Actualidad

Columna de John Müller: Lo que Jara no dice de las pensiones: que quiere quedarse su ahorro

Imagen principal
POR Equipo Radio Pauta |

La ministra manipula los conceptos para negar que Chile ya tiene un sistema de pensiones mixto.

La ministra del Trabajo y Previsión Social, Jeanette Jara, aseguró en una entrevista reciente que somos un país en una esquina del mundo. “El 83% de los países del mundo tiene sistemas [de pensiones] mixtos y Chile está en una esquina, es una excepción”, dijo al diario español El País que tiene una edición en Chile, cosa que también es una rareza.

Por lo visto, su gabinete matizó y dijo que la ministra no hablaba del mundo sino de los países de la OCDE donde, por algún error, alguien incluyó alguna vez a Chile. Tiene que ser así, porque China, que es una economía enorme, sigue funcionando mayoritariamente bajo el primitivo sistema “quien tiene una hija tiene una pensión”. Ojo, una hija, no un hijo. En la tradición china, quien se hace cargo de los padres cuando son viejos, son las hijas. Y los hijos lo saben al casarse con ellas. Había también un incipiente sistema de pensiones estatal que favorecía a militares, funcionarios del Estado y miembros del Partido Comunista.

Pero, claro, la política comunista de un solo hijo hizo que se los prefiriera a ellos mientras que a ellas se las abortaba o se les daba en adopción, habitualmente a extranjeros. De pronto la ingeniería social amenazó la subsistencia de los viejos. Además, sustituir a dos padres por un solo hijo generó una pirámide poblacional que hacía insostenible un sistema de pensiones de reparto (hay que repartir entre muchísimos más que los que aportan).

En 2005, antes de que China entrara en la Organización Mundial de Comercio, el Banco Mundial calculó que su deuda previsional era del 141% de su PIB, pese a que el sistema público sólo favorecía a unos pocos. Así que China rediseño su sistema a uno mixto, donde el pilar público es apenas el 30% del sueldo promedio del individuo a lo largo de su vida laboral. Los demás pilares están formados por cuentas de capitalización individual, rentas vitalicias corporativas, sistemas de ahorro privados y un seguro estatal.

La visión china de las pensiones afronta enormes desafíos. La opinión de un experto, cuya conclusión es que a los jóvenes chinos no les va a quedar más remedio que afrontar la doble carga de las pensiones de sus mayores y las suyas propias, porque los primeros no ahorraron lo suficiente, se puede leer aquí.

De las reflexiones de este autor es llamativa la relación entre fertilidad y pensiones. Ya hay varios estudios, como éste de Alexander M. Danzer y Lennard Zyska, que relacionan la generosidad de los sistemas de pensiones con la caída de la natalidad.

Nada de esto le interesa a la ministra Jara, ocupada en seguir mirando con sus anteojeras ideológicas y manipulando los datos. Por ejemplo, nos esconde que Chile ya tiene un sistema mixto de pensiones desde la creación del pilar solidario en 2008. Y es un pilar que le da bastantes preocupaciones a su ministro de Hacienda que es el que conoce la factura de la Pensión Garantizada Universal (PGU), una política de Sebastián Piñera que se aprobó con un debate claramente insuficiente sobre su financiación.

El costo presupuestado para financiar la PGU en 2024 es de 5,4 billones de pesos. Se trata de una cantidad menor en un 4,3% al presupuesto de 2023, que era teórico puesto que nunca había sido ejecutado y eso explica la holgura. Esta cantidad representa una tercera parte del presupuesto del Ministerio de Educación que es de 15,6 billones de pesos.

Pero esto va a cambiar muy rápidamente. “Durante la próxima década la población mayor de 65 años va a estar creciendo al 4% anual, o sea más que la población en edad de trabajar, que el PIB y otras variables”, ha dicho el ministro Mario Marcel. Por el otro extremo, la tasa de fecundidad de Chile se ha desplomado.

Ahí está la clave de todo. La ministra Jara necesita un sistema de reparto para poder enmascarar que el Estado de Chile se va a apropiar de los ahorros de los trabajadores por la vía de quedarse con todo o parte de las cotizaciones adicionales y empezar a aligerar la carga que supone para el Fisco asumir un sistema de pensiones tan generoso. Esto es lo que en todas partes se conoce como robo, pero ella la llama “auténtica Seguridad Social”.  Y sí, Chile está en una esquina del planisferio.