Figuras de centro y centro izquierda presentan sugerencias sobre mecanismo: 60 convencionales, voz pero no voto para expertos y seis meses de funcionamiento
30 de los convencionales serían electos en listas nacionales cerradas presentadas por los partidos y las coaliciones y 30 distritos uninominales
El pasado domingo 23 de octubre en la noche, figuras de centro y centro derecha presentaron un documento en el que proponen un posible mecanismo para el nuevo órgano que elaborará la nueva Constitución.
En el documento plantean que si bien valoran que “el nuevo texto recoja la tradición constitucional chilena y el aporte de sus instituciones republicanas a la separación y contrapeso de los poderes del Estado, las bases o bordes del nuevo debate constituyente no deben suplantar ni limitar excesivamente el campo de la deliberación democrática de los nuevos convencionales“.
El texto de tres páginas lleva la firma de los senadores Ximena Rincón y Matías Walker de la DC, los ex convencionales Felipe Harboe (ex PPD) y Fuad Chahin (DC), la ex agregada cultural, Javiera Parada, el ex ministro Andrés Velasco, y el ex presidente del Partido Radical, Carlos Maldonado.
Se recalca en la propuesta que los partidos políticos son importantes para una “democracia robusta y estable“, y que dada la experiencia reciente “es clave que los partidos políticos sean cuidadosos en la selección de sus candidatos (as) a la nueva convención”.
Se manifiesta la idea también de dotar al nuevo órgano de “una mirada experta, técnica y alejada de las disputas ideológicas”, tarea que podría recaer en las universidades, la biblioteca del Congreso, las academias de ciencias, de la lengua y otras instituciones académicas. Según el documento, este comité no debería tener más de 20 miembros y que deberán limitarse a preparar los insumos previos, quienes deberán asesorar como cuerpo permanente, con derecho a voz pero no voto.
En cuanto a los 60 integrantes que se encargarían de redactar la nueva Constitución, sostienen que “30 de los convencionales se elijan en listas nacionales cerradas presentadas por los partidos y las coaliciones legalmente registradas y 30 distritos uninominales, de tal forma de generar un sistema electoral mixto, con un elemento proporcional y otro mayoritario”.
Los escaños reservados para pueblos originarios serán elegidos por distrito y cantidad, y su número “será proporcional a la votación obtenida, con un piso mínimo de elegibilidad del 5% de los votos del padrón habilitado para votar en el distrito respectivo”.
Tendrán un plazo máximo de 6 meses para elaborar un texto constitucional, adoptando acuerdos por 2/3 de sus miembros, tanto en comisiones como en el pleno.
Otras sugerencias son mantener la paridad, que el voto obligatorio tanto para la elección de convencionales como el Plebiscito de Salida, y que los convencionales electos tengan dos años de inhabilidad para postular a cualquier cargo de representación popular.
“Proponemos que la elección de convencionales se lleve a cabo durante el mes de abril de 2023. La instalación de la Convención sería 30 días después“, proponen al final del documento.
Así, el órgano podría entregar la propuesta diciembre del 2023 y el Plebiscito de Salida sería en enero del 2024.
Dentro de los firmantes de este documento se encuentran académicos y abogados como Cristóbal Bellolio, José Gabriel Alemparte, Camila Avilés, Franco Basso, Manuel Bello y Ricardo Brodsky, entre otros.