Pequeño Cottolengo insta a Presidente Boric a priorizar Mejor Niñez: “En la Cuenta Pública le dedicó menos de dos minutos de casi tres horas”

En Radio Pauta, Cristián Glenz, ahondó sobre la falta de anuncios en materia de infancia en la Cuenta Pública y abordó los principales problemas y trabas que observa para mejorar el desarrollo de Mejor Niñez. Asimismo, comentó que esperaba que el Presidente ponga en la agenda este tema con mayor seriedad.

Diferentes reacciones dejó la tercera Cuenta Pública emitida por el Presidente Gabriel Boric durante este fin de semana, donde se habló de seguridad, economía, aborto legal, eutanasia, entre otras. Sin embargo, para varios expertos faltó una mirada en profundidad respecto a Mejor Niñez, (ex Sename).

En conversación con Pauta Final, Cristián Glenz, director de Fundación Pequeño Cottolengo, sostuvo que estaban “absolutamente decepcionados. De las casi tres horas que habló, le dio al tema menos de dos minutos. Eso muestra, que el tema de la infancia está absolutamente en segundo y tercer lugar. Hubiésemos esperado un discurso un poquito más cercano, más comprometido, y la verdad es que son pequeñas cosas que se avanzan, muy poco”.

Glenz sostuvo que “el pasado hay que arreglarlo, pero lo importante es el futuro, los niños son el futuro” y añadió que “teníamos la esperanza, que con Boric, en su Gobierno, la infancia iba a ser prioridad. Se hizo un diagnóstico super acabado, con expertos, participamos de distintas organizaciones de la sociedad civil, y la verdad es que el diagnóstico está muy claro, el problema ha sido la implementación”.

Pequeño Cottolengo insta a Presidente Boric a priorizar Mejor Niñez en la agenda: “En la Cuenta Pública le dedicó menos de dos minutos de casi tres horas”

Asimismo, sostuvo que a juicio de él, la traba principal para el desarrollo del ex Sename es la poca prioridad que se le ha dado al tema. “Si en los discursos del Presidente no se le da los minutos que requiere este tema que es urgente, claramente no es prioridad. Entonces mientras no sea prioridad, la verdad es que va a quedar siempre en segundo y tercer lugar”.

Además agregó que también hay un tema de implementación. “En general, el Estado, no es un buen administrador. Y lamentablemente la implementación de lo que fue Mejor Niñez, Finalmente, cuando se cambió Mejor Niñez, nos quedamos todos los que trabajamos hace décadas en esto, con una sensación de que simplemente se había cambiado el nombre”.

En el diagnóstico que hace Glenz sobre los errores de Mejor Niñez, destacó que el ex Sename ha puesto un énfasis considerable en el control y la supervisión, pero no de la manera que se esperaría en un modelo de acompañamiento. Glenz explicó: “Uno esperaría que si yo te superviso, yo te acompaño, veo qué necesitas. Y es una supervisión muy punitiva”. Esta situación, según él, está provocando que varias instituciones con décadas de historia en Chile estén cerrando sus hogares.

En la misma línea, el director de Fundación Pequeño Cottolengo, se refirió al artículo 80 bis, que está exacerbando este problema y que de hecho, ha afectado a Pequeño Cottolengo. El artículo 80 bis permite a los tribunales de familia emitir órdenes de ingreso forzoso para niños en situación de vulnerabilidad cuando no hay cupos disponibles en las alternativas propuestas por Mejor Niñez.

“Un juez de familia le llega un caso de un niño que está siendo vulnerado y le pregunta a Mejor Niñez qué alternativas tengo en Arica, por ejemplo, entonces Mejor Niñez le entrega una oferta y le indica si es que tiene cupos o no. Lo que está pasando es que no hay cupos”, explicó.

Esta falta de cupos lleva a situaciones extremas donde los hogares deben aceptar a más niños de los que pueden manejar, a veces con un 30-40% de sobrecupo. “Entonces la jueza dice, bueno, como no tiene alternativa, llega y emite una orden de ingreso forzoso”, detalló Glenz.

Esta situación pone una enorme presión sobre las fundaciones y hogares, que se ven obligados a recibir a los niños por la fuerza, bajo amenaza de detención si no lo hacen. “Es así de violento”, concluyó Glenz, resaltando la gravedad de la problemática y la necesidad de buscar soluciones que el Gobierno priorice el bienestar de los menores y la viabilidad de las instituciones que los acogen.

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