El Radar de Plaza Pauta: la renovada cara de la Bolsa de París

Esta semana recorremos la intervención que impulsó el arquitecto japonés Tadao Ando de este icónico edificio francés de 1767.

La huella de Tadao Ando en París

Hace uno años la alcaldesa de París, Anne Higaldo -quien se ha hecho mundialmente conocida por el concepto de “la ciudad de los 15 minutos” y porque está empeñada en sacar los autos del centro de la ciudad y reemplazarlos por bicicletas-, le encomendó al megaempresario y megacoleccionista de arte, Francois Pinault (84), que tomara bajo su cargo, en una fórmula de arrendamiento por 50 años, el edificio de la Bolsa de Comercio de la Ciudad.

Ubicada en el barrio de Les Halles, se trata de una preciosa construcción clásica de planta circular construida entre 1763 y 1767. En sus primeros años fue una gran bodega donde se almacenaban el trigo y los granos que surtían a los parisinos. En 1813, y para evitar que se lloviera su enorme patio interior, según explicó en Plaza Pauta, de Radio PAUTA, el arquitecto Yves Besancon, se le agregó una gran cúpula de vidrio.

“La colección de arte de Francois Pinault se calcula en 10 mil obras, y como lo había hecho con anterioridad en el Palacio Grassi y en el Museo Punta Della Dogana en Venecia, contrató al arquitecto japonés Tadao Ando para remodelar el edificio de la Bolsa”, añadió Besancon. Los trabajos en París se desarrollaron entre el 2017 y marzo de 2020 y el museo fue inaugurado en mayo pasado, convirtiéndose en el nuevo punto focal de la ciudad.

“Lo que hizo Tatao Ando –un genio autodidacta- fue ‘arquitectura dentro de la arquitectura’: instaló un enorme muro de hormigón cilíndrico de nueve metros de altura dentro de este edificio patrimonial con siglos de historia. Es una magnífica restauración, porque es contemporánea, pero a la vez atemporal, y conversa armónicamente con ese espacio de líneas completamente clásicas. A la vez, se produce un diálogo entre la arquitectura y el arte”, sostuvo el profesional chileno.

Desde ese círculo de hormigón, diferentes puentes conducen a las distintas salas de exposiciones, escaleras suben y bajan, y todo el tiempo el visitante tiene sobre su cabeza, y a la vista, la magnífica cúpula del edificio y también los frescos que la circundan en todo el piso superior.

El muro de concreto se extiende hasta el sótano, donde se construyó un auditorio con capacidad para 284 personas.

Recorra el Museo Pinault en el siguiente video

Emporio artesanal de pantalones largos

Tras cuatro meses cerrada debido a la pandemia, reabrió sus puertas la icónica tienda Artesanías de Chile ubicada en el nivel -1 del Centro Cultural La Moneda. Y lo hizo completamente renovada en un espectacular espacio de 350 metros cuadrados, que invita a recorrer Chile de norte a sur a través de la mejor artesanía tradicional.

El trayecto parte con la exhibición de un conjunto de chemamüll -enormes esculturas mapuches talladas en madera- realizado por el artesano Antonio Paillafil, el mismo que realizó este tipo de piezas para la Expo Milán en 2015.

Luego, los visitantes se encuentran con un espacio reservado para la exposición de los objetos ganadores del Sello Artesanía Indígena 2020, para después comenzar un recorrido por enormes vitrinas que exhiben lo que está a la venta: reproducciones de cerámica de distintas culturas precolombinas; textiles aymara -bufandas, ruanas, chales y tejidos con fibra de alpaca-, alfarería de distintos territorios -Pomaire, Pilén, Vichuquén, Talagante, Quinchamalí, Quebrada de Las Ulloa-, textilería de la zona central y también mapuche, cestería tejida con diversas fibras vegetales, y piezas talladas en maderas caídas de árboles provenientes de bosques nativos.

También vuelven los talleres gratuitos de acercamiento a la artesanía. Abiertos a todo público y con materiales incluidos, por el momento trabajarán con un aforo de 10 personas y se dictarán de martes a viernes, a las 11:00 y 16:00 horas, a partir del lunes 26 de julio. Los oficios que se enseñarán cambiarán mes a mes; en julio será el turno de la alfarería. Se pueden agendar en talleres@artesaniasdechile.cl

Sumado al emporio didáctico y comercial, el espacio también cuenta con una variada oferta cultural gratuita. Quienes visiten el lugar encontrarán la exposición “Herederas de Llalliñ”, que consiste en 14 makuñ y nueve trariwe: mantas y fajas tradicionales tejidas por artesanas mapuche de La Araucanía, quienes para hacerlas se inspiraron en una antigua colección de más de 200 años albergada en los depósitos del Museo Nacional de Historia Natural.

Como medida de seguridad, el espacio completo de Artesanías de Chile en CCLM tiene un aforo de máximo 20 personas.

Recorriendo la mansión de Nerón

La Domus Aurea, o Casa Dorada -o también conocida como “El Versalles de Nerón”, acaba de reabrir sus puertas con varias remodelaciones, tras meses cerrada por la pandemia.

Un poco de historia para entender el valor gigantesco de este lugar. Tras ese mítico incendio que arrasó durante cinco días dos tercios de la ciudad de Roma en el verano del año 64, el emperador Nerón se construyó esta suerte de ciudad privada de 50 hectáreas de extensión, una laguna artificial equivalente a cinco piscinas olímpicas, 300 habitaciones con paredes recubiertas de mármoles, piedras preciosas, nácar y perlas, además de los más impresionantes frescos.

Solo alcanzó a vivir cuatro años en ella antes de suicidarse y los emperadores que le sucedieron quisieron borrar su legado y, literalmente sepultaron bajo tierra, las increíbles construcciones de la Domus Aurea.

De hecho, la laguna artificial se ubicaba justamente donde tiempo después de levantó el Coliseo Romano. También las Termas de Trajano se levantaron sobre el terreno en que estuvo la ciudadela.

Catorce siglos estuvo sepultada hasta que en el siglo XV comenzó a reaparecer casi por casualidad, debido a que algunos terrenos comenzaron a ceder. En el siglo XX fue totalmente redescubierta.

Pospandemia, ya está recibiendo público nuevamente y con varias novedades. La principal, una pasarela de ingreso diseñada por Stefano Boeri, el arquitecto italiano que se ha hecho famoso por sus edificios verdes, tipo bosques verticales. Esta pasarela da al visitante la sensación de estar suspendido sobre esta villa que lo hace viajar dos mil años hacia atrás en el tiempo y contemplar uno de los hallazgos más exuberantes de toda la historia de la antigua Roma.

Además, antes de esta reapertura se instaló un nuevo sistema de iluminación, que semeja la luz natural que tuvo en su momento. 

La visita se hace aun más vívida si se arriendan los lentes de realidad virtual, que permiten visualizar todo el esplendor original del lugar, así como también sus esculturas. La más famosa de ella, una estatua dorada de 35 metros de altura, que representaba al Dios Sol pero que tenía, era que no, el rostro de Nerón.