La promesa incumplida del Gobierno: 500 kilómetros anuales de ciclovías que no han sido construidos

En Radio Pauta, Ricardo Hurtubia, académico del departamento de Ingeniería, Transporte y Logística de la UC, dijo que el problema de construir ciclovías radica en el espacio limitado de la calle. “Si tenemos que elegir, hay que quitarle a los autos. Entonces hay un problema político”, señaló.
En su Cuenta Pública del 2022, el Presidente Gabriel Boric comprometió que a fines de su mandato, en el 2025, se construirán 2.000 kilómetros de ciclovías en el país. Información que luego fue confirmada por el ministro de Transportes, Juan Carlos Muñoz, quien prometió 500 kilómetros de ciclovía por año.
Pero lo cierto es que, según el catastro semestral de viabilidad y transporte urbano actualizado a diciembre del 2022, solo se ha aumentado 42 kilómetros. En la región Metropolitana la cifra paso de 777 kilómetros a 781.
En Plaza Pauta de Radio Pauta, Ricardo Hurtubia, ingeniero y académico del departamento de Ingeniería, Transporte y Logística de la UC dijo que “el ejecutivo no debe estar prometiendo esto porque no depende tanto de él hacer las ciclovías. Al final del día depende de las municipalidades”.
“Yo veo como algo positivo que los políticos, independiente del color, hagan esa promesa de ciclovías. Tiene razones para ser atractivo, más allá de la moda o de lo vendedor que sea. Hay muy buenas razones para querer que nuestras ciudades sean más pedaleables”, mencionó el ingeniero e investigador del Cedeus.
Hurtubia se refirió a estas ventajas que tiene una ciudad con más ciclovías y más pedaleables. Al respecto, dijo que “en primer lugar, menos congestión, lo que se traduce a tiempos de viaje menores. Segundo, menos emisiones, necesitamos reducir drásticamente las emisiones. Quitar un poquito de calle para los autos y construir unas buenas ciclovías va a transformarse en un cambio modal y menos gente va a estar haciendo viajes cortos en autos y probablemente en bicicleta”.
“Para hacer una ciclovía, generalmente debes quitarle un poco de superficie en la calle a los autos o a los peatones o a los buses. En ese caso, si tenemos que elegir, hay que quitarle a los autos. Entonces hay un problema político. Es un poco suicida para un político decir que quiere hacer una ciclovía, porque generalmente se encuentra con la resistencia de los vecinos y usuarios de autos”, complementó.
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