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Carta de Cristián Warnken: a los consejeros constituyentes

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POR Equipo Radio Pauta |

“El proceso constitucional está en peligro, la credibilidad de la política (la poca que queda) está en peligro, la estabilidad del país está en peligro. Ustedes tienen la solución en sus manos”, nos dice Cristián Warnken.

Carta a los consejeros constituyentes:

Hace más de un año, con una carta como esta dije que había que declararse en alerta amarilla. El proceso constituyente se acercaba a pasos seguros al abismo y la ceguera y soberbia de sus miembros hizo que solo se ridiculizara esa alerta. Se habló de “catastrofismo”, se desdeñó el llamado a corregir el rumbo para llegar a un texto constitucional razonable. No eran tiempos para la razón, porque campeaba el delirio.

¿Los que pudieron cambiar el rumbo de las cosas, se abstuvieron o llegaron cuando era demasiado tarde? Otros, a quienes creíamos razonables, se sumaron por comodidad o miedo al aquelarre de los refundadores del país. El griterío que reinaba en la Convención no dejaba escuchar la palabra de otros.

Hoy la situación es distinta. El proceso ha sido más sobrio y, por lo mismo, aburrido. Hay menos material para cuñas o memes sabrosos. Todo ello pareciera augurar que esta vez vamos a llegar a puerto, que el país tendrá por fin una Constitución que nos saque del estancamiento político y anímico en que estamos. Pero lamentablemente no es así. Y es por eso que vuelvo a enviar una carta amarilla, a levantar una alerta.

¿Serán otra vez estas palabras, palabras al viento? Todo indica que por segunda vez el proceso constitucional no dará el resultado esperado. Y sin tía Pikachu, ni Rojas Vade, ni grupos identitarios furiosos. No. Con constituyentes razonables, dialogantes, que sembraron en sus primeros discursos mucha esperanza.

Inolvidables fueron las palabras de Miguel Littin levantando la mano y citando a Whitman y las palabras de una joven presidenta que más que discursos odiosos del pasado, mostraba señales de futuro. ¿Las buenas intenciones quedaron solo en eso? ¿Será el segundo naufragio de una república que empieza a mostrar visos de fallida?

Que no se me diga por segunda vez “catastrofista”. Pero seamos realistas; si en las sesiones del pleno de este viernes y sábado, no se ven gestos decisivos de la mayoría y también de la minoría, el pronóstico es malo. Me parece ver que todos están con la calculadora en la mano, sacando cálculos de que será mejor para su sector.

Esta vez no será el delirio el que puede hacer fracasar este proceso, no será la estrambótica Lista del Pueblo, serán los partidos políticos, los que esta llamados justamente a eso: a hacer política, o sea, mediación, acuerdos. Pero gran política, no política cortoplacista, la de la calculadora en la mano.

La izquierda y la derecha con sus pequeños egos están mirando a sus audiencias y pendientes del rating, pero no parecieran mirar cara a cara al país, a su pueblo de millones y millones de chilenos hastiados de la incapacidad de sus líderes de ofrecerles un horizonte posible. Otra vez levanto la alerta amarilla por todo el país.

Que redoblen todas las campanas, las sirenas de los barcos que navegan en las aguas agitadas del sur, que se levante el viento en el desierto, y que pájaros mensajeros atraviesen las largas distancias del territorio, diciendo: “alerta el peligro/ debemos unirnos/ para defender la paz:- como dijo una vez en una hermosa canción Víctor Jara.

El proceso constitucional está en peligro, la credibilidad de la política (la poca que queda) está en peligro, la estabilidad del país está en peligro. Ustedes tienen la solución en sus manos: los verdaderos líderes son los que son capaces de arriesgar su capital político, no de guardarlo para conseguir intereses a corto plazo.

Quemen su capital político, no miren a sus respectivas barras bravas, a sus públicos cautivos, miren a Chile entero, es hora de salir de los estrechos paradigmas, de los sesgos ideológicos que no nos dejan ver el bosque. Es hora de saltar, es la hora de Prat, la hora de Altazor, de Alsino (hay que volar).

Escuchemos a nuestros poetas que nos han enseñado el coraje y la capacidad de crear, de ir más allá. Dice Huidobro,” hay que saltar del corazón al mundo/ hay que construir un poco de infinito para el hombre”. Un poco de infinito. Grandeza, visión de largo plazo, no más enanismo político, mezquindad de tribu. Y escuchemos la pregunta de Neruda:” Chile, ay cuando/ ay cuando me encontraré contigo”. ¿Cuándo nos encontraremos? ¿Cuándo Chile se encontrara consigo mismo? ¿Tan poca cosa somos que somos incapaces de crear juntos una Constitución? ¿Eso es el mínimo…ni siquiera nos da el ancho para el mínimo?

Alerta amarilla máxima: no se paren de la mesa hasta llegar a un acuerdo. Dejen de darse gustitos o de llevarse la pelota para la casa. Saquen lo mejor de ustedes mismos ahora. Sean nuestros referentes, los héroes de la democracia, no los personajes patéticos de un sainete o una comedia. Nuestra juventud necesita con urgencia admirar. Y creer. Chile necesita volver a creer. Salir de este estado de desesperanza y desanimo que no nos deja ver nuestra sublime cordillera, nuestro mar abierto, este territorio lleno de posibilidades y riquezas.

Es que – como dijo Nicanor Parra “creemos ser país/, pero somos apenas paisaje?” De ustedes depende si merecemos ser llamados país o si solo somos paisaje. No hay tiempo que perder. Los elegimos para salvar Chile, no para estropearlo. No nos defrauden más. Ahora es cuando.

En el mes de la patria, no defraudemos nuestra bandera que ondea estos días en las casas de todos. No dejemos la casa construida a medias. Tiene que ser una casa firme para las tempestades que vienen. Chile es frágil, dulce, cuidemos su delicado tesoro, no lo tiremos por la borda. Chile: ¡Levántate y anda!

Los saluda, Cristian Warnken.