Durante el proceso penal, tanto el excomandante en jefe del Ejército como su esposa, insistieron en su inocencia de los hechos imputados, en los que se acusa que el matrimonio habría incurrido en un presunto desvío de dineros proveniente de gastos reservados.

El Ministerio Público había acusado Fuente-Alba y Pinochet de usar dinero proveniente de los gastos reservados del Ejército para inyectarlos en sus cuentas personales, por lo que pidieron 15 años de cárcel para Fuente-Alba y 10 años para su esposa.