Plan de Emergencia Habitacional: Minvu espera producir más de 7 mil viviendas industrializadas al año
En Radio Pauta, el jefe técnico del Minvu, Ricardo Carvajal, comentó que se trata de una alternativa que disminuye los tiempos de espera, debido a que no se necesitan permisos de edificación.
El Catastro Nacional de Campamentos de TECHO Chile, publicado el pasado martes 14 de marzo, reveló cifras históricas: 113.887 familias viven en los más de 1.290 campamentos que existen en el país. Estos datos engrosan el déficit habitacional, que supera los 640 mil hogares.
En respuesta a la crisis, el Gobierno presentó en julio de 2022 el Plan de Emergencia Habitacional, que contempla la entrega de 260 mil viviendas entre 2022 y 2025, a las que se suman cerca de 2.400 casas que se deberán construir tras los incendios en la zona centro-sur.
Como alternativa, para acelerar la entrega de soluciones habitacionales, desde el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) se ha propuesto avanzar en la industrialización de las viviendas. ¿En qué consisten? ¿Cuánto cambian los plazos? ¿Cuántas se fabrican en Chile?
En conversación con Plaza Pauta, de Radio Pauta, el jefe de la división técnica de Estudios y Fomento Habitacional del Minvu, Ricardo Carvajal, comentó que “el desafío que hemos tenido como ministerio es tener alternativas para las viviendas sociales. Todo esto partió en junio del año pasado, cuando lanzamos la agenda de la industrialización”.
“Ahí anunciamos varios temas. Primero, que firmamos convenios con cinco industrializadoras para diseñar desde cero viviendas sociales y anunciamos un concurso de arquitectura para construir edificios industrializados en Renca y Lo Espejo, además de unos pilotos en la región de O’Higgins. Hemos avanzado bastante”, añadió. Carvajal también destacó “otro hito importante fue cuando aprobamos la ley de presupuesto, que incluye una glosa especial”.
El jefe técnico del Minvu aclaró que ya se han entregado alrededor de 200 viviendas industrializadas en el país, sin embargo, la primera que se construyó con la glosa vigente en la ley fue la que se inauguró el 10 de marzo. La familia que la recibió llevaba 10 años esperando una solución habitacional. “Nos demoramos dos meses en entregarles su casa”, contó.
Los cálculos de Ricardo Carvajal apuntan a que cada año se produzcan 7 mil viviendas industrializadas. “Lo que buscamos es poder aumentar ese volumen de producción. Pero tenemos que preguntarnos por qué queremos viviendas industrializadas: primero, porque son más rápidas, pero también porque tienen menos residuos y mejor calidad”, remarcó.
La diferencia entre una vivienda industrializada y una tradicional
Carvajal explicó que “la vivienda industrializada es una en que su estructura se hace en una fábrica mientras las fundaciones se ejecutan. Por eso logramos tener viviendas listas en un mes, porque mientras la empresa hacía las fundaciones, en paralelo armaba la vivienda en su fábrica y después llegaba y la montaba”.
“La calidad es la misma que la de una vivienda tradicional. Lo que varía es el sistema constructivo. Otra ventaja es que, para las casas de madera, se necesita una calidad de madera un poco más establecida, porque lo que se necesita es que pueda funcionar en las máquinas”, agregó.
En esa línea, en relación a los costos, dijo que “los materiales son un poco más caros, pero como es menor el plazo de ejecución, llegamos a precio, por los subsidios que estamos trabajando”.
“Esta industrialización tiene, además, una inspección del Serviu en las plantas”, aseguró.
El problema de la “tramitología” y los tiempos de espera
El jefe de la división técnica del Minvu aclaró que los trámites ligados a la construcción y la entrega de la vivienda industrializada son más rápidos que en el caso de las soluciones tradicionales. “La vivienda en Rancagua la hicimos en dos meses y fue la primera en que aplicamos la glosa. No requirió permiso de edificación, se ingresó y se empezó a construir”, ejemplificó.
A juicio de Carvajal, esto no castiga a otros tipos de viviendas porque “nosotros como ministerio asumimos la responsabilidad de realizar el proyecto porque sabemos que se produce de una manera seriada en una fábrica que nosotros ya revisamos. Tenemos cierta certeza de la calidad”.
El especialista reconoció que “hay un problema con los trámites en general, y estamos abordando distintos caminos para simplificar esos elementos, y que todo tipo de proyectos no tenga que esperar tanto tiempo para sus permisos”.
“Pero estamos avanzando con las viviendas industrializadas, precisamente porque los subsidios son más exigentes que las ordenanzas de vivienda y construcción”, agregó. Así, planteó, “es un incentivo para la industrialización y las otras empresas no tienen ningún problema en poder postular”.
Según Ricardo Carvajal, “hay que considerar que cada vez se han complejizado más los permisos de edificación”, lo que retrasa la entrega de las viviendas. “Esto no se soluciona con un dictamen o algo más específico, sino que es necesario ser más realistas”, comentó, y acentuó la en la responsabilidad que cabe a los municipios en estos procesos.
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