Expertos explican qué hay tras el “megadecreto” de Milei para desregular la economía argentina

En la crónica de Gabriela Valenzuela, analizamos la compleja situación que vive el gobierno de Javier Milei, tras el anuncio de su polémico “megadecreto” que ha despertado una ola de protestas.

Reducción de impuestos a los bienes personales, eliminación de las primarias (PASO), cambiar la composición de la cámara de diputados o nuevos límites a las manifestaciones, son algunas de las medidas que el Presidente de Argentina, Javier Milei, envió en las últimas horas al Congreso para reformar el Estado. Son en total 664 artículos donde, tal vez, lo más llamativo es que se declara “emergencia pública” hasta el 31 de diciembre de 2025.

Se llama “ley ómnibus”, o proyecto con muchas leyes, y es la tercera reforma que lanza desde que asumió el poder hace 18 días. El mandatario dijo que esta iniciativa es la más profunda porque contiene “dos tercios” de todas sus propuestas de reforma.

Claves para entender qué hay tras el “megadecreto” de Milei para desregular la economía argentina

Diego Cagliolo, politólogo y consultor argentino, cree que “las intenciones (de Milei) parecen ser las correctas, al apuntar contra las estructuras de poder oficiales y no oficiales, pero no hay certeza de su éxito y mucho menos de su viabilidad”.

En diálogo con Radio Pauta agrega que “constituye un intento radical de encauzar una cultura autodestructiva, que priorizó bienestar presente sacrificando futuro. Las formas son cuestionables, en tanto pretende avasallar ciertas potestades que le son propias al Congreso”.

El vocero presidencial, Manuel Adorni, explicó que “el texto incluye iniciativas necesarias y urgentes en materia tributaria, penal, energética y electoral”. En el capítulo dedicado, por ejemplo, a reformas del Estado, se incluye declarar “sujetas a privatización” a todas las empresas del sector público.

A juicio del economista de Ecolatina, Santiago Manoukian, “la hoja de ruta presentada buscará corregir los desequilibrios macroeconómicos heredados, apuntando a dar una contundente señal de cambio en el régimen económico, que contribuya a generar un shock sobre las expectativas, regenerar la credibilidad, y propender a un sendero de normalización de funcionamiento de la economía”.

Agrega a Radio Pauta que “uno de los principales desafíos en lo político será la necesidad de gestionar la conflictividad social a través de la relación con los sindicatos y los movimientos sociales, partiendo de un marcado deterioro socioeconómico”.

A pesar de que Milei ganó con el 56% de los votos, ese respaldo no está necesariamente asegurado el respaldo en todo el Congreso. La alternativa que baraja es llamar a un plebiscito, en caso de que se rechace el Decreto de Necesidad y Urgencia, DNU, para liberalizar la economía del país. Esa fue la segunda “gran medida” presentada en su administración y pese a la marcha de la Confederación General del Trabajo (CGT), el mandatario defendió la situación de urgencia que lo llevó a presentar esta iniciativa.

Facundo Galván, Doctor en Ciencia Política, recuerda que “esta es la primera vez que hay un gobierno de ultraminoría tanto en la cámara de senadores como de diputados, y esto hace que tenga que depender de alianzas, para que caiga por ejemplo el DNU”, explica a Radio Pauta.

Agrega que “por ahora los focos de reacción han sido cacerolazos, pero no ha habido reacciones tan masivas, pero a Milei no le preocupa porque siente intacto su capital, y no se ve dispuesto a dar marcha atrás”.

Más allá de las acusaciones del Jefe de Estado, quien sostiene que “la lentitud que le ponen los legisladores al debate del Decreto es porque buscan coimas”, expertos sostienen que los principales desafíos estarán en la capacidad que tenga de dar gobernabilidad, tanto en lo político como en lo social. Algunas de las propuestas tienen el respaldo de diferentes fuerzas políticas, es probable que muchos de los 664 artículos de la “ley ómnibus” no se terminen aprobando.

En este sentido, Cagliolo cree que “las interrogantes son innumerables, ya que el desembarco en el poder parece desprolijo, inmaduro y falto de los cuadros necesarios. Aquello que en su momento fue una virtud, hoy es una de sus principales debilidades y falta ver cuánta tolerancia tendrá la sociedad ante lo que se viene, que será aún más duro de lo que es”.

Mientras el Congreso debate la “ley ómnibus”, habrá que esperar hasta las sesiones ordinarias, a partir de marzo, para saber cómo se despacha el “megadecreto”, que entrará en vigencia el 29 de diciembre, si no lo frena antes la Justicia.