Columna de John Müller: “¿Quién es Narbona?”
Ya se sabe que el presidente quería decir Fontbona en su alusión a la familia Luksic, pero, ¿con quién se confundió?
La ministra del Interior ha aclarado lo que quería transmitir el Presidente de la República cuando dijo “más Narbona, menos Craig” durante la inauguración de la desaladora de la minera Los Pelambres (Coquimbo), que, en su mayoría, pertenece a la familia Luksic. Boric quería decir Fontbona, pero se confundió y dijo Narbona.
El mandatario quería meter una cuña entre los hijos de Andrónico Luksic Abaroa que proceden de dos matrimonios distintos: los mayores son hijos de Ena Craig (fallecida en 1959) y los segundos de Iris Fontbona. Por lo visto, Boric se lleva mejor con los segundos que con los primeros. Pero, ¿quién es Narbona? ¿A quién pertenece el apellido que erróneamente citó el Presidente?
Que el incidente se produjera durante la inauguración de una planta desaladora añadió más intriga al episodio porque todo indica que Boric se confundió con Cristina Narbona Ruiz, la presidenta del Partido Socialista español, PSOE, que fue una tenaz partidaria de la construcción de desaladoras en la costa española a comienzos de este siglo.
Narbona (Madrid, 1951) es economista, profesora universitaria y una figura importante del socialismo y el ecologismo español. Ocupó diversos cargos en los gobiernos de Felipe González, desde la consejería de Hacienda del gobierno de Andalucía hasta la secretaria de Estado de Medio Ambiente.
Al pasar por este cargo se descubrió que era una convencida ambientalista, perfil que se acentuaría cuando en 2004 fue designada ministra de esa cartera en el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Narbona fue la primera política que se planteó en España la necesidad de cumplir con el Protocolo de Kioto y una precursora de las energías renovables. Una de sus obsesiones era la recuperación del borde costero y, otra, la construcción de plantas desaladoras de agua de mar para garantizar el consumo humano y el agrícola, sobre todo, en el Mediterráneo, como alternativa a los trasvases entre cuencas hídricas que se hacían en España desde el siglo XIX y que los ecologistas consideran una mala práctica.
Hoy, una severa sequía en el borde Mediterráneo, especialmente en Cataluña, ha recordado a muchos que Narbona fue pionera a la hora de promocionar ese tipo de infraestructura, pero que su impulso se perdió entre las críticas de los ecologistas más radicales (que también rechazan las desaladoras) y diversos escándalos relacionados con la financiación de los proyectos en lo que ella nada tuvo que ver.
Narbona, además, ha sido diputada nacional, senadora, concejal del ayuntamiento de Madrid, embajadora en la OCDE y miembro del Consejo de Seguridad Nuclear. Es conocida su postura antinuclear y es autora de un libro crítico – ‘La energía después de Fukushima’ (Ediciones Turpial)-, que publicó en 2012, y que ha soportado mal el paso del tiempo porque la energía nuclear vive hoy una resurrección en diversas partes del mundo.
En 2018, Narbona se casó con Josep Borrell, Alto Comisionado de la Unión Europea, con quien llevaba casi dos décadas de relación sentimental. A finales de 2017 acompañó a Borrell a Chile para brindar su apoyo a los socialistas chilenos en la campaña electoral de ese año.