Fresia, la mujer del mural de la Casa Velasco
La obra, emplazada en un muro externo de las oficinas de la Fundación Artesanías de Chile, es el primer mural que se pinta con autorización en un edificio que es monumento histórico.
La artesana Fresia Ganga Gallegos (73) es la mujer representada en el mural que desde el 29 de enero da nuevos aires a la intersección de las calles Santo Domingo y Mac Iver, en uno de los muros de la Casa Velasco, donde se emplazan las oficinas de la Fundación Artesanías de Chile.
Oriunda de la localidad de Llepo, en la precordillera de Linares, región del Maule, Fresia es una tejedora que vive sola y cuyas horas pasan entre su telar parado (o telar mapuche) y el cuidado de sus animales.
Fue la modelo del muralista Javier Barriga, el mismo que un tiempo atrás, también en la zona céntrica de Santiago, llamó la atención con el mural de la joven de las trenzas. Fue ese trabajo, realizado media cuadra más arriba de la casona -y que a fines de 2018 fue borrado-, el que conmovió a la directora ejecutiva de Artesanías de Chile, Claudia Hurtado. En conversación con Plaza Pauta, de Radio PAUTA, Hurtado entregó detalles de esta obra llamada “La tejedora”.
Fresia es una de las pocas artesanas que sigue tejiendo chaños, pieza tradicional en la cordillera, con la que se cubre al caballo para amortiguar el peso y roce de la montura, pero que también sirve al jinete para protegerse del frío cuando pasa las noches al aire libre. A través de su imagen es que Artesanías de Chile ha querido homenajear a las artesanas textileras de todo el país.
Futura casa museo
La Casa Velasco es una de las casonas más antiguas que quedan en Santiago. Fue uno de los primeros solares que se entregaron tras la fundación de la ciudad. Varios siglos después, en 1872, José María Velasco compró a la sucesión del general Manuel García Banqueda esta casa que, por entonces, llevaba el número 37 de la calle de Santo Domingo, ubicada en la esquina con la calle Nueva de la Merced (luego De Las Claras y posteriormente Mac Iver).
Declarado monumento nacional en 1981, la casona alberga con vistas al barrio a este nuevo mural, que viene a refrescar el sector, duramente golpeado por la violencia posterior al 18 de octubre. “Para su realización, contó con la aprobación y apoyo de los vecinos, y es el primero que se desarrolla en un monumento histórico con autorización del Consejo de Monumentos Nacionales“, detalló Hurtado, quien también adelantó que los planes son convertir este espacio en una casa museo.
Revise la entrevista completa con Claudia Hidalgo