El rotundo fracaso de los ecoconstituyentes en el Pleno de la Convención
Ningún artículo de los 40 que contenía el informe de la comisión de Medio Ambiente entra por ahora en la propuesta de nueva Constitución. Sí llegan un inciso y un epígrafe.
Existía esperanza entre los ecoconstituyentes de que los seis artículos presentados este viernes 4 de marzo fueran aprobados en particular por el Pleno. Seis artículos que sobrevivieron al amplio rechazo que tuvieron las propuestas contenidas en el primer informe de Medio Ambiente que fue votado el jueves 3 de marzo en general.
Las extensas y específicas redacciones, sumado a temas que podrían abordarse como materia de ley, y no en la Constitución, fueron algunas de las razones que explicaron el rechazo del 85% del informe.
Otro de los factores que influyó en el resultado fue la falta de participación de algunos colectivos en esa comisión. La ausencia del Frente Amplio y del Colectivo del Apruebo al interior de la comisión, sumado a la poca representación del Colectivo Socialista –solo participa Trinidad Castillo-, impidieron proyectar acuerdos amplios en el Pleno.
Así lo resumió en el Pleno Carolina Sepúlveda (INN): “La pérdida de una batalla no significa perder la guerra si se aprende de la derrota, ya que se aprende más en los momentos difíciles, de aquellos en los que todo va bien. Fue doloroso ver que solo seis artículos pasaran a la votación en particular […] hoy veremos si alguno de estos seis serán parte de la nueva Constitución”.
En definitiva, los seis artículos que pasaron a la votación en particular trataban temas como la Crisis climática y ecológica; Deberes del Estado con la Naturaleza; Derechos de los animales; Derecho de participación ambiental; y el Derecho de acceso a la información ambiental. El resultado no fue mucho mejor.
La estrategia de la comisión
El informe de Medio Ambiente tenía nueve páginas, donde se incluían 40 artículos. El Pleno solo aprobó la mitad de un artículo y un epígrafe. Específicamente, se aprobó por dos tercios el epígrafe: “Crisis Climática”, y un inciso donde se lee que el “Estado promoverá el diálogo, cooperación y solidaridad internacional para adaptarse, mitigar y afrontar la crisis climática y ecológica y proteger la Naturaleza”.
El llamado del Pleno se hacía evidente con las votaciones en contra de las propuestas. “Solo se aprobó medio artículo, eso demuestra que este ecologismo radical, excesivo que ha animado la comisión de Medio Ambiente, no está en lo correcto […] invitamos a todos los colectivos a que construyamos una fuerte protección ambiental de la mano del desarrollo de Chile”, dijo Bernardo Fontaine (Ind. RN-Evópoli), uno de los representantes de la derecha en la Comisión.
Su compañero Rodrigo Álvarez (UDI) agregó que en su paso por el Congreso como diputado “jamás he visto que una norma completa en general y en particular se rechazara de esta forma. De 40 artículos para los cuales trabajamos semanas, y advertimos los problemas que tenía, solamente se aprobó medio artículo […] hacemos un llamado a la sensatez”.
Eso es uno de los temas que más pesó entre los integrantes de la Comisión. Fueron cuatro meses de un trabajo intenso que implicó jornadas extensas, más de 280 audiencias públicas, además de recursos, tanto humanos como materiales, que se distribuyeron en 53 sesiones. “Ideas desmedidas” o “propuestas maximalistas” son algunas de las características que mencionan los constituyentes que rechazaron los artículos.
El llamado a la Comisión fue claro, acotar las propuestas, mejorar la forma de redacción y construir acuerdos más amplios que permitan proyectar un cuórum de dos tercios en el Pleno. Precisamente, “acuerdos transversales” fue lo que faltó en la Comisión.
La presencia mayoritaria en la Comisión de los ecoconstituyentes -13 de los 19 integrantes pertenecen a este grupo- explica que la mayoría de los artículos prescindiera de los apoyos de otros colectivos, ya que para la aprobación de normas al interior de la Comisión solo se necesita la mayoría de los votos, no dos tercios como en el Pleno.
En un principio los ecoconstituyentes apuntaban a la responsabilidad de los medios y empresarios por el rechazo de las normas. “Son temas sensibles, son temas complejos y hemos tenido también un asedio importante por parte del empresariado”, dijo ayer jueves 3 de marzo Camila Zárate (Pueblo Constituyente), una de las coordinadoras de Medio Ambiente.
Al día siguiente, durante la jornada del 4 de marzo, el tono fue distinto y la responsabilidad apuntaba hacia la redacción de las normas. Al respecto, Zárate comentó que “teníamos muchas expectativas con el resultado de este informe […] las normas en su fondo tienen un alto sentido para la gente, pero todavía falta seguir trabajando para que en la forma pueda convencer a una alta mayoría considerando también que estos temas son muy novedosos, que somos una generación joven”.
Una de las preocupaciones que surgen es cómo cumplir con los plazos del cronograma, teniendo en cuenta que este es solo el primero de los tres informes que debe enviar la Comisión al Pleno. Sobre esto, el coordinador Juan José Martin (INN) sostuvo que se intentarían “refundir” varias de las normas rechazadas por el Pleno, o incluso, varias de ellas podrían ser derechamente eliminadas.
“Ya tenemos esta experiencia del primer informe del primer bloque, y estas metodologías ajustadas que ya se están aplicando en los siguientes bloques. Las formas de abordar las normas de los bloques que vienen, que por cierto son más normas, son con una metodología ajustada que permite avanzar más rápido”, sostuvo.
Si bien en la Comisión no apuntan a la responsabilidad de los coordinadores, fueron estos quienes aseguraron que está abierta la posibilidad para que exista una rotación de sus cargos. “Creemos que son los mismos constituyentes de la Comisión quienes tienen que elevar la solicitud”, comentó Zárate.
Asimismo, Zárate, en representación de la Comisión, hizo un mea culpa del resultado de la votación: “Entendemos que se lograron acuerdos, pero esos acuerdos no lograron llegar a las sensibilidades de todos los constituyentes, por temas de tiempo, por temas de cantidad de normas, por cantidad de tiempo que tuvimos para hacer las indicaciones, y por otros factores”.