880 toneladas de basura en cercanías del Mapocho: ¿Quién es el responsable de fiscalizar y limpiar los cauces de los ríos?
El desborde del principal curso de agua capitalino debido a la presencia de desechos y escombros reabrió el debate en torno a la responsabilidad de la limpieza de los ríos. Mientras la ley se la entrega a los municipios, especialistas instan a la creación de leyes más estrictas, con castigos efectivos.
“Vergonzosa imagen del Mapocho. No hay mantención suficiente si la gente no toma conciencia que los canales y ríos no son lugares para botar basura o electrodomésticos. Protegernos y cuidarnos entre tod@s es una tarea colectiva”.
Con esas palabras y una impactante imagen, el gobernador de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, denunciaba el pasado viernes 23 de junio en su cuenta de Twitter la acumulación de basura en las inmediaciones del principal curso de agua de la capital.
Este martes, más de 880 toneladas de desechos y escombros fueron retiradas del lecho del Mapocho en las cercanías de El Noviciado, en Pudahuel, lugar donde el río se desbordó, interrumpiendo el tránsito en la Ruta 68 y dañando gravemente viviendas, mobiliario y comercio del sector.
El gobernador Orrego afirmó “estas 880 toneladas que tuvimos que sacar del puente del Mapocho, no es que hayan estado en el lecho del río. Eran vertederos ilegales que se fueron acumulando durante mucho tiempo en las cercanías del río. Pero claro, cuando el río crece, arrastra toda la basura para abajo”.
“Cuando llueve, esa basura termina en el mar o bien haciendo un tapón ahí en el río Mapocho, lo que es impresentable y de verdad indigno para una ciudad como Santiago”, insistió la autoridad.
Sin embargo, según el alcalde de Pudahuel, Ítalo Bravo, se trata de un problema multifactorial. “Efectivamente, hay vertederos clandestinos en nuestra comuna. Tenemos algunos que tienen incluso procesos abiertos, que hemos clausurado, que vuelven a abrir y donde hay vacíos de repente en las propiedades, quién es dueño de la propiedad, a quién pertenece el terreno”, comenta Bravo en conversación con Radio Pauta.
“Pero, por otro lado, está la basura que es arrojada al río Mapocho por particulares, por gente común, que ensucia cualquier lugar”, reclama el jefe comunal. En ese sentido, agrega que “las mafias de la basura se han instalado en las diversas comunas de la región, entre ellas Pudahuel y las comunas del sector poniente”.
“El desfile de camiones a botaderos clandestinos, que son estos terrenos que tienen un portón y que adentro se bota cualquier cosa, o a espacios públicos, sigue ocurriendo. Pudahuel es una comuna de 200 km2 y nos cuesta llegar y poder hacer la trazabilidad de tanta basura y escombro de las mafias de la basura”, reconoce el alcalde.
A su juicio, es necesario “intensificar, por un lado, la fiscalización, pero también la conciencia socioambiental de las comunidades de toda la región”.
En ese contexto, Orrego anunció la creación de una mesa de trabajo regional, que comenzará a funcionar este jueves 29 de junio, e involucrará a la Delegación Presidencial, los ministerios de Obras Públicas, Salud y Transportes, y los municipios afectados. “Porque hay que darle una lucha frontal a la mafia de la basura. Aquí hay más de 54 vertederos ilegales que funcionan todos los días”, justificó.
880 toneladas de basura en cercanías del Mapocho: ¿Quién es el responsable de fiscalizar y limpiar los cauces de los ríos?
Según el gobernador metropolitano, existen distintos responsables de fiscalizar el estado de los ríos y sus riberas. “Aquí tiene que fiscalizar la Dirección de Obras Hidráulicas del MOP, concesiones, las concesionarias, los municipios, y también Carabineros y el Ministerio de Transportes, porque la basura no llega por el cielo, hay alguien que la transporta, camiones, carretelas, caballos o simplemente carretillas”, dijo.
Para la autoridad regional, sin embargo, hay situaciones en que “cuando hay muchos que tienen que fiscalizar, nadie se siente completamente responsable”.
El alcalde Bravo sostiene que “soy enemigo de tirar las pelotas para el lado o responsabilizar a otros. Desde el viernes hemos dicho que tenemos una labor, que es la de la fiscalización, que en este momento no estamos llevando a cabo como corresponde, pero que, en el fondo, nunca la vamos a poder llevar a cabo solos. Entonces lo que he dicho es que necesitamos instituciones que estén no sólo cuando hay emergencias, sino cuando la emergencia pase, coordinadas y con canales abiertos de comunicación”.
No obstante, el artículo 92 del Código de Aguas establece que “será responsabilidad de las municipalidades respectivas, establecer las sanciones a las infracciones de este artículo y obtener su aplicación. Además, dentro del territorio urbano de la comuna […] deberán concurrir a la limpieza de los canales obstruidos por basuras, desperdicios u otros objetos botados en ellos”.
En esa línea, la directora nacional de Obras Hidráulicas del MOP, María Loreto Mery, precisa que “a los municipios les corresponde el retiro de la basura de los cauces naturales, que son bienes nacionales de uso público y se encuentran consignados en la Ley Orgánica Municipal, porque de ellos es la administración”.
“Por otra parte, a aquellos canales que están en zonas urbanas, también les corresponde la limpieza de la basura de ellos. Esto se consigna en el Código de Aguas. Al respecto, existe jurisprudencia por parte de la Contraloría. A nosotros nos corresponde la evaluación de cauces y, a través del programa de conservación, se hacen trabajos de rectificación y limpieza de cauces, en el retiro de sedimentos y otros elementos, con la finalidad de mejorar las condiciones de escurrimiento”, añade.
Mery expresa que “de esta forma, evitamos zonas de desborde o inundaciones”. Así, la directora instó “a la ciudadanía y a las autoridades a hacer un trabajo conjunto desde distintos ámbitos para poder abordar entre todos el problema de la basura”.
Pablo García-Chevesich, hidrólogo, académico de Colorado School of Mines y University of Arizona y miembro del Programa Hidrológico Intergubernamental de Unesco, plantea en diálogo con Radio Pauta que “la culpa es de todos. Todos lo vimos, se veía venir y tenemos que hacernos responsables”.
“Esto se puede arreglar con leyes más estrictas, porque en este momento cualquiera puede ir al río a botar basura. Se necesita la creación de una nueva ley que se encargue de todo esto. Si queremos cuidar nuestros ríos, tiene que haber una ley que prohiba botar basura a la calle o al río, con cámaras, fiscalizaciones y penas bastante altas”, asegura.
El especialista pone como parámetro el Clean Water Act, de Estados Unidos. Se trata de una ley federal implementada en 1972 que “prohíbe estrictamente esto con penas de cárcel de bastantes años y multas millonarias”. La norma, además, financia el tratamiento de las aguas y el mantenimiento de los humedales.