Francisco Cox sobre crimen organizado en Chile: “Esa obsesión de dictar leyes en lugar de ver cómo se implementan, de coordinarse, es algo preocupante”
En Primera Pauta, el abogado y experto en criminalidad compleja dijo que “creo que todavía estamos muy lejos de lo que fue Colombia de los 80 o México, pero yo no sería demasiado optimista si es que no ponemos los focos en las investigaciones y también en este de que el Estado recupere el territorio”.
La situación sobre el narcotráfico y crimen organizado ha ido en alza en nuestro país. Los datos son sostenidos por informes de la Policía de Investigaciones (PDI), hay informes de Paz Ciudadana que empiezan a mostrar cómo ha ido cambiando la naturaleza del delito.
De esto conversamos esta mañana en Primera Pauta de Radio Pauta, con Francisco Cox, abogado y experto en criminalidad compleja. Además, fue uno de los 5 expertos que nombró en su minuto la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para investigar la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, México.
Francisco Cox sobre crimen organizado en Chile: “Esa obsesión de dictar leyes en lugar de ver cómo se implementan, de coordinarse, es algo preocupante”
En el último tiempo han ido aumentando los delitos y los tipos de delitos. Ya no es una sensación de que el crimen organizado es una amenaza para Chile, ya dejó de ser una alerta y probablemente es un “botón rojo”.
Al ser consultado sobre cómo lo están viendo, Cox señaló que “lo que estamos viendo es que los grupos están empezando a tomar el control de ciertas zonas. El negocio del crimen organizado, más que un delito en concreto, es el control territorial de una zona y en esa zona ellos son quienes fijan las condiciones de venta de productos, extorsionan a comerciantes, etc. Estamos empezando a ver que estas disputas territoriales que se están dando, se están haciendo cada vez más comunes en Chile y eso es preocupante claramente”.
Al comparar la situación de Chile con su investigación realizada en México, Francisco Cox dijo que “lo que es más preocupante y en ese sentido me parece que tanto la policía como el Ministerio Público están poniendo el foco en el lugar correcto es el aumento de los homicidios y la fenomenología de esos homicidios”.
“Antes en Chile los homicidios eran entre conocidos o personas con algún vínculo y con armas blancas, más que con armas de fuego. Hoy en día estamos en un período en que ha aumentado el homicidio con armas de fuego y ha aumentado el homicidio de imputado desconocido, es decir que no se sabe quién es el que comete el homicidio. Eso es propio de ajustes de cuentas y sicariatos”, añadió.
El abogado experto en criminalidad compleja se refirió al episodio en donde acribillaron a una persona (“Narco Reina”) a plena luz del día en Padre Hurtado: “Este episodio también es propio de la narcocultrua, los narco corridos. Tenemos este género urbano, que no se puede censurar, pero que efectivamente se empieza a generar una especie de admiración y también de ciertos sectores que quieren parecer incluso narco aun cuando no lo sean, en este caso al parecer si lo era”.
“Eso también es un signo propio de cuando ya empieza a meterse el crimen organizado en distintos sectores. Por eso la respuesta no es solo más policías, sino que también el Estado cumpla su rol, que es propio de un Estado social y democrático de derecho, que es de proveer de servicios. Porque si los servicios no los provee el Estado, los empiezan a proveer estos grupos”, añadió Cox.
En esa misma línea, el abogado complementó con el ejemplo de Venezuela y el Tren de Aragua: “El Tren de Aragua tiene fundaciones donde proveen de servicios a la comunidad, donde entregan multicanchas, espacios recreativos donde aplican la justicia”.
“Creo que todavía, claramente, estamos muy lejos de lo que fue Colombia de los 80 o México, pero yo no sería demasiado entusiasta u optimista si es que no ponemos los focos en las investigaciones y también en este de que el Estado recupere el territorio”, aseguró Cox.
Sin embargo, el abogado expresó que “el problema que yo veo en Chile es que creemos que dictando una ley estamos listos. Incluso, en la Nueva Constitución creen que porque van a poner ahí temas sobre crimen organizado, van a resolver el problema. Ese exceso de entusiasmo esa obsesión de dictar leyes en lugar de ver cómo se implementan, de dar los recursos necesarios, de coordinarse, es algo preocupante“.
Revisa la entrevista completa a continuación: