Lo mejor de casa y departamento: el auge de los townhouse en Santiago
Jardín o terraza, buenos espacios, seguridad y ubicaciones centrales explican el aumento de este tipo de proyectos en Santiago.
Los townhouse o “casas agregadas” provienen del norte de Europa y de Estados Unidos y han ido tomando distintas atribuciones a lo largo del tiempo. Se trata de un edificio de fachada continua y baja altura, conformado por distintas unidades, que tienen algún grado de relación entre ellas. “En la versión que se ha dado en Chile, tienen un exterior con algún grado de calidad mayor; ese exterior puede ser un jardín, que es lo más típico, lo más apegado al concepto original o, eventualmente, también una terraza de gran tamaño o una azotea”, explica en Plaza Pauta, de Radio PAUTA, el arquitecto italiano radicado en Chile Giacomo Visone, gerente general de 360 Inmobiliaria.
Probablemente el origen de este tipo de casas se remonta a los días de la Revolución Industrial y a la masiva llegada de campesinos a las ciudades, que buscaban vivir junto a sus conocidos en un lugar nuevo y conservar algo del verde de los campos.
En Chile esta tendencia asomó hace alrededor de cinco años, pero ha sido en los últimos dos en que se ha visto un gran crecimiento de townhouses en comunas tan variadas como Las Condes, La Reina, Maipú, Ñuñoa, La Florida, Huechuraba, Lo Barnechea, Quilicura, Colina o Puente Alto.
Los principales compradores son familias jóvenes, con hijos pequeños, que buscan las comodidades de una casa, con la seguridad de un departamento y ubicaciones centrales.
“Vivo en Chile hace 12 años y he visto cómo hemos empezado a valorar cada vez más la calidad de vida y a entender que esa calidad de vida se construye en cada minuto y no solamente en el fin de semana o en unas vacaciones logradas con mucho esfuerzo”, dice Visone. “Y los townhouses funcionan muy bien en este punto: buenas espacialidades, muy a menudo cercano a tu lugar de trabajo y ofrecen seguridad, vida en comunidad y contacto con la tierra”.
Conserjería remota
La cantidad de casas que albergue un townhouse dependerá del terreno. La mayoría de los levantados en Santiago se sitúan aun en lo que se llama “densidad controlada” y van entre tres y 30 unidades. Visone señala que en Chile suelen tener entre 50 y 70 metros cuadrados interiores hasta un máximo de 200, pero la mayoría de los proyectos se sitúan entre los 90 y los 140 metros, pues intentan ceñirse a la normativa DFL2.
Además de ese jardín privado de cada casa, estos proyectos ponen especial atención en los espacios comunes que, nuevamente, dependerán del tamaño del sitio. Pero ya sea una plaza o un pequeño pasaje, hay mucha preocupación por el paisajismo para generar exteriores de calidad.
“La manera de organizarse entre los vecinos de los townhouses también es variada”, añade el arquitecto. “Depende obviamente de la cantidad de unidades de los proyectos. Los primeros nuestros estaban conformados por 30 casas y tenían una administración bastante tradicional, con conserjería. En cambio, en los que son más pequeños recurren a lo que se llama la conserjería virtual, que se organiza de manera remota con una empresa que se hace cargo de la limpieza del condominio, el retiro de la basura, etcétera. Incluso hay algunos más modernos con atención remota vía cámaras para abrir la puerta o para recibir visitas”.
Vea la entrevista completa a Giacomo Visone en Plaza Pauta