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Columna de Luis Ruz: “Pensiones ¿Es sólo un asunto individual?”

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Pauta
POR Equipo Radio Pauta |

¿Las pensiones es un asunto individual? Esta pregunta nos divide. Para algunos las pensiones son el reflejo del trabajo individual. Para otros, es aquello, pero también una expresión de la vida en común, que considera el mérito personal, pero también las circunstancias y las realidades sociales.

Para vastos sectores liberales chilenos, en general, es un asunto principalmente de carácter individual. Las pensiones y, por ende, el sistema y los instrumentos están pensados desde y para los individuos. Esa fue la promesa del Ministro del Trabajo José Piñera en 1980, en plena dictadura, cuando instauró un sistema de capitalización individual bajo administración privada que prometió una tasa de retorno del 70% de los ingresos de las personas a la hora de jubilar. Ha corrido mucha agua bajo el puente y la historia ya es sabida. Es un sistema que no funcionó o, por lo menos, no para lo que fue creado. Cuarenta años después, para muchos, esa promesa se la llevó el viento o quedó a medio camino. Ahí está el principal problema de las AFP, perdieron su legitimidad social. Sí se debe reconocer permitió construir un vigoroso mercado de capitales. Por cierto, aquello en sí mismo no es negativo. Pero no puede ser el objetivo principal para un sistema de pensiones.

En la diversidad de ideas que abre la discusión sobre pensiones, hay una que tiene que ver sobre la sociedad misma. Pues bien, a propósito de este debate, vale la pena volver a la pregunta que se hizo el filósofo francés Jacques Maritain hace muchas décadas: ¿es la sociedad para cada uno de nosotros, o somos más bien cada uno de nosotros para la sociedad? O, para decirlo de otra manera ¿es posible vivir sin los demás?

Frente a esta reflexión, a la mirada individualista se opone otra que se basa en la idea de persona. Parece un juego semántico de tipo metafísico, pero no lo es. Esto significa que, valorando la libertad de las personas, también es importante la vida en común. ¿Por qué algunos creemos que, en pensiones, como en otros ámbitos de la vida, es relevante la solidaridad? Porque somos seres gregarios. Vivimos para y con otros. Es comprender a la persona no sólo desde su individualidad, sino también desde su vínculo vital con los demás y su entorno. Esta concepción se distingue de aquella donde existe la primacía del individuo o del bien privado. O ¿alguien puede vivir y sobrevivir sólo?

Pues bien, entonces ¿Por qué importa hacer este debate con la máxima comprensión posible? Porque supone responder a la pregunta de cómo queremos vivir, particularmente en aquella etapa de la vida donde las fuerzas flaquean y la salud se resquebraja. Es la etapa donde, al igual que en la infancia, necesitamos de nuestra familia, de los amigos y de la comunidad. Es nuestra condición inexorable.

Entonces, definitivamente las pensiones no es sólo un asunto individual. Es más que eso. Una cosa es que ahorremos en cuentas individuales y que esas cuentas reflejen, en parte, la trayectoria laboral personal. Pero aquello no es suficiente. Y la experiencia chilena lo demuestra con claridad. El desafío mayor sigue siendo cómo nos dotamos de un sistema que efectivamente nos permita ofrecer una vejez con dignidad. Ese es el propósito principal de un sistema de pensiones.

A pesar de ciertos nubarrones en el horizonte, se vislumbra un acuerdo sobre esta materia. Se trata de un nuevo intento de los tantos que ha habido durante los últimos 10 años. Por ende, la expectativa es alta. Más aún para un Gobierno que se ha jugado por hacer una reforma, incluso abandonando sus ideas iniciales y, lo que es más importante, para miles de “viejos” que esperan terminar sus últimos años en mejores condiciones de vida. Y que no se mal interprete, no es un relato desde la lástima, sino desde la preocupación política de una sociedad que requiere más equidad para alcanzar un verdadero desarrollo. Aquello permitirá una sociedad con mayor cohesión social.

Vuelvo a Maritain. A la base de este alegato está la convicción de que en “una sociedad no puede primar solo el bien individual, ni la colección de bienes individuales de las personas que la conforman”. Por el contrario, es algo más integral y de mayor profundidad. Así, es el convencimiento que en una sociedad debe primar el bien de la comunidad porque es lo que nos permite subsistir.

A días de que concluya el año legislativo, actores políticos de distintas sensibilidades están empujando un acuerdo para una reforma que permita “correr el cerco”. No será la reforma que muchos esperaban, pero es lo que se puede hacer con una parte de la elite embriagada con maximalismos de distinto cuño.

Finalmente, como nos recuerda Michael Sandel, la política es una negociación constante entre lo necesario y lo posible. Ojalá en esta ocasión, hagamos posible lo necesario: mejores pensiones para las personas de esta comunidad que se llama Chile.