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PNUD hace entrega del Informe de Desarrollo Humano 2024 al Presidente Boric

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POR María Alejandra Gallardo Contreras |

El Informe del PNUD permite elaborar políticas públicas en base a datos e información veraz.

Esta mañana, en una ceremonia encabezada por el Presidente Gabriel Boric, Giorgina Braga-Orillard, representante residente del PNUD en Chile hizo entrega del Informe de Desarrollo Humano 2024 al mandatario.

El Informe dividido en siete grandes apartados, aborda los cambios y transformaciones en el país; las capacidades para conducir dichos cambios; los cambios desde la perspectiva de las personas; los deseos, disposiciones subjetivas y orientaciones socioculturales; las elites y los movimientos sociales; los discursos públicos y las lógicas de interacción en el sistema político y por último, la conducción de los cambios para un Desarrollo Humano Sostenible.

En el marco de la entrega del informe, se desarrolló un conversatorio en el que participaron la alcaldesa de Quinta Normal, Karina Delfino y el alcalde de Puente Alto, Germán Codina quienes abordaron lo que ocurre en los territorios y cómo es la radiografía que se expresa en el Informe sobre la necesidad de establecer cambios para todos los ciudadanos.

PNUD hace entrega del Informe de Desarrollo Humano 2024 al Presidente Boric.

Presidente Boric recibe Informe PNUD 2024

Fue el propio Presidente Boric quien mandató al PNUD para que retomara este análisis que fue suspendido en los últimos años.

El Informe elaborado por El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo entrega información relevante para la elaboración de políticas públicas.

Posteriormente, en conversación con la periodista Paula Escobar, el Presidente Boric comentó parte de las conclusiones que aborda el Informe.

Al respecto, cuando fue consultado por Escobar sobre su primera reacción al leer el Documento, el mandatario dijo que “hay algo que decía la directora del PNUD, y es que es imposible dejar de lado que cuando uno va avanzando en el informe, al principio inunda el pesimismo; no sólo por la constatación de lo mucho que nos ha costado cambiar como sociedad chilena y cómo en la medida en que nos cuesta cambiar, profundiza el problema”.

Además, se refirió a la emergencia de liderazgos estridentes “cuando frente a diversos problemas, no se encuentra una solución y se genera más polarización”.

Destacó “la relación disfuncional que existe entre élites en términos políticos y en términos empresariales, con la ciudadanía y los movimientos sociales. Y ahí resulta tremendamente complejo la idea de que la gente quiere cambios profundos, pero que, sin embargo, no está dispuesta a asumir los costos de esos cambios profundos”.

“Cuando la élite dice que la gente cree que las soluciones siempre son fáciles, o que hay soluciones fáciles a temas complejos, yo discrepo profundamente de esa aseveración, porque he visto recorriendo Chile que hay una conciencia de la complejidad de los problemas y que cuando hay problemas complejos no hay soluciones fáciles, y que por lo tanto toma tiempo resolverles”, afirmó el Presidente de la República.

Ejemplificó lo anterior con el déficit habitacional en Chile. “En Chile tenemos un déficit habitacional que estaba catastrado cuando llegamos al gobierno del orden de las 600.000 viviendas, hoy día seguramente es mayor a eso y además hay una cifra en negro que es difícil de estimar. Y nosotros nos pusimos la meta de construir durante nuestro gobierno 460.000 viviendas, y por lo tanto, no alcanzar el deficit.

Al respecto explicó que las personas que integraban los comités de vivienda valoraban que hubieran propuesto una solución real, creíble y que reconocieran que había dificultades para alcanzar una solución plena.

También abordó el hecho que el 67% de los entrevistados quiere que las cosas se hagan de otro modo, pero casi un 60% declara que quiere que sean cambios graduales.

El informe del PNUD  contribuye a otorgarle una base de realidad a una convicción que era intuitivamente cada vez más compartida a propósito de, y creo que concuerdo con Germán Codina,  en que no se debe hablar de fracaso de los procesos constitucionales, sino del aprendizaje de los procesos constitucionales independientes que hayan sido rechazados ambos textos. Y por lo tanto hoy día hay más argumentos para sostener esa tesis de la gradualidad”.