¿Tiene solución la contaminación ambiental en Chile?
En Radio Pauta, el director del Centro de Sustentabilidad de la UDD, Alex Godoy, “tenemos que buscar nuevas soluciones un poco más innovadoras, porque esto no dio solución, hay que buscar nuevas aproximaciones”.
Según el Informe Mundial de Calidad del Aire 2022, elaborado por la empresa suiza IQair, Perú es el país más contaminado de Sudamérica, seguido muy de cerca por Chile. Del total de 15 localidades más contaminadas de la región, 10 son chilenas, y Quilpué está en el primer lugar.
Esto tiene consecuencias a nivel sanitario, pues el cuatro informe sobre Calidad del Aire en Chile, realizado por el Centro de Ciencias del Clima y la Resiliencia, reveló que la contaminación por aire articulado mata a 4 mil personas cada año.
En conversación con Ciudad Pauta, de Radio Pauta, el director de Centro de Investigación en Sustentabilidad y Gestión Estratégica de Recursos de la Universidad del Desarrollo (UDD), Alex Godoy, se refirió a las implicancias de este fenómeno.
¿Tiene solución la contaminación ambiental en Chile?
El académico UDD explicó que la contaminación del aire “es un término técnico, que significa que cuando cualquier sustancia o energía está por encima o por debajo de un nivel que es capaz de producir riesgo a la población o al ecosistema, se considera contaminación”.
“Tú puedes estar al lado de una chimenea, pero si regulatoriamente las concentraciones de esa chimenea están por debajo del nivel que estamos aceptando de riesgo, es lo que hay. Eso explica que haya países con mayor flexibilidad ambiental, porque afectan un nivel más alto de emisiones a la atmósfera”, ejemplificó.
El director del Centro de Sustentabilidad UDD señaló que el nivel de riesgo se mide “con el número de niños que van a caer o el número de enfermos o enfermedades cardiovasculares, lo que se llama el costo social de la contaminación. Con unos cálculos numéricos, estimamos cuántas personas van a caer con enfermedades broncopulmonares, cuánto es el costo. Así determinamos el riesgo”.
Según Godoy, es necesario cuestionarse “por qué, teniendo estándares regulatorios y planes de descontaminación, sigue ocurriendo esto. Y es porque seguimos ocupando la misma estrategia de hace más de 30 o 40 años, de todos los gobiernos, para palear un problema que hoy es mucho más complejo que decir ‘apaguen cuatro chimeneas’ o ‘saquemos autos del carril’. Esas soluciones, que son las clásicas desde los ’70, ya no son útiles. Tenemos que buscar nuevas soluciones un poco más innovadoras, porque esto no dio solución, hay que buscar nuevas aproximaciones“.
A juicio del especialista, el plan Santiago Respira, implementado en 2016, se ha utilizado “como estrategia política. Todos los planes se utilizan como estrategia política, y se tienen que compatibilizar con los planes de las nuevas administraciones, en vez de hacer una posta. Aquí cada administración llega y hace un nuevo plan. Hay un sinnúmero de torpezas, nuestras autoridades o sus asesores realmente no logran entender la gran foto y las complejidades que se requieren a nivel de política y regulación para hacer que ese plan funcione”.
Para Alex Godoy, es necesario pasar de los sistemas de calefacción tradicional, como la leña y la parafina, a “un sistema de calefacción vía electrificación. Si cambiamos la calefacción por un sistema eléctrico, obviamente podría ser mucho más accesible. El problema está en que no todos pueden pagarlo”.
Sobre los automóviles, planteó que durante la pandemia “se vendieron muchos vehículos antiguos, de combustión interna, chinos, baratos, porque es accesible. Un auto eléctrico te cuesta $35 o $40 millones de pesos, lo que es un absurdo […]. No tenemos una estrategia de bajar los precios, y tampoco se trata de hacer un subsidio. Podría existir otro tipo de estrategias. Nos falta creatividad”.
El docente UDD lamentó que “hay un detrimento en la calidad de la política. Este episodio va a pasar y nos vamos a olvidar la próxima semana. Pero tampoco hay un seguimiento ciudadano. En otros países la gente se moviliza y mantiene esto porque hay una sanción, una sanción política. Acá un error no lo paga nadie. Hay un problema de la calidad de la política, pero también de los ciudadanos”.
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