Columna de Víctor Maldonado: “Un sector con candidata y sin conducción”
“Si la derecha llegara a ser gobierno, tendrá una Presidenta UDI, pero la conducción política de la oposición estará en manos de RN. Puede que esto parezca raro, pero es la misma fórmula que tenemos con el gobierno actual”
Candidata, sí; conducción, no
No es lo mismo preguntarle a la centroderecha si tiene candidata presidencial, que si tiene una efectiva conducción política de los partidos que integran Chile Vamos. Tal parece que lo que hay es un comando de campaña junto a Evelyn Matthei, pero la ausencia de coordinación de acciones se hace sentir igual.
En otras circunstancias, este tipo de situaciones se compensaría porque la tienda que tiene la abanderada del sector asume igualmente la dirección política de respaldo en aquello que la candidatura no consigue.
El caso es que la UDI no está en condiciones de dirigir al resto de la oposición cuando su liderazgo partidario es algo que falta por ser despejado. Es un partido que más que aportarle una brújula al país, parece andar buscando una que le permita saber hacia dónde dirigirse.
Es la tienda más expuesta a la disminución por mantener una frontera muy amplia con republicanos, que se aprestar a crecer en base su partido de origen.
Si la derecha llegara a ser gobierno, tendrá una Presidenta UDI, pero la conducción política de la oposición estará enmanos de RN. Puede que esto parezca raro, pero es la misma fórmula que tenemos con el gobierno actual con Presidente del Frente Amplio y soporte dada por el socialismo democrático.
Esto ocurre por dos factores: por un debilitamiento continuo que ha tenido la UDI y porque es el partido que dirige Rodrigo Galilea el que ha asumido la responsabilidad de sacar adelante las tareas de Estado.
Tal como dice el senador por el Maule, al referirse a la reforma previsional, aplicable a otras decisiones de importancia: “quiero que lleguemos a algo que tenga suficientes respaldos y consensos para que le dé tranquilidad al país”.
Así que la pregunta que hay que hacerse es si RN está en condiciones de soportar la carga de mantener unido a Chile Vamos, llenando el espacio que la candidatura presidencial y el gremialismo no están llenando.
El partido de los hijos únicos
El rol de articulador de acuerdos tendría en el futuro una importancia mayor de la que hemos conocido ahora y en el pasado reciente. En la derecha, Piñera fue un presidente que cumplía bien este papel, aunque despertara resistencias.
En cambio, Matthei no tiene ni las habilidades ni la experiencia en el desempeño de este rol. En todo el tiempo que llevamos de campaña, no se puede señalar ningún éxito destacado de la alcaldesa de Providencia en este sentido.
Son muchos en la derecha los que están contribuyendo a alcanzar consensos básicos con el Ejecutivo. Es cierto, pero eso no bastará en el futuro para asegurar la gobernabilidad del país. Falta un actor central que debiera ser RN.
Es un partido propenso a las rebeliones, todos tienen mentalidad de hijo único, pero no encuentran suficientes motivos para hacerle la vida imposible a Galilea. Nadie parece querer mucho a los demás y, cuando pueden, se golpean, pero entienden que el partido es un instrumento efectivo de poder y hay que cuidarlo.
¿Cuánto puede durar este equilibrio inestable? Nadie lo sabe. En su nacimiento, RN fue un partido con sentido de misión. Ahora, la característica que predomina, en vez de la mística, es la búsqueda de la efectividad. Esperemos que logren consolidarse. En democracia, tarde o temprano, hay alternancia de poder.