En un discurso lleno de símbolos, Boric llama a que plebiscito de salida sea un punto de encuentro

El Presidente abordó los desafíos económicos, migratorios, de seguridad y de la Araucanía, y relevó la figura de Allende, Aylwin y Bachelet.

La Convención Constitucional acompañará el primer año de gobierno del Presidente Gabriel Boric. Y por lo mismo fue uno de los ejes centrales de su primer discurso desde La Moneda. El mandatario resaltó la oportunidad que tienen los chilenos de poder firmar por primera vez en la historia de Chile una Constitución democrática, paritaria y participativa.

En un discurso de más de 20 minutos, en que se vio emocionado por momentos, y apelando a muchos símbolos y figuras de la historia de la izquierda chilena, Boric dijo que su Gobierno va a acompañar “de manera entusiasta” el proceso constituyente, “por el que tanto hemos luchado”, apoyando el trabajo de la Convención Constitucional. Esto, con el objetivo de tener una Constitución “que sintamos como propia, que sea para todos y no para unos pocos”. En esta línea, instó a todos a escucharse “de buena fe y sin caricaturas” y a tomarse en serio el trabajo en curso, de modo que el plebiscito de salida “sea un punto de encuentro y no división“.

La fórmula de buscar el “encuentro de los chilenos” y de cambios que se sostengan en el tiempo fue usada repetidas veces como el método y el objetivo que el Presidente busca imponer como sello en  sus distintas políticas, ya sea el conflicto en la Araucanía, las heridas del estallido social y el creciente problema de la delincuencia.

En esta primera alocución como Presidente en funciones, Boric pronunció un discurso sin cifras, pero con marcados énfasis, buscando relevar el protagonismo del pueblo en su proceso de gestión política. “Son parte protagónica de este proceso, el pueblo de Chile es protagónico en este proceso, no estaríamos aquí sin las movilizaciones de ustedes”, dijo. Esta búsqueda de complicidad con la ciudadanía se reflejó en muchas frases como ésta: “No va a ser este Gobierno el fin de esa marcha, vamos a seguir andando y el camino, sin duda, va a ser largo y difícil, pero hoy los sueños de millones de personas están acá empujándonos, dándonos sentido para llevar a buen puerto los cambios que la sociedad demanda”.

Economía y relaciones internacionales

Tras recordar a las víctimas de la pandemia y comprometer un fuerte impulso a la recuperación de la salud y los aprendizajes escolares, el Jefe de Estado reafirmó que la economía requiere recuperarse. “El país necesita ponerse de pie, crecer y repartir de manera justa los frutos de estos de este crecimiento, porque cuando no hay distribución de la riqueza, cuando la riqueza se concentra sólo en unos pocos, la paz es muy difícil”, afirmó.

Añadió que promoverá la recuperación de la economía “sin reproducir sus desigualdades estructurales”, por la vía de un crecimiento sustentable. “Nunca más zonas de sacrificio, el Estado también es responsable”, dijo, adelantando que buscarán terminar con los abusos “que han indignado a nuestro pueblo”.

Sostuvo que existe un contexto global difícil, más todavía con la guerra en Ucrania, advirtiendo que Chile “promoverá siempre el respeto de los derechos humanos, en todo lugar y sin importar el color del gobierno que los vulnere”.

Afirmó que en el plano internacional el país no se subordinará a ninguna potencia. “Somos profundamente latinoamericanos. Basta de mirar con distancia o desconfianza a nuestros países vecinos”, declaró, señalizando el interés por trabajar “juntos con nuestros pueblos hermanos, como lo conversábamos hoy día con presidentes de otros países”.

Seguridad, migración y Araucanía

El Presidente planteó que el problema de la delincuencia exige enfrentar “la desigualdad social que es su origen” y también una reforma a las policías “que asegure presencia en los lugares donde más se necesita, que aumente la actividad de investigación y se  concentre en las organizaciones criminales y de narcos que destruyen nuestros barrios”.

Añadió que es necesario “reparar las heridas que quedaron del estallido social”, razón por la cual su Gobierno retiró 139 querellas por Ley de Seguridad de Interior del Estado. “Tenemos la convicción de que como chilenos y chilenas tenemos que volver a encontrarnos y vamos a trabajar intensamente en aquello. Lo hemos conversado con los familiares de los presos, saben que estamos con ellos“, explicó.

En cuanto a crisis migratoria, adelantó que “vamos a retomar el control de nuestras fronteras” y que habrá un trabajo colectivo con los países vecinos para abordar en forma conjunta los problemas asociados al éxodo de miles de seres humanos.

Sobre la situación en la macrozona sur, dijo que no existe un conflicto mapuche, sino un conflicto “entre el Estado chileno y un pueblo que tiene derecho a existir. Allí la solución no es ni será la violencia”. En este tema informó que se enfocará en reconstruir las confianzas “después de tantas décadas de abuso y de despojo”, con el objetivo de reconocer el derecho a existir de ese pueblo. “El camino será el dialogo, la paz, el derecho y la empatía con todas las víctimas”, concluyó.

Allende, dos veces en su discurso

Tal como lo hizo durante su campaña -en que recalcó que sus pies descansaban “en hombros de gigantes”-, Boric hizo un repaso por figuras relevantes de la historia chilena, con menciones explícitas en varios expresidentes.

“Hoy iniciamos un período de grandes desafíos, de inmensa responsabilidad, pero no partimos de cero… no partimos de cero. Chile tiene una larga historia y hoy día este día nos inserta en esa historia larga de nuestra República”, aseveró.

“Por aquí, en este lugar desde donde hoy les hablo, pasó Balmaceda y su dignidad chilena, Pedro Aguirre Cerda y su ‘gobernar es educar’, citando a Valentín Letelier. Por acá pasó también Eduardo Frei Montalva y la promoción popular, el compañero Salvador Allende y la nacionalización del cobre, Patricio Aylwin y la recuperación de la democracia, Michelle Bachelet abriendo caminos inexplorados con la protección social”, enumeró.

La figura del expresidente Allende volvió a aparecer al cierre de su discurso. “Como pronosticara hace casi 50 años Salvador Allende, estamos de nuevo, compatriotas, abriendo las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, el hombre y la mujer libre, para construir una sociedad mejor. Seguimos. ¡Viva Chile!”.