SMA formula cargos a Mina Ojos del Salado por socavón en Tierra Amarilla
La empresa, a la que se imputan cuatro infracciones, arriesga una multa superior a los $12,3 millones y la revocación de los permisos para operar. “Múltiples factores influyeron en la formación del socavón […], siendo la actividad minera uno relevante”, reconocieron desde Ojos del Salado.
El 30 de julio, un socavón de más de 60 metros de profundidad y 25 de diámetro apareció a 900 metros al suroeste de Tierra Amarilla, en la Región de Atacama. El fenómeno natural ocurrió en una zona de la Mina Alcaparrosa, operada por la Minera Ojos del Salado.
Este jueves 6 de octubre, la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) formuló cargos contra la empresa por cuatro infracciones. La primera, considerada grave, es la “sobreextracción de mineral” en el terreno. Desde el organismo explicaron que esto “se constata en el incumplimiento de la tasa de producción durante 2019”.
La segunda infracción, de carácter gravísimo, se relaciona con la “modificación de la infraestructura minera ambientalmente evaluada generando afectación en el acuífero del Río Copiapó”. Se acusa a la empresa de modificar “el sistema de drenaje subterráneo” y “ejecutar infraestructura minera” en las cercanías del curso de agua. Esto, dijeron, “habría generado un daño ambiental irreparable en el acuífero”.
Se formularon otros dos cargos leves, debido al “incumplimiento de las condiciones establecidas para el transporte de mineral” y “no haber obtenido la autorización de Vialidad para tránsito con sobrepeso por caminos públicos”, además de “modificar el destino de recepción del mineral ambientalmente evaluado”.
La Minera Ojos del Salado arriesgaría una multa de hasta 17 mil unidades tributarias anuales, es decir, sobre los $12.300 millones, junto con exponerse a la clausura o a la revocación de la resolución de calificación ambiental que le permite funcionar.
La respuesta de la empresa
A través de un comunicado, la Minera Ojos del Salado respondió a la formulación de cargos y afirmó que “ha actuado con responsabilidad y decisión para mitigar los posibles efectos del socavón” y que está esperando “los posibles hallazgos del informe final de las autoridades sectoriales sobre el origen del evento”.
La empresa aseguró que su acción se ha centrado en tres áreas. La primera, dijeron, es la salud y seguridad de los funcionarios y de la comunidad. La segunda prioridad “ha sido el análisis, las mediciones y el monitoreo permanente del socavón, unido al desarrollo de un sofisticado proyecto de ingeniería, llevado a cabo durante el mes de septiembre, para detener la infiltración de agua en Mina Alcaparrosa”.
Otro de los focos ha sido “la búsqueda de una fórmula para minimizar el impacto en el empleo, por la suspensión de actividades productivas de la faena. Para ello, estamos trabajando en coordinación con las autoridades”.
La minera reconoció que fue notificada este miércoles 5 de octubre de los cargos que se le imputan y que “en este momento estamos haciendo los análisis correspondientes”. “La empresa está convencida […] que múltiples factores influyeron en la formación del socavón en el terreno de nuestro sitio, siendo la actividad minera uno relevante”, plantearon.