Ciudad

Edificio Consorcio: los alcances de la obra arquitectónica con “doble piel vegetal”

Imagen principal
Wiki Commons / Archdaily
POR Agustin Lizana |

Ubicado en Avenida El Bosque, en la comuna de Las Condes, fue construida en 1990, cuenta con una fachada interior con termopaneles y otra exterior con vegetación, ayudando a reducir la absorción solar.

El edificio Consorcio se ha convertido en una obra arquitectónica que no pasa desapercibida en la ciudad de Santiago. Hugo Mondragón, doctor en arquitectura, sostuvo, en conversación con Ciudad Pauta, de Radio Pauta, que “tiene una doble condición, por un lado destaca, pero por otro lado tiene una cierta discreción. No son estos edificios que te están gritando ‘aquí estoy’“.

Ubicado en Avenida El Bosque, en la comuna de Las Condes, fue construida en 1990 por los arquitectos Borja Huidobro y Enrique Browne. El edificio cuenta con una doble fachada: una interior con termopaneles y otra exterior con vegetación. Esa “doble piel vegetal” ayuda a reducir la absorción solar.

Mondragón señaló que es “un edificio muy sofisticado” que se adelantó a los tiempos en los que en Latinoamérica se comenzó a hablar con mayor fuerza de la “arquitectura verde”. Además, añadió que “tiene la fortuna de estar en un entorno urbano que es uno de los más bonitos que tiene la ciudad de Santiago”.

La edificación cuenta con una pileta de agua, lo cual ayuda a mantener la vegetación vertical de 2.700 metros cuadrados. El columnista explicó que la fachada está orientada al poniente, por lo que “hay una incidencia al sol muy grande. Cuando el sol pega en la pileta, el agua se evapora, cuando el agua se evapora sube y ese vapor, convertida en pequeñas gotas de agua, funciona como un riego natural para todo ese plano de la fachada“.

Sin embargo, Mondragón aclaró que “igual requiere un poco de riego de refuerzo, pero a mí me parece que eso no le resta ningún valor al edificio”.

Revisa la columna completa aquí: