Carta de Cristián Warnken: de un anónimo chileno a los constituyentes
“Estamos agotados y apaleados como perros con todo lo que hemos vivido. Nos ha llovido sobre mojado: estallido, pandemia, convención, los cincuenta años, otra convención (o consejo como le llaman a esta cuestión), parecemos disco rayado, país rayado, que no se constituye nunca”, escribe Cristián Warnken.
Carta de un anónimo chileno a los Constituyentes:
Constitúyase de una vez por todas, ¡por Dios! Al Constituyente que no se constituya y no nos constituya, el pueblo lo deconstituirá… ¿Es que es tan difícil constituir una Constitución que nos una? ¿Y para qué sirven, entonces, todos esos títulos universitarios, esos doctorados y postdoctorados, esos pergaminos si no pueden escribir juntos un texto, aunque sea pa’ salir del paso?
Eso ya sería harto, salir del paso. ¿O es que quieren escribir Las Tablas de la Ley o La Biblia? ¿Se creen Salomón o el Rey David? Si esto es una Constitución no más, lo otro es “pasarse películas”. Los constituyentes anteriores a ustedes quisieron deconstruirnos, plurinacionalizarnos, partirnos en pedacitos, y flamearon mil banderitas separadas, olvidándose de la bandera más importante de todas, la de Chile.
Y les paramos el carro. ¡Caramba cómo se lo paramos! ¡Que “tatequieto” le dimos a esos desaforados que quisieron “mandarse las partes”. La tía Pikachú salió volando, el que votaba desde la ducha, el que cantó “plurichile es tu cielo azulado” y toda la corte de los milagros esa que vimos en la Convención.
Y ese señor que sabía tanto de Constituciones, Atria, también salió volando, hasta se le cayó el poco pelo que le quedaba, todos salieron volando por los aires por tratar de descuajeringarnos. ¿Y ustedes, que se ven más tranquilos, con más cara de niños y niñas buenas, después de todo lo pasado, después de todo lo vivido, no se la van a poder en constituirnos?
Unos nos descuajeringan y los otros no nos pueden Constituir… ¡Esto parece la cueca arriba del piano, la zamacueca, la chingana de señoritos y señoritas doctorandas que no saben constituir! ¡Llamen a un Portales urgente, por Dios, que traiga un palo y ordene la cosa, o la casa, esto ya no da para más! Chilito se está licuando porque los pipiolos y pelucones se siguen agarrando de las mechas y no pueden ponerse de acuerdo en lo mínimo.
Si no se constituyen de una, esto será el aborto de un país, en tres, cuatro, cinco, mil causales. ¿Es que no somos país? ¿Es que no saben rayar una cancha donde podamos jugar rayuela todos juntos, con reglas claras, es que no pueden ni armar el ring?
¡Siguen peleando por tonteras sin antes haber armado el ring donde podrán pelear después, pero con reglas claras! ¡No se peguen los combos antes de armar el ring! Si es tan obvio, cae de cajón, si no hay que darle muchas vueltas, esto es sentido común no más, eso que tanto les falta a ustedes, que parecen vivir en otra estratósfera que el común de los mortales. No se trata de ganar en todas, bastan unas pocas cuestiones importantes y listo, porque más vale un pájaro en la mano que cien volando ¡Obvio!
No seremos expertos ni nada, pero pueblo somos y algo sabemos. Sabemos arar la tierra, trabajar, despertarnos todas las mañanas al alba, ganarnos el pan con el sudor de la frente, sabemos sacarnos la cresta para salir adelante y queremos a nuestro país más que a nada y, ustedes, señoritas y señoritos, señorones de alta alcurnia, señores políticos, ¿no se la van poder de entregarnos un borrador decente, para terminar de una vez por todas con esta parranda constitucional infinita?
¡Así como va, esto se está convirtiendo en la “cueca en pelota”! No hay paciencia, señores. Corten el leseo. ¿Nos están asaltando todos los días en nuestras propias calles unos desalmados nunca vistos antes por estos lares, la pega está cada vez más difícil, las papas carísimas, ¿y ustedes nos van a decir que no se la pudieron para escribir una Constitución? ¿Esa que ustedes mismos dijeron que era la papa para solucionarlo todo? ¡Chitas la papita caliente esta que nos metieron! No hay que ser sabio competente para darse cuenta que esto no da para más.
Claro, después, si no resulta, cada uno le va a echar la culpa al empedrado. Siempre la culpa la tiene el de al lado… Se van a lavar las manos, olímpicos, como vulgares Pilatos. ¡Bajen del Olimpo y escuchen bien al pueblo de una vez: hay que parir la chancha o va a quedar la escoba! ¡Parenla, poh! Pónganse las pilas, sáquense la mugre hasta la hora que sea, pero terminen con la Constitución antes que la Constitución termine con nosotros.
Ahí anda el señor Jadue ese, diciendo el perla que, si esto fracasa, va a haber un tercer proceso constituyente, una asamblea constituyente la llama. ¡Creerá que los chilenos somos todos giles!, como si tuviéramos ganas y tiempo para salir a cantar la Internacional por las calles, ¿qué se cree el Maduro ese de Recoleta, cree acaso que este país nació ayer?
Si no terminan la Constitución como Dios manda, se la están dando en bandeja para que aparezcan estos pasados para la punta a proponer peladas de cable. ¡La cantidad de locos que anda suelto por las calles… Después no nos acusen de pueblo ignorante. Paremos el leseo, pongámonos serios. A arremangarse se ha dicho, a ponerse los pantalones, quedan pocos días y más discurre un hambriento que diez letrados…
Inspírense, o viene otra parada de carros… pero esta será peor que la anterior… será una parada de carros para todos por igual: Republicanos, Chile Vamos, Socialistas, Comunistas, Frentistas (les niñes esos…), los vamos a meter a todos en el mismo paquete.
El pueblo de Chile les ha tenido mucha paciencia, así que constitúyanse de una vez por todas y demos vuelta la hoja, miren que empieza la primavera y nos merecemos pasarlo un poquito bien los chilenos. Necesitamos un cariñito que sea. Estamos agotados y apaleados como perros con todo lo que hemos vivido. Nos ha llovido sobre mojado: estallido, pandemia, convención, los cincuenta años, otra convención (o consejo como le llaman a esta cuestión), parecemos disco rayado, país rayado, que no se constituye nunca.
Y hasta aquí llego no más, porque se me puede subir la emoción a la cabeza, y los ánimos están muy caldeados. Con todo respeto les pregunto: ¿cómo no vamos a poder a llegar todos juntos a diciembre a bailar la misma cueca? ¿Es que no somos todos chilenos, mieeerda? ¿O alguien está haciendo trampa aquí? Nada de tirar el “poto pa’ las moras”, hay que ponerle con todo a esto o lo que viene se ve color de hormiga… y al final, vamos a salir todos trasquilados.
Los saluda, un chileno anónimo.