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Óscar Naranjo, el general que derrotó a Pablo Escobar por crimen organizado: “Militarizar la seguridad es un gran riesgo en democracia”

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POR Elisa Dibarrart Guazzo |

En Pauta de Análisis conversamos con Óscar Naranjo Trujillo, exvicepresidente de Colombia y excomandante de la policía durante el gobierno de Álvaro Uribe.

No cabe duda de que la seguridad en Chile es un tema que preocupa tanto a la población como al Gobierno, y de la misma forma es que se han pedido estrategias más estrictas para poder enfrentar la delincuencia, y sobre todo el crimen organizado. 

En Pauta de Análisis conversamos con Óscar Naranjo Trujillo, exvicepresidente de Colombia, además de ser uno de los policías más conocidos del país, y experto en seguridad y crimen organizado.

El entrevistado fue consultado sobre estrategias que Chile podría adoptar para combatir la creciente ola de crimen organizado que preocupa a nuestro país.

“Estamos enfrentando la más grave crisis de crimen organizado en su historia. Nunca como hoy han proliferado, se han extendido y están actuando con tanta fuerza y violencia contra los ciudadanos. Ya no del modelo de los carteles, ya no estilo Pablo Escobar o ya no cartel de Cali, son organizaciones muy distintas. Hoy están por toda la región y Chile empieza a ser muy víctima de esta expansión criminal”, comenzó Naranjo.

En la misma línea, el exvicepresidente vislumbró algunas tácticas que como país debemos tener para poder actuar.

Óscar Naranjo, el general que derrotó a Pablo Escobar por crimen organizado: “Militarizar la seguridad es un gran riesgo en democracia”

En primer lugar, recalcó la importancia de la inteligencia que deben tener las policías al momento de combatir el crimen organizado. “Una de las rutas para poner en marcha un plan, una estrategia, una política efectiva contra el crimen, debe ser, en primer lugar, desarrollar capacidades de inteligencia. Es imposible salir a combatir estos criminales si no conocemos cómo actúan”.

En segundo lugar, mencionó que negar la corrupción impide avanzar en la lucha contra el crimen. “Conviene no negar la corrupción. Cuando voy por América Latina, hay una actitud negacionista a decir ‘aquí no hay tanta corrupción como se piensa’. Aquí estamos frente a casos de manzanas podridas, y la verdad es que para avanzar en la lucha contra el crimen es necesario reconocer la corrupción, visibilizarla y combatirla”.

En tercer lugar, señaló que la voluntad política es clave para que la ciudadanía confíe en las instituciones. “Se necesita voluntad política y narrativa política. Lo que va sucediendo normalmente frente a estas organizaciones es que la narrativa de la sociedad la imponen los criminales con sus hechos bárbaros y violentos, y aquí realmente la política tiene que crear un mensaje de confianza en la institucionalidad y un mensaje también de humildad para reconocer cuándo se equivocan”.

Asimismo, el general que derrotó en su minuto a Pablo Escobar, enfatizó en la importancia de no militarizar las ciudades y los riesgos que podría traer esto a la democracia.

Creo que militarizar la seguridad es un gran riesgo en democracia. Hay que usar capacidades militares, pero pensar que sacar soldados a las calles es una especie de bala de plata contra el crimen, es un gran error. Porque cuando me refiero a utilizar capacidades militares, me refiero a que hay que captar inteligencia que producen los militares para ponerla al servicio de esta causa, pero no militarizar las ciudades”, comentó.

Se le consultó al entrevistado por su experiencia en corrupción en el marco del caso de Pablo Escobar, y la posible presencia de corrupción en Chile y su relación con el crimen organizado.

“Se necesita primero, valentía y decisión política institucional para decirle a los ciudadanos qué está pasando, porque  cuando las instituciones se atrincheran y muchas veces recurren a la teoría de que son solo unas pocas manzanas podridas, los ciudadanos entienden que hay una especie de justificación y tolerancia a la corrupción. El ciudadano necesita ver decisiones, yo diría radicales, de combate a la corrupción para que la confianza en esas instituciones no se afecte”, afirmó.

De igual forma, Óscar Naranjo agregó que la destitución y la judicialización de los corruptos, son procesos fundamentales para mantener la confianza. En la misma línea, el entrevistado contó su experiencia sobre los intentos de coimas y amenazas que recibió por parte de Pablo Escobar en su minuto.

“Cuando un funcionario da señales de que es totalmente incorruptible, ningún delincuente se atreve a hacerle ninguna oferta. (…) En cerca de 40 años de servicio, ningún delincuente se me acercó para hacerme ningún tipo de propuesta y eso tiene que ver con imágenes que se producen, que tienen que ver con un comportamiento de vida pública y privada del funcionario”, afirmó.

Óscar Naranjo sobre narcocultura: “A 30 años de la muerte de ese capo (Pablo Escobar) que realmente produjo tanta muerte y dolor, hay una especie de subcultura que ha idealizado a esa figura criminal”

Nuestras conductoras consultaron sobre la narcocultura existente en Colombia y la romantización de las figuras criminales. “A 30 años de la muerte de ese capo que realmente produjo tanta muerte y tanto dolor, pueden ser 5.000 o 7.000 personas asesinadas en esos dos años, sin contar los otros crímenes anteriores, hay una especie de subcultura que ha idealizado a esa figura criminal”, comentó Naranjo.

“Me decían que en la tumba de Pablo Escobar diariamente hay entre 500 y 600 personas visitando, pues me fui a Montesacro y no fueron 500, fueron 700 esa mañana, la mayoría extranjeros. (…) Jóvenes europeas con quienes conversé, haciéndose tatuajes en su cuerpo con el rostro de Pablo Escobar y mi pregunta es, ¿Ustedes no habían nacido, qué significa tener el rostro de Pablo Escobar en su cuerpo?”, agregó.

El entrevistado finalizó reflexionando sobre el rol que muchas veces tienen los narcotraficantes y la percepción errada de “héroes” por parte de algunos sectores de la población.

“Me decían es que entendemos que fue una especie de Robin Hood, que luchó por los pobres. Entonces todavía hay un mito que es totalmente falso de que el narcotráfico llega a redimir a los pobres y a sacar a los pobres de pobreza extrema, todavía ellos tienen una narrativa ahí que marcha a la vanguardia y mi reflexión final es que las sociedades no necesitan solo producir justicia penal, se necesita también producir sanción social”.

Revisa la entrevista completa acá: