Columna de Víctor Maldonado: “Si soy yo es virtud, si eres tú es deshonestidad”
“La derecha practica la justicia con retrovisor: es justa mirando para atrás. Los demás tienen que entender que interpretar la moderación es tarea por merecer y liderazgo por conquistar. Se sabe lo que pasó con el que se fue a Melipilla”.
Todos somos moderados
La moderación está de regreso. Las posiciones extremas tuvieron la oportunidad de mostrarse actuando, no solo opinando. Ningún polo tiene fuerza suficiente para imponerse por mucho que se acerque a la posibilidad de ganar.
Aunque los problemas nacionales son de grandes dimensiones, este no es un país que se haya rendido a las soluciones milagrosas o a un líder providencial. Y eso que no han faltado los aspirantes a mesías.
Como este giro desde los polos ha sido comprendido ampliamente y los discursos tienden a la transversalidad allí donde se decide el juego, la forma que tenemos de orientarnos es la coherencia entre lo predicado y lo practicado.
No es una buena práctica declararse en exclusiva como moderados auténticos y considerar que los demás están haciendo una maniobra por conveniencia.
Ser coherentes siempre es la prueba más difícil, lo es para todos, pero no por eso han de dejarse pasar las inconsistencias más evidentes cuando se justifican las acciones propias y se evalúan las ajenas. Siempre está la idea de que las reglas que aplicamos a los demás son distintas de las que sirven para nosotros.
En una interesante entrevista a Evelyn Matthei queda en evidencia esta doble manera de pensar. Critica a Claudio Orrego por mostrar video con la transversalidad que le reconocen figuras de derecha, incluidos sus alcaldes. Al mismo tiempo, cuando se refiere a ella misma dice: “Uno tiene que funcionar de la mano con muchos alcaldes que son muy sensatos”.
Al referirse a su futuro señala: “Tengo muy claro que me puede tocar. Y, en ese sentido, no haberme preparado sería una irresponsabilidad”. Es la misma persona que apoya a un candidato a gobernador que no se ha preparado en lo más mínimo para el cargo.
La derecha como la nueva Concertación
Al referirse a que nos jugamos en la votación del fin de semana, señala que “simplemente, nos jugamos buenos gobernadores”, pero en Santiago se está operando con un criterio exclusivamente electoral.
Hace tiempo que los derechos de autor no se pagan en política. La candidata de derecha no tiene problemas en adoptar el lema más conocido de la Concertación: “La sociedad en la que yo creo es de crecimiento con equidad”
No encuentra ningún problema en esto porque la mejor experiencia de gobierno de la centroizquierda es, en realidad, el referente principal que la guía. “Mire como en la Concertación se pudieron unir fuerzas que habían sido antagónicas -nos dice Matthei- y como lograron efectivamente gobernar durante varios períodos en forma continua. Nosotros tenemos que aspirar a algo parecido”.
Los ejemplos en Matthei se pueden multiplicar. Solo quiero agregar esto de que pueda señalar, al mismo tiempo, que “en el futuro creo que no cabe ninguna duda de que necesitamos una unidad muy amplia”, pero que cuando se refiere a sus socios republicanos no pueda dejar de decir que “con un partido que, más que gobernar, lo que quiere es crecer, era sumamente difícil negociar”.
La derecha practica la justicia con retrovisor: es justa mirando para atrás. Los demás tienen que entender que interpretar la moderación es tarea por merecer y liderazgo por conquistar. Se sabe lo que pasó con el que se fue a Melipilla.