Convención “frena” a la comisión de Medio Ambiente y rechaza 85% de sus propuestas
En la votación en general en el Pleno fueron aceptados seis de 40 artículos. Ese listado acotado incluye la fijación de los deberes del Estado con la naturaleza. Ahora vendrá otro filtro: la sesión en particular.
Un verdadero “frenazo” puso el Pleno de la Convención Constitucional al primer informe presentado por la comisión de Medio Ambiente. Esta última instancia, liderada por los “ecoconstituyentes”, presentó 40 artículos relacionados con los derechos de la naturaleza, la crisis climática, la biodiversidad y otras materias. Solo seis fueron aprobados luego de alcanzar el cuórum de dos tercios y pasaron a la votación en particular.
Se anticipaba que la comisión de Medio Ambiente sería el lugar donde se redactaran algunas de las normas más innovadoras de la nueva Constitución. El listado de propuestas aprobadas en la comisión daba algunas luces de eso: reconocimiento de los reinos Animalia, Plantae y Fungi; derechos de los animales; gestión de residuos; entre otras.
Las más de 1.700 solicitudes de audiencias públicas y las casi 300 iniciativas populares de norma demostraron que el medio ambiente es una de las principales preocupaciones de la ciudadanía.
Reconocida como la cancha de los “ecoconstituyentes”, la comisión se caracterizó en su primera etapa por instalar materias hasta ahora desconocidas en la actual Constitución, pero también por las polémicas propuestas que buscaban, entre otras cosas, la nacionalización y expropiación de empresas mineras.
El espacio está integrado por 19 convencionales, de los cuales 13 son ecoconstituyentes, un grupo que se caracteriza por tener como eje principal la creación de una Constitución ecológica. No es un colectivo, es un grupo abierto en el que participan principalmente convencionales independientes de izquierda y centro izquierda, desde pueblos originarios hasta Independientes No Neutrales.
Su presencia mayoritaria en la comisión explica que varias de las normas más innovadoras hayan superado el cuórum al interior del espacio. Sin embargo, esa realidad no se repitió en el Pleno. Uno de los factores que influyó en lo anterior, según algunos convencionales, es la falta de participación de algunos colectivos en esa comisión. La ausencia del Frente Amplio y del Colectivo del Apruebo al interior de la comisión, sumado a la poca representación del Colectivo Socialista -solo participa Trinidad Castillo-, impidieron proyectar acuerdos amplios en el Pleno.
Protección de los animales
Era más que un secreto a voces el hecho de que la mayoría del informe sería rechazado en el Pleno. Incluso antes de la votación, el cocoordinador de la comisión de Medio Ambiente, Juan José Martin (INN), dijo que había que restar dramatismo al asunto. “Tenemos una preocupación muy grande por perfeccionar estas normas […] no es terrible que se rechace la mayoría, lo que pasó con Sistemas de Conocimiento, creo que aquí estamos con los ánimos de perfeccionar las normas”, comentó.
El balance registró que el Pleno aprobó seis artículos por el cuórum de dos tercios. El primero de ellos se refiere a la “Crisis Climática y Ecológica”, en el cual se señala que “El Estado reconoce la existencia de la crisis climática y ecológica como consecuencia de la actividad humana. Es deber del Estado desarrollar acciones y adoptar medidas en todos los niveles para la gestión de los riesgos, vulnerabilidades y efectos provocados por la crisis climática y ecológica…”.
Fue aprobado por 110 votos a favor, 26 en contra y 13 abstenciones. Entre quienes rechazaron el artículo solo hubo convencionales de derecha, mientras que se abstuvieron parte de independientes, RN-Evópoli, Miguel Ángel Botto (Col. Apruebo) y Giovanna Grandón (Coord. Plurinacional).
Es probable que este artículo llegue a la propuesta de nueva Constitución, ya que incluso la derecha lo apoya, aunque precisan que deben haber algunos cambios de redacción para hacer un artículo más acotado. Al respecto, el convencional Rodrigo Álvarez (UDI) sostuvo que “tenemos una diferencia jurídica respecto de cómo se debe redactar una situación que parte de la base de algo concreto actual”.
También avanzó la propuesta donde se fijan los deberes del Estado con la naturaleza. Se incluye “garantizar y promover los derechos de la Naturaleza, debiendo realizar todas las medidas necesarias de precaución, reparación, restauración y regeneración cuando exista o haya riesgo de degradación o daño ambiental”. Asimismo, se agrega que “la restauración de la naturaleza comprende adoptar las medidas adecuadas para eliminar o mitigar las consecuencias ambientales nocivas de la actividad humana”.
La cocoordinadora Camila Zárate (Pueblo Constituyente) afirmó que “se reconocen los derechos de la naturaleza en el sentido de que el Estado es quien tiene que protegerlos y tiene que tener deberes concretos de restauración de los ciclos naturales y, obviamente, de todos los perjuicios que han existido en contra de la naturaleza”.
Sin embargo, algunos señalan que se deben hacer algunas adecuaciones. Álvarez, quien también integra la Comisión, comentó que “esta norma tiene una contradicción, porque nosotros estamos seguros de que el Estado tiene que tener muchos deberes hacia la naturaleza […] esta norma sigue aludiendo a algo que se rechazó: los derechos de la naturaleza, entonces tiene una contradicción con un texto que ya no existe”.
Misma suerte tuvo el artículo referido a derechos de los animales, que fue aprobado justo con 103 votos y establece que “El Estado protegerá a los animales, reconociendo su sintiencia, individualidad y derecho a vivir una vida libre de maltrato. La ley establecerá los demás derechos de los animales, un servicio público para su protección y no extinción, una acción para su tutela, el resguardo de su hábitat y la prohibición de prácticas que los sujeten a tratos crueles”.
Junto con esto, se aprobó el artículo donde se señala que el Estado “fomentará una educación basada en la empatía hacia los animales y propenderá, a través de la ley, sus órganos y políticas públicas, al bienestar animal”.
En la práctica, la convencional Zárate explica que con estas normas “se reconoce que los animales son sujetos de derechos, en particular el derecho a no ser maltratados, se reconoce su sintiencia y su individualidad”.
En el título referido a democracia ambiental se aprobaron dos artículos. El primero hace referencia a la participación ambiental, donde se reconoce “el derecho de participación vinculante e incidente en la toma de decisiones ambientales. Los mecanismos de participación serán determinados por ley”.
El segundo, fija el derecho a todas las personas de “acceder a la información ambiental pública, que conste en poder o custodia del Estado, y de las empresas, instituciones y organismos que presten servicio al Estado. La ley promoverá la generación, recopilación, preservación y difusión de la información ambiental para cumplir con los derechos establecidos en este párrafo”.
“Ecologismo radical”
En tanto, 34 artículos serán revisados nuevamente por la Comisión para hacer las modificaciones que permitan concitar un mayor apoyo en el Pleno. Aunque, según comentan los propios convencionales, es probable que varios de estos artículos no se modifiquen, sino que sean totalmente desechados.
“La apertura está para que las normas vuelvan a trabajar para lograr consensos, eso es lo que nosotros vamos a priorizar”, dijo Martin. Por su parte, Zárate agregó que parte de la responsabilidad del rechazo de normas se explicaba por la presión que ejercieron algunos empresarios: “Son temas sensibles, son temas complejos y hemos tenido también un asedio importante por parte del empresariado […] por eso es que era importante que contáramos con todos los votos y efectivamente hay votos con los que no contamos, que no son necesariamente temas de fondo, sino más bien de cómo redactarlo mejor”.
Asimismo, Zárate dijo que con respecto a los artículos que tuvieron una votación muy baja, “hay una posiblidad de generar indicaciones sustitutivas o incluso supresivas, para poder ver cuáles de esos son materias que para algunos tendrían que ir al alero de la ley, o incluso refundir con otros”.
Bernardo Fontaine (Ind. RN-Evop.), integrante de la Comisión, señaló que fue una derrota profunda para el “ecologismo radical” e hizo un llamado al diálogo al interior del espacio. “Estamos más que disponibles para buscar la mejor protección del medio ambiente junto con mantener el desarrollo económico”, sostuvo.