión.
La otra coordinadora, Rosa Catrileo, no obstante, admitió que lo sucedido este martes da una señal de adelanto de lo que viene.
Finalmente, se aprobó un inciso donde se agrega que “la elección de los miembros del Congreso se efectuará el cuarto domingo después de efectuada la primera elección de Presidente y Vicepresidente de la República. Dicha elección se realizará conjuntamente con la segunda votación de la elección del Presidente y del Vicepresidente, de efectuarse”.
Los argumentos unicameralistas y bicameralistas
“Esto es un acuerdo de mínimos comunes y así lo calificamos. Hay diferencias, hay cosas donde efectivamente quedamos en libertad para poder disentir, por ejemplo en materia de competencias […] A nuestro juicio el catálogo era un catálogo mínimo, pero que nosotros podríamos plantear otras competencias que de alguna manera eran de interés regional”, dijo Fuad Chahin (Col. Apruebo).
Algunos convencionales deslizaron algunos de sus posiciones y argumentos sobre la estructura del Poder Legislativo. Según el convencional Raúl Celis (RN) el acuerdo por un Congreso Plurinacional y un Consejo Territorial “no es otra cosa que un unicameralismo disfrazado. Se trataría de una Cámara irrelevante, débil y simbólica en la política nacional […] No se trata de defender el Senado en su diseño actual, sino de establecer una segunda cámara que sea un contrapeso real y que proteja a las minorías”.
Por su parte Marcela Cubillos (Ind. UDI) sostuvo que el Congreso Plurinacional concentra un excesivo poder. Al respecto, comentó que “en esa Cámara por mayoría simple, se puede hacer prácticamente lo que quiera, dejando un presidente prácticamente sin atribuciones”.
En tanto, Guillermo Namor (INN), uno de los convencionales que se inclinó por un bicameralismo asimétrico, dijo que “pareciera que estuviéramos diseñando un sistema donde asumimos que van a gobernar quienes piensan como nosotros, olvidando lo que es un hecho público y notorio, que es que pareciere que hubo cierto cambio desde la elección de quienes fuimos electos constituyentes, hasta la elecciones de la nueva Cámara de Diputados”.
En un principio, uno de los principales impulsores del unicameralismo en un sistema parlamentario, fue el convencional Fernando Atria (FA). El abogado constitucionalista afirmó que con la fórmula acordada se solucionaba la participación de las regiones en la legislación nacional con igualdad de condiciones.
Específicamente, señaló que “el sentido de ese Consejo Territorial no es crear un bicameralismo disfrazado […] se trata de constituir un procedimiento legislativo ágil y eficaz que esté radicado principalmente en el Congreso Plurinacional donde reside la representación del pueblo chileno, con la finalidad que sea una representación lo más cercana a la realidad posible, y que crea este Consejo Territorial, donde concurren todas las regiones en igualdad de condiciones […] Eso implica que el Consejo Territorial tendrá una composición que le permitirá constituirse en un foro político importante con incidencia legislativa que no va a tener el sesgo centralista que la proporcionalidad puede introducir en el Congreso Plurinacional”.
Algo que fue reafirmado por la constituyente Alondra Carrillo (MSC), quien comentó que el Consejo Territorial “no es una instancia simbólica que se cree con el propósito de levantar una imagen de representación, es una instancia que difiere sin duda de la forma de concentración del poder del Senado hoy”.
Probablemente, una de las incógnitas en la comisión es la posición que tomará la convencional Rosa Catrileo (Mapuche). Si bien no firmó las indicaciones del acuerdo, dijo que debía estudiar la propuesta. La representante de pueblos originarios sostuvo que “si hemos aprobado regiones autónomas sin facultades legislativas, las regiones tenemos que tener incidencia en las decisiones nacionales, en la legislación nacional, no basta con que estemos discutiendo dentro de las regiones”.