Columna de Víctor Maldonado: “La pera cae por madura, no por decreto”
“En un escenario de mayor incertidumbre y de fuerzas más equiparadas entre oficialismo y oposición, naturalmente la decisión presidencial se presenta cuando corresponde, es decir, después de las elecciones de octubre”.
En la oposición el dinamismo de la toma de decisiones está saliendo del marco de las directivas y está entrando en el ámbito de los comandos de campaña presidencial. Esto se explica porque la ritualidad para establecer posiciones oficiales va muy por detrás de las necesidades de quienes ahora mismo son candidatos municipales y regionales.
El orden de los factores altera el producto. En un escenario de mayor incertidumbre y de fuerzas más equiparadas entre oficialismo y oposición, naturalmente la decisión presidencial se presenta “cuando corresponde”, es decir, después de las elecciones de octubre.
Columna de Víctor Maldonado: “La pera cae por madura, no por decreto”
Pero la actividad política no transcurre en el ámbito de como debieran ser las cosas, sino de como acontecen en realidad. Los preparativos de los candidatos presidenciales en la derecha son los más avanzados de todos.
Cuando los postulantes locales necesitan informar a sus electores cuáles son sus preferencias en la competencia nacional, la suerte está echada. En RN ya ni se discute a quien van a apoyar, sino cuándo van a anunciar a Matthei, con lo cual confiesan que no están en condiciones de decidir nada.
El movimiento se hace irresistible porque mucho antes de que comiencen los períodos oficiales de campaña legal, las decisiones estratégicas han sido tomadas y las piezas gráficas, la cobertura de redes, audios y videos han sido confeccionados. No es cosa de insertar una figura presidencial como añadido, cuando otros se pueden adelantar, ganando ventaja con ello.
También los electores tienen mucha conciencia de que todas las candidaturas se encuentran enhebradas hacia arriba y que se trata de una misma decisión central ratificada en varias papeletas. Son los primeros que preguntan.
La pera está madura cuando le toca, no cuando se decreta que lo esté. Los factores personales y las historias de vida cuentan como en ningún otro espacio en las elecciones municipales, pero son los aspirantes a alcaldes quienes se dan cuenta que una parte importante de sus programas no se sostienen solo por lo que acontece en la comuna, sino mostrando el equipo para el que se juega.
Algunos candidatos, como Mario Desbordes, que tienen un cierto reconocimiento en la opinión pública, creen que puede concentrar la tensión de la campaña en una polémica directa, con la alcaldesa Hassler, en este caso. Por eso solicita que la directiva de su partido no se refiera más al tema presidencial.
Es la misma excepcionalidad de la situación de Desbordes lo que hace que la receta que le sirve a él, no le conviene a muchos más, en opinión de esos muchos más. Estamos donde estamos y Matthei es la abanderada para todos los efectos, excepto para los encargados de los timbres y estampillas partidarios.
Es imposible pensar que nada de esto deje de impactar en el oficialismo. Los programas se enfrentan con programas, pero el desplazamiento de figuras presidenciales se hace con su equivalente. Solo que en este caso no existen.
¿Qué se hace entonces? Lo único posible: se desplaza el Presidente y los que quieren serlo, incluyendo, por supuesto, a los ministros. Ya se verá cual es la recepción que tendrán, pero es en terreno donde se verá tal cosa.