Actualidad

Columna de Víctor Maldonado: “Primero el partido y segundo también”

Imagen principal
Pauta
POR Equipo Radio Pauta |

“El partido no se proyecta tanto conduciendo La Moneda como asegurando su presencia en la movilización social. Una candidatura de alcance impredecible resulta incómoda”.

Una demora intencionada

Cada partido tiene el perfecto derecho a tomar sus decisiones presidenciales cuando estime conveniente. También se comprende que reaccione ante las presiones externas en el sentido contrario al que quieren inclinarlo.

No obstante, sigue siendo cierto que hay mejores y peores momentos para tomar una decisión desde el punto de vista ciudadano. No es cosa de pedirle al país que se adapte a uno, cuando lo lógico es que pase al revés.

Y si alguien se toma mucho tiempo, entonces que se tome la molestia de partir antes para que la expectación pública no pase a impaciencia pública.

Si Jannette Jara fuera una candidata a promover, la mejor alternativa para salir del gobierno era después de firmada la reforma previsional, para luego ser proclamada por su partido. Era una oportunidad irrepetible por la atención pública conseguida. Desecharla fue una opción, no una fatalidad.

¿Por qué se desaprovecha? No por las dudas del efecto en la candidatura presidencial, sino por el impacto que la campaña puede tener en el partido, en su dirigencia y en la estrategia a seguir en los próximos años.

Cuando se produce una demora siempre alguien paga los costos y, en este caso, el costo lo paga Jara y todos actúan a plena conciencia de lo que está ocurriendo. Se puede ser ministra y se puede ser candidata, pero lo que no se puede hacer es quedar a mitad de camino por mucho rato sin que se afecte el cargo y se comprometa a la candidatura.

¿Y si ganamos?

El PC no tiene que tomar una decisión, sino un conjunto de decisiones. La candidatura de Jara implica un giro partidario aperturista y moderado.

Su postulación no sería un puro y simple equivalente a las fuerzas del PC. Sin duda, otros se sentirán convocados y ese camino no tiene retorno, lo que terminaría por expresarse en su dirigencia interna. Son estos hechos predecibles los que han despertado todas las resistencias.

Si el PC se ha demorado es porque está buscando una candidatura al servicio de la estrategia del partido lo que, irónicamente, no se proyecta tanto conduciendo La Moneda como asegurando su presencia “en la calle” o en la movilización social. Una candidatura de alcance impredecible resulta incómoda.

Lo que se está haciendo, al abundar en definiciones demasiado específicas, es reducir espacios, que es lo contrario de lo que se necesita en una campaña presidencial. Se puede entender que Lautaro Carmona reponga el debate sobre el cambio de la Constitución, lo que no se entiende es que diga que hay que “agendarla con urgencia” porque eso es ir contra la corriente.

En la reforma constitucional el gobierno obtuvo su primera derrota al inicio de su mandato y consumió inútilmente su mejor energía. Ahora tiene tan poco tiempo por delante que no puede plantearse siquiera algo por el estilo.

Se está tomando una bandera que no puede ser asumida por los demás. Se puede quedar aislado por muchas razones, pero esto es buscar quedar solo. A lo mejor eso tiene sentido en un plazo de varios años, pero en lo inmediato resulta ser contraproducente. Al parecer, para el partido no hay nada más importante que el partido.


Imagen Player
En vivo Radio Pauta
00:00 de 00:00
Publicidad ×