China es la única a la que Putin va a escuchar
“Da la impresión de que Biden ha cambiado de táctica respecto de China. En vez de confrontar como lo hizo Trump en el terreno comercial, ha decidido cederle espacio”, dice John Müller.
Josep Borrell, el alto representante para la Política Exterior de la UE, sorprendió al mundo diplomático este fin de semana al señalar que la diplomacia China es la que debe parar la guerra de agresión de Rusia en Ucrania. “No hay alternativa”, dijo Borrell al diario El Mundo. “No podemos ser nosotros los mediadores, es obvio… Como tiene que ser una potencia y ni EEUU ni Europa lo pueden ser, China podría serlo”.
Para unos, fue llamativo que el máximo representante diplomático europeo admitiera de esta forma las limitaciones de su bloque. Para otros, que atribuyera a China un papel de liderazgo que, al parecer, EEUU no está dispuesto a compartir. Sin embargo, la propuesta de Borrell es la única realmente viable ante el drama humanitario que se está registrando en Ucrania desde el 24 de febrero.
Sin duda que las palabras de Borrell también están condicionadas por la información que le debe haber transmitido el presidente francés Emanuel Macron. Tras su penúltima llamada telefónica a Vladimir Putin, Macron dijo que “lo peor está por venir”. El domingo volvieron a hablar y ahora Putin le dijo que conseguirá sus objetivos “por la negociación o por la guerra”. Es importante que el líder ruso vuelva a hablar de negociación, pero todo el mundo ve que se conduce como un trastornado, sobre todo desde que sus fuerzas militares han decidido combatir en las proximidades de las centrales nucleares ucranianas.
En esas circunstancias, Borrell tiene razón: China es la única potencia a la que Putin podría hacer caso. Xi Jingpin presume de ser aliado de Putin y de que la asociación de ambos países es “fuerte como una roca”, según el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, pero lo cierto es que el alza del petróleo y del gas, así como de los cereales y las oleaginosas, no deben estar sentando muy bien a las perspectivas económicas de Pekín. Que el mundo se aboque a una etapa de estanflación puede suponer un severo trastorno para China que se encuentra en un momento delicado de su evolución, tratando de consolidar una clase media.
Da la impresión de que Biden ha cambiado de táctica respecto de China. En vez de confrontar como lo hizo Trump en el terreno comercial, ha decidido cederle espacio y dejar en evidencia que si quiere ser una potencia mundial tendrá que hacerse responsable de su cuota de responsabilidad en la suerte del planeta.
Así ha ocurrido con el cambio climático y con la retirada de Afganistán. En este último caso, EEUU se largó del país después de una ocupación de dos décadas dejando el mensaje de que se trataba de una posición demasiado alejada de su ámbito geográfico y de sus intereses reales. No hay que olvidar que, aunque China apenas tiene 70 kilómetros de frontera con Afganistán, a Pekín no le interesa tener un estado talibán dedicado al narcotráfico y al terrorismo junto a sus fronteras.
Con Putin y Ucrania estamos viendo que se repite el esquema. EEUU ha estado deliberadamente silencioso en los últimos días. No ha querido confrontar directamente con Putin porque eso podría suponer una escalada, incluso nuclear. Pero es lógico que China piense que Occidente le puede estar tendiendo una trampa al reclamarle que asuma este protagonismo.
John Müller está en de Radio PAUTA en dos programas: Primera Pauta, de lunes a viernes a partir de las 07:00 horas, y Marcando Pauta, de lunes a viernes a partir de las 08:00 horas. Escúchelo por la 100.5 en Santiago, 99.1 en Antofagasta, y por la 96.7 en Valparaíso, Viña del Mar y Temuco, y véalo por el streaming en www.PAUTA.cl.