Estudio revela preocupante realidad vial: 49% de los vehículos examinados debieron ser infraccionados por exceso de velocidad
La investigación, realizada en la intersección entre Andrés Bello y Nueva de Lyon, detectó que de 348 mil vehículos observados, más de 90 mil podrían ser infraccionados por exceso de velocidad y 11 tenían encargo por robo.
Este martes, el Ministerio de Transportes y la Mutual de Seguridad dieron a conocer los resultados de un inédito estudio realizado en una esquina de alto tráfico en Providencia con una cámara de última generación, que fiscaliza y reconoce placas patentes automáticamente.
Esto ocurre en el marco de la reciente promulgación de la ley CATI, que crea una red que se hará cargo de la detección, notificación y tramitación de las infracciones en algunas zonas de Chile.
Entre los hallazgos más preocupantes de la radiografía, que se realizó durante 35 días en la intersección de Andrés Bello con Nueva de Lyon, está que un 49% de los vehículos capturados entre las 22:00 y las 09:00 horas debieron ser infraccionados por exceso de velocidad.
Además, la máxima velocidad detectada fue de 133 km/h, superando por más de 80 km/h el límite de velocidad permitido en zonas urbanas.
Estudio revela preocupante realidad vial: 49% de los vehículos examinados debieron ser infraccionados por exceso de velocidad
De los 348 mil vehículos observados, el sistema arrojó que 94.978 debiesen haber sido infraccionados por diversos motivos. Un 16,7% por faltas graves, como conducir entre 11 y 20 kilómetros por sobre el límite de velocidad.
Un 9,4% de las infracciones fueron menos graves, como manejar a exceso de velocidad entre 1 y 10 kilómetros por sobre la velocidad máxima de circulación, y un 1% gravísimas, circular a más de 20 kilómetros por sobre el límite de velocidad establecido.
También, se registraron 11 automóviles con encargo por robo circulando por las vías.
El ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Juan Carlos Muñoz, remarcó que la “ley CATI es un nuevo paso que nos va a permitir poder contar con vías mucho más protegidas, seguras y en las que menos personas resulten con lesiones graves, o que fallezcan en las calles producto de siniestros de tránsito”.
“En Chile todos los años mueren aproximadamente dos mil personas por siniestros viales, un promedio de seis personas diarias. Eso es lo que nos convoca en esta ley: a través de un control automatizado de las infracciones de tránsito, vamos a poder reducir, cerca de un 30% de esos fallecimientos. Es decir, hay 600 personas cada año que deberían dejar de fallecer”, sostuvo.
En tanto, el gerente corporativo de Seguridad y Salud en el Trabajo de Mutual de Seguridad, Héctor Jaramillo, señaló que “los datos capturados por este piloto no hacen más que preocuparnos y reforzar la necesidad de contar con un Centro Automatizado de Tratamiento de Infracciones, para que se genere un impacto real en la mejoría de la seguridad vial”.
Según cifras preliminares de Carabineros, 2022 cerró con la mayor cantidad de personas fallecidas en siniestros viales en 14 años. De acuerdo con las estadísticas históricas procesadas por Conaset, el exceso de velocidad no solo provoca más muertes, sino que, también, aumenta la gravedad de las lesiones con consecuencias de por vida para quienes se ven involucrados en estos eventos.
Automóvil Club de Chile: “Los resultados no son para nada sorprendentes”
Para el gerente de movilidad del Automóvil Club de Chile, Alberto Escobar, los resultados del estudio “no me resultan para nada sorprendentes. Si hay algo que nosotros hemos mirado siempre como organización es el problema del exceso de velocidad en nuestro país”.
“Los datos nuestros indican que seis de cada 10 conductores reconocen exceder la velocidad máxima siempre en la zona urbana, y cinco de cada 10 en carreteras. Tenemos una transgresión permanente de la norma de velocidad”, afirma en conversación con Radio Pauta.
Escobar plantea que “Chile es un país con una legislación bastante robusta en términos de seguridad vial y prevención, pero tiene una pésima fiscalización. Se fiscaliza el 7% del total de la infraccionalidad, y el resto queda en la impunidad. Cualquier tipo de cosa con esa impunidad no tiene efecto, y se transforma en letra muerta”.
El especialista en seguridad vial comenta que “el conductor chileno es un analfabeto vial. El 93% no tiene conocimientos relevantes de las leyes del tránsito. Además, uno de cada cuatro conductores se considera agresivo. Mientras que el 61% se reconoce como conductor enojado”.
“Sólo un 17% ha ido a un curso formal de conducir y el 50% de los conductores chilenos es primera generación con auto, lo que dificulta la comprensión del sistema vial. También, hay un 20% que son conductores novilísimos, los que compraron un auto con los retiros de 10%, y no tenían incorporado transformarse en automovilistas”, agrega.
“Estas cifras ratifican la necesidad imperiosa de activar el control de velocidad de manera electrónica a través de fotorradares”, asegura Escobar. Según él, “los radares reducen en un 25% aproximadamente la cantidad de muertes por año. Tiene razón el ministro en ese sentido”.
El juicio del gerente de movilidad del Automóvil Club es tajante. Para él, el conductor chileno es “el peor de Latinoamérica” y “el más agresivo de la región”. “De hecho, nueve de cada 10 conductores reconocen haber tenido enfrentamientos físicos o insultos. Un conductor violento es el peor que existe”, dice.