Exdirector de Gendarmería asegura que “hubo actores dentro de la institución que negaron la existencia del crimen organizado”
Christian Alveal sostuvo que “minimizaron la amenaza y uno se pregunta si era por ignorancia o porque ya estaban corrompidos”.
Las cárceles en América Latina se han convertido en centro de operaciones del crimen organizado, desde donde operan sus negocios trasnacionales, saltándose todas las medidas de seguridad vigentes.
El viernes 14 de junio, la Fiscalía Metropolitana Occidente lideró la “operación Punto 40”, que permitió desbaratar a una red que traficaba armas y que dejó 9 gendarmes activos, detenidos.
En conversación con Pauta de Análisis de Radio Pauta, el exdirector de Gendarmería, Christian Alveal, abordó el problema y se refirió al control que tiene el Estado respecto de sus cárceles e hizo una distinción al respecto.
Exdirector de Gendarmería asegura que “hubo actores dentro de la institución que negaron la existencia del crimen organizado”
Alveal sostuvo que “se tiene un control perimetral, se puede contabilizar la población penal, tenemos la identidad de las personas, es decir, un control básico”.
“Pero el control propiamente tal, no, de hecho, hay homicidios que ocurren dentro de la cárcel aún con imputados desconocidos”, reconoció.
En este sentido, fue enfático al afirmar la necesidad de hacer una reforma, ya que “este es un problema de estado, no es culpa de un gobierno en particular, ninguno puede modernizar la carrera penitenciaria en corto tiempo”.
“Tenemos un punto rojo, una señal de alarma muy preocupante, porque no solo las cárceles las transforman en centros de operaciones criminales, sino que están tras del mercado cautivo de las cárceles, donde pueden comercializar drogas, alcohol, celulares y se enriquecen estas organizaciones criminales en espacios carcelarios”, agregó.
Respecto del rol de los gendarmes, explicó que “si la estrategia criminal cambia, claramente hay un cambio de lo que conocíamos como delincuencia común a una delincuencia organizada, distinta, que pertenece al narcotráfico, con mayor poder adquisitivo, que compra armas, penetra al Estado“.
“Expertos han afirmado que el crimen organizado crece al alero de la protección gubernamental, protección que logra corrompiendo a agentes del Estado. Si miramos la realidad de la región, por ejemplo, en Ecuador, dentro de las cárceles se ha encontrado lanzacohetes, armamento largo. Entonces, ¿por qué Chile cree que está totalmente impune y protegido a una realidad que afecta a toda la región?”, cuestionó.
En ese contexto, acotó que “si estamos reconociendo que existe crimen organizado trasnacional, significa que ellas operan en todos los países, entonces ¿por qué le bajamos el perfil a lo que pasa en nuestro país?”.
Respecto a las medidas que se deben tomar para abordar la situación en su real complejidad, explicó que “se necesita más personal, más preparación y más tecnología“.
“Hay un déficit de plazas que generan alteraciones al régimen interno, ya que hay un hacinamiento cercano al 28%, pero hay regiones, particularmente Santiago y la V Región, que tienen condiciones de hacinamiento que complican aún más la función penitenciaria, y esto genera un descontrol porque no están las capacidades para segmentar a los delincuentes, adecuadamente”, comentó.
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