Columna de Víctor Maldonado: “Por sus fotos los conoceréis”
“En la centroizquierda la nota común será la de tomarse una foto con Bachelet y así será también en los lugares donde la disputa sea más intensa. Pero ¿algo así va a ocurrir con la derecha, más allá de sus reductos de siempre?”.
Correr solos puede tener mal resultado
¿Qué se puede decir cuando existe campaña presidencial solo de un lado del espectro y alguien que insiste en no ser candidata los va alcanzando? Pues, obviamente, que los plenamente activos no lo están haciendo muy bien.
El titular político más famoso que conozco es de Alberto “Gato” Gamboa al finalizar el plebiscito de 1988: “Corrió solo y salió segundo”. Ya fue mucho que pasara una vez y ahora tenemos a un par de candidatos empecinados en hacer una segunda versión. Es un logro invertido muy difícil de alcanzar.
Pongámonos de acuerdo en lo más sencillo. Nada de esto estaría ocurriendo si las ofertas de liderazgo disponibles fueran satisfactorias, pero no lo son y por eso se busca la alternativa que se considera más obvia.
La buena posición de Bachelet es una constante a la que no le hizo mella sus declaraciones negándose a una tercera candidatura presidencial. No sabemos cómo va a seguir esa opción, pero lo que no puede continuar sin variaciones es el comportamiento de los abanderados opositores.
Matthei y Kast se están mostrando como derrotables por algo que no están representando o por tener prioridades que están dejando de tener vigencia.
Si se hace un rápido recuento de los principales episodios de las campañas de los representantes de derecha, lo que va a recordarse son las críticas al Gobierno, pero el aspecto constructivo tiene mucho menor cabida.
El ánimo de confrontación no parece despertar mucho entusiasmo. En los años recientes, se ha estado intentando la polarización con protagonismo de izquierda y derecha, pero ninguno ha perdurado. Hay mucho descontento, pero ningún apego a la agresión.
Kast se está ofreciendo como un salvador del desastre que estaría provocando el oficialismo, pero no parecen haber muchos con interés en ser salvados.
De la victoria segura a la duda
Como decía Violeta Parra, entre nosotros “nadie nació con una estrella en la frente”. Quizá se piense que no todo está tan mal o que es más razonable que los problemas comunes resulten más fáciles de afrontar en común.
El estado de la campaña se ha fragmentado en cientos de batallas distintas y sabemos que al final tendremos un resultado bastante más parejo del que tenemos hoy. Oposición y oficialismo sumarán apoyos no muy distantes.
El resultado preliminar en vista de las presidenciales será distinto. La campaña habrá partido con la derecha segura de su triunfo y terminará con la duda instalada. Y eso se podrá ver por las fotos que los candidatos de cada quién escoja para presentarse ante los electores.
En la centroizquierda la nota común será la de tomarse una foto con Bachelet y así será también en los lugares donde la disputa sea más intensa. Pero ¿algo así va a ocurrir con la derecha, más allá de sus reductos de siempre? Se ha perdido la certeza inicial de que exhibir propaganda con la imagen de sus abanderados presidenciales suma más que resta.
Por último, republicanos llevarán a Kast a todos los sitios porque ese ha sido su objetivo desde el principio, pero ¿qué pasará con Matthei? Si la duda existe ahora, no dejará de crecer en adelante y eso es lo decisivo que está pasando.