Andrea Huneeus sobre la baja natalidad: “Las chilenas queremos ser mamás, pero no cuando eso nos empobrezca”
En Radio Pauta, ginecóloga infanto-juvenil de la Clínica Alemana también ahondó sobre el reemplazo emocional con mascotas y sostuvo que “nosotros tenemos un instinto de ser padres y de criar, pero si no lo podemos hacer por razones sociales, educativas o económica, vamos a buscar otras cosas que nos reemplazan como las mascotas”.
La natalidad en Chile está en caída libre. En 2014, el país registraba 20.000 nacimientos al mes, pero en 2024 la cifra ha bajado a menos de 12.000. Esta tendencia no solo impacta la salud, sino también la economía.
Sobre este fenómeno ahondó en Pauta de Análisis de Radio Pauta con Andrea Huneeus, ginecóloga infanto-juvenil de la Clínica Alemana y la Universidad del Desarrollo, con un magíster en Salud Pública de UC Berkeley.
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Andrea Huneeus sobre la disminución de embarazos no planificados y desafíos en fertilidad en Chile
Huneeus explicó que, gracias a los anticonceptivos modernos, los embarazos no planificados han disminuido, lo que ha reducido la tasa de embarazos adolescentes en Chile y en toda Latinoamérica. Aunque esto es positivo, ya que estos embarazos suelen estar ligados a mayor pobreza y dificultades educativas, también plantea un desafío económico: las generaciones jóvenes sostienen a las mayores.
“Eso sí es una amenaza económica, pero la solución no es obligar a las mujeres a tener hijos”, señaló. En cambio, propuso facilitar la maternidad a quienes sí desean tener hijos.
También señaló la gran desigualdad en los tratamientos de fertilidad: mientras en el sistema privado se realizan alrededor de 600 fertilizaciones in vitro al año, en el sistema público la cifra supera las 10.000. “Hay una inequidad en el acceso, y eso es algo que podemos abordar con políticas de Estado“, concluyó.
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En esa línea, la experta sostuvo que “la manera de invertir la pirámide poblacional no es sólo aumentando la natalidad, también lo es atrayendo inmigración joven, profesional o técnica. Eso es un modelo que ha sido un éxito rotundo en países como Irlanda que país de ser el país más pobre de la UE, a uno de los más ricos”.
Asimismo, afirmó que Chile también es un polo de atracción de la inmigración: “Si tuviéramos una inmigración educada y una inmigración técnica, ese grupo se va a quedar feliz en Chile y también va a generar más ingresos para los adultos. Entonces hay muchas otras soluciones a eso”.
En esta línea Huneeus afirmó que si bien la tasa de natalidad entre madres extranjeras es inicialmente más alta, esta tendencia cambia con el tiempo. “Las migrantes llegan y tienen un hijo al principio, pero luego se suman al modelo chileno y dejan de tener más hijos”, explicó.
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¿Por qué las mujeres en Chile no quieren tener hijos?
Según explicó la ginecóloga, para muchas mujeres, la maternidad sigue siendo una desventaja laboral y económica. “Es un pésimo negocio tener hijos. Si una mujer es madre, su sueldo baja en promedio un 30%, mientras que el de su compañero se mantiene”, explicó Huneeus.
Además, afirmó que el costo de la maternidad recae solo en las mujeres, afectando su empleabilidad y salarios. “Si un empresario contrata a una mujer de 30 años, le saldrá más caro. Y si lo hace, le pagará menos”, señaló.
Finalmente, la experta sostuvo que “si queremos mejorar la natalidad de las chilenas y entendemos que este es un problema, esto tiene que ser un beneficio para todas. Las chilenas queremos ser mamás, pero no cuando ser mamá nos empobrezca“.
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Baja natalidad en Chile y el reemplazo emocional con mascotas
El envejecimiento de la población y la baja natalidad han llevado a cambios en la forma en que las personas buscan contención emocional. “Si nosotros tenemos un instinto de ser padres, de criar y somos felices cuando somos padres y no lo podemos hacer por razones sociales, educativas o económica, vamos a buscar otras cosas que nos reemplazan como las mascotas“, explicó la ginecóloga.
Además, destacó que muchas mujeres priorizan su autonomía. “Algunas han congelado óvulos, otras no tendrán hijos porque quieren ser independientes a los 40 o 50 años, sin depender de nadie”, señaló. Esta tendencia refleja un cambio en las elecciones de vida en la sociedad actual.
“Las jóvenes se sienten muy lejanas a la maternidad y no solo por las razones que hemos hablado ahora. Las adolescentes que veo yo, están muy preocupadas del cambio climático. Entonces tienen esta otra preocupación en el fondo, quieren que este planeta sobreviva a todo el desastre que viene y tienen dudas también si sus hijos van a poder hacer una vida plena en un planeta que se está extinguiendo”, afirmó.
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