Columna de John Müller: “El nuevo mejor amigo de EE.UU.”
Pese a la relevancia que se ha querido dar a la reunión Boric-Biden, el elegido en el Cono Sur podría ser el peronista Sergio Massa.
La semana pasada, el Ministerio de Relaciones Exteriores argentino condenó el ataque israelí al campo de refugiados de Jabalia. El comunicado coincidió con el endurecimiento de la postura de países como Chile o Colombia que llamaron a consultas a sus embajadores en Tel Aviv. Lo novedoso no fue que Argentina, que tiene una influyente y amplia colonia judía, se quedara un escalón por debajo de la dureza con que reaccionaron otros países con gobiernos de izquierda, lo realmente significativo fue que ese mismo día el candidato peronista Sergio Massa retuiteó el mensaje de un senador que respaldaba ampliamente a Israel y criticaba la decisión de Gabriel Boric y de Gustavo Petro. “No así”, decía el senador Pablo Yedlin.
La discrepancia de Massa con el canciller Santiago Cafiero sobre las tonalidades de la política exterior argentina del gobierno son poco importantes. El actual gabinete tiene sus días contados y el retuiteo de Massa podría ser parte de una estrategia de moderación de cara a ganarse el electorado de centroderecha en la segunda vuelta. Pero la crítica a Boric y Petro comienza a delinear lo que podría ser la política exterior de Massa si gana la elección presidencial. Y esa política exterior podría ser muy distinta a la que han seguido Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Massa podría ser mucho más proclive a alinearse con EE.UU., alejarse de los compadres izquierdistas del Foro de Sao Paulo y acoplarse al mundo liberal.
En los últimos días, diversos analistas me han confirmado que un gobierno presidido por Massa será un buen aliado para Estados Unidos en la región. Él mismo es pronorteamericano y uno de mis interlocutores -un periodista estadounidense muy reputado- lo llegó a calificar de “operador” de EE.UU.
¿Cómo quedará la posición de Chile en el Cono Sur si Argentina se transforma en el nuevo mejor amigo de EE.UU.? ¿Está preparada la política exterior chilena para ese cambio?
La reciente visita de Gabriel Boric a Joe Biden en la Casa Blanca es un hito para el joven presidente, pero la transcripción de la conversación confirma pocos resultados concretos y una falta de confianza que se cuela en las frases de buena crianza. En cambio, EE.UU. no ha dejado de mandar señales de que valora a Argentina más allá de las discrepancias con los peronistas de izquierda y kirchneristas. Recientemente, Dinamarca le vendió aviones militares a Argentina que requerían una autorización previa de EE.UU. y este se la concedió.
Una victoria de Massa puede redibujar el panorama de la región y habría que ver si nuestra cancillería está preparada para superar las evidentes limitaciones que plantea nuestro gobierno.