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Para atender familiares: Hospital Sótero del Río omite al menos 100 pacientes de la lista de espera

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POR Vicente Housset Gaete |

Según un informe de Contraloría, los trabajos de cirugía priorizaron a pacientes relacionados con las y los funcionarios del Centro Asistencial Sótero del Río (CASR).

Mediante un informe hecho por la auditoría de la Contraloría al Hospital Sótero del Río entre el 1 de abril de 2022 y el 31 de marzo de 2023, se reveló que se realizaron cirugías que saltaban al menos 100 nombres de la lista de espera, favoreciendo el tratamiento de familiares y conocidos.

“Se comprobó que en 62 cirugías practicadas a pacientes vinculados por parentezco con personas funcionarias del CASR, y en otras 38 practicadas a personal de ese hospital, los tratados tuvieron menos tiempo de espera para ingresar a pabellón que el promedio general por especialidad (…) sin que se advierta alguna circunstancia que justifique esas situaciones”, revela el documento.

Hospital Sótero del Río Ignora al menos 100 pacientes de la lista de espera

Por ejemplo, el padre de un funcionario tuvo un lapso de demora quirúrgica para una intervención en urología 11 días, mientras que el plazo promedio es de 130, reportó el diario El Mercurio.

Adicionalmente, en una entrevista realizada por el diario, el director del hospital Sótero del Río, Luis Arteaga, declaró que están realizando un sumario administrativo para “poder hacer un análisis real de lo que sucedió”. Explicando que “es difícil para nosotros ponernos a ver si son funcionarios, familiares de funcionarios o no”.

En declaraciones recogidas por El Mercurio, el exministro de salud, Jaime Mañalich, afirmó que independiente de la existencia de las listas de espera, el trato diferencial entre conocidos es algo común.

“En la práctica, independientemente de las reglas generales, las listas de espera y todas las formalidades del caso, si tienes algún conocido o familiar adentro, o eres funcionario del hospital, te tratan de otra manera, se saltan la lista de espera”, señaló.

“Hay cierto problema moral acá, pero también hay crueldad. Porque al final de cuentas, tener o no un “pituto” puede traducirse en una diferencia de vida o muerte”, indicó el exministro.