“Lobo solitario”: la figura que podrá perseguir la nueva ley antiterrorista
El proyecto de ley aún debe ser revisado por el Tribunal Constitucional antes de ser promulgado por el Presidente Gabriel Boric, y establece que ya no será necesario demostrar exclusivamente el ánimo terrorista, como lo exige la legislación actual, sino que se contemplarán otros elementos adicionales como prueba.
El miércoles recién pasado la Cámara de Diputados aprobó la nueva ley antiterrorista que deroga de la ley vigente y establece una nueva regulación que tipifica y sanciona los distintos delitos terroristas acorde a las nuevas dimensiones que ha demostrado el terrorismo.
Si bien el proyecto no estuvo exento de polémica, principalmente por la incorporación del uso de la tecnología Imsi Catcher utilizada para rastrear e interceptar metadatos desde dispositivos celulares, finalmente fue aprobado por 102 votos a favor, 17 en contra y 13 abstenciones.
Ministro de Justicia sobre sistema carcelario: “Las propuestas de Matthei van muy alineadas a las que tiene actualmente el Gobierno”
“Lobo solitario”: la figura que podrá perseguir la nueva ley antiterrorista
Una de las modificaciones que incorpora la nueva ley tiene relación con los casos de terrorismo individual o llamado “lobo solitario”, es decir, la ley podrá perseguir personas individualmente y procesarlas por ley antiterrorista.
En este sentido se considerará delito terrorista cualquiera de los crímenes mencionados si se cometen en concordancia con los fines de una asociación terrorista.
Asimismo, la ley penaliza a quienes colaboren con alguna asociación terrorista, así como a quienes financien o recojan fondos para estas organizaciones sin ser parte de ellas. También se sancionará a quienes financien la comisión de delitos terroristas individuales.
Cabe mencionar que la nueva ley aumenta las penas máximas de 10 a 15 años.
Álvaro Bellolio y propuesta de “regularización acotada” de inmigrantes: “Es una mala política pública estar haciendo perdonazos”
El caso Pitronello
Uno de los casos emblemáticos es el caso de Luciano Pitronello, el anarquista de 22 años a quién, mientras intentaba detonar una bomba en la sucursal de un banco en la avenida Vicuña Mackenna, esta le explotó en la mano. Pitronello terminó con la mano derecha y tres dedos de la mano izquierda amputados.
En ese entonces la justicia desechó procesarlo por ley antiterrorista debido a la dificultad para demostrar que quería infundir temor en la población.
Finalmente, en agosto de 2012 el Cuarto Tribunal Oral en lo Penal de Santiago lo condenó a seis años de libertad vigilada por los delitos de daño, infracción a la ley de armas y uso de placa patente falsa.
